Entre la autogestión y la desatención institucional: así ha resistido la Casa de la Ciencia en Pasto
En el año 2000, la revista Museolúdica de la Universidad Nacional afirmaba que prácticamente no existían museos de ciencia en Colombia; de los 325 museos activos en esa época, solo 73 contaban con colecciones científicas.
Hoy, según el Sistema de Información de Museos Colombianos (SIMCO), existen 531 museos en todo el país, varios especializados en esta rama específica del conocimiento. Pero, ¿cuántos de ellos están dedicados a la divulgación científica para niños y niñas?
Son pocos: entre ellos se destacan Maloka, el Museo de la Ciencia y el Juego de la Universidad Nacional (UNAL) y el Planetario en Bogotá; el Museo del Agua, el Parque Explora y el Planetario en Medellín; el Planetario de Barranquilla; el Museo Interactivo Abrakadabra en Cali; el Museo Interactivo Samoga de la UNAL en Manizales; y, finalmente, la Casa de la Ciencia y el Juego en Pasto.
Casa de la Ciencia y el Juego de Pasto
Muchos de estos espacios se han mantenido, a lo largo del tiempo, gracias a la financiación estatal o a recursos propios, dependiendo de si son de carácter público o privado. Sin embargo, la Casa de la Ciencia y el Juego en Pasto es un lugar sui generis.
Con 400 metros cuadrados es el aula más grande de la ciudad y ha aprendido a navegar entre la autogestión y la desatención institucional durante sus 25 años de existencia. Aquí les contamos su trayectoria.
Un recorte de periódico, un anhelo y una convocatoria publica
"Hace casi 30 años llegó a mis manos un recorte de periódico de La Coruña, España, en el que descubrí un lugar llamado 'Casa de la Ciencia'. Pensé que quizás en Pasto podríamos tener un espacio similar", nos cuenta el profesor Vicente Benavides, coordinador y creador de la Casa de la Ciencia y el Juego en Pasto, un centro que congrega las ciencias naturales en un solo espacio.
Desde ese momento, se instaló en él un anhelo por crear un lugar dedicado a la promoción de la ciencia a través del juego. Se acercó a varias personalidades influyentes de la ciudad. "Recibimos muy buenos comentarios y muchas palmadas en la espalda diciendo que era una buena idea, pero que sería difícil de lograr", recuerda el profesor sobre esos primeros intentos.
Seis años después, una convocatoria de la UNAL y Colciencias hizo realidad su sueño. En 1999, como parte del programa “Red de Museos y Centros Interactivos”, se inauguraron cuatro museos interactivos en Barranquilla, Manizales, Pasto y Villavicencio.
La Casa de la Ciencia y el Juego abrió sus puertas en el centro de Pasto con 24 montajes interactivos, que se han mantenido hasta hoy junto a 76 adicionales, sumando un total de 100 atracciones científicas que enseñan a los niños a través del juego.
25 años después, solo los centros de Manizales y Pasto siguen operando; el primero como parte de la UNAL y el segundo, remando entre la Secretaría de Educación del municipio y las instituciones educativas de la ciudad.
En 2001, la Ley 715 obligó a la Casa a adscribirse a un colegio de la ciudad. Inicialmente, fue parte de la I.E.M. Aurelio Arturo Martínez, ubicada en el barrio Pandiaco, donde se construyó oficialmente la Casa de la Ciencia y el Juego, en un terreno pantanoso proporcionado por la Alcaldía de Pasto.
Durante el 2023, la Casa pasó a formar parte de la I.E.M. Luis Eduardo Mora Osejo (LEMO), debido a la jornada única de este colegio que permitió al profesor Benavides trabajar como director y guía durante la mañana y la tarde.
"Pero los colegios tienen muy pocos recursos, por lo que hemos tenido que buscar apoyo adicional para el mantenimiento, e incluso muchas veces recurrir a nuestros propios recursos para que la Casa funcione sin inconvenientes", confiesa el docente.
El reto de sostenerse en el tiempo
En 2015 y 2022, estos titulares de noticias destacaron la difícil situación de la Casa de la Ciencia y el Juego: "La Casa de la ciencia y el juego lanza S.O.S" y “La Casa de la Ciencia y el Juego en Pasto a punto de cerrar”. Sin embargo, esta crisis no era nueva; desde 2012 se venían advirtiendo sobre las consecuencias de la falta de apoyo institucional.
Vicente, lo recuerda con preocupación: "Siempre pensé que cerrarían la Casa de la Ciencia y el Juego", mientras explica cómo creó un grupo en Facebook para llamar la atención sobre la crisis.
La idea de cobrar entrada podría haber sido una solución, pero los principios del lugar son claros: el acceso al conocimiento debe ser libre para fortalecer el pensamiento crítico, la creatividad, la cultura ciudadana, la solidaridad, el cuidado ambiental y la preservación de la vida, valores que no deben transarse por dinero.
“Existieron varios momentos en los que la casa tuvo dificultades, hubo instituciones y alcaldías que apoyaron y otras que no. Hubo una en particular que durante cuatro años no nos dio la mano en nada”, precisa Benavides.
En 2023, la Casa recibió cerca de 15 millones de la Secretaría de Educación, la única inversión en cuatro años, administrada por la I.E.M L.E.M.O como contrapartida de un proyecto con la Fundación Zoológico de Cali, de esto les contaremos más adelante.
Actualmente, la institución L.E.M.O apoya a la Casa con elementos de aseo, mientras que la Alcaldía se hace cargo de los servicios públicos, menos de la energía eléctrica pues la Casa funciona con paneles solares desde mayo de 2024.
A pesar de contar con tres profesionales de la institución, incluida una administrativa, la Casa carece de una caja menor y no dispone de un presupuesto fijo asignado a través de esta figura. ¿Por qué?
Mario Fernando Martínez, rector de la institución, explica: “todo se maneja a través de la pagaduría del colegio. Tenemos un pagador y una contadora que es la que lleva toda la situación contable de la Casa de la Ciencia y el Juego. Todo recurso que maneja a través de la institución, la Casa no es una rueda suelta”, respondió.
¿Pero existe una documentación en dónde quede registro de la inversión que se ha hecho a la casa? “Sí, se podría decir que podemos en un momento dado revisar cuánto se ha gastado por parte de la Institución en ello”, finalizó el rector. Sin embargo, pese a las solicitudes de Radiónica, este registro jamás fue compartido con nosotros.
En resumen, la Casa necesita recursos para operar y enfrentar imprevistos diarios. Además, la integración de la Casa a una I.E.M ubicada a 5 km de distancia no ha beneficiado a los estudiantes debido a los altos costos de transporte, ya que ambas están en extremos opuestos de la ciudad.
Un lugar que sigue en pie gracias a la autogestión
La Casa de la Ciencia y el Juego se sostiene gracias a la autogestión, obteniendo ingresos principalmente a través de la exitosa participación en convocatorias públicas a nivel local, nacional e internacional.
Desde 2016 hasta 2023, han ganado diversos proyectos presentados ante la Alcaldía de Pasto, el Ministerio de Cultura de Colombia, la Universidad Nacional, IBERCIENCIA, la Fundación Zoológico de Cali y otros organismos. Además, han colaborado con la Universidad de Nariño mediante programas de pasantías para estudiantes.
En 2020, recibieron el 11º Premio Ibermuseos de Educación por su proyecto "Recuperando la voz de las niñas y los niños en tiempos de pandemia: recobrando su alegría", el cual les permitió adaptar sus actividades al entorno digital durante la crisis sanitaria.
Hasta la fecha, han adquirido recursos como robots LEGO, robots WeDo 2.0, paneles solares, gafas de realidad virtual, una página web para su museo virtual, y maletas viajeras, adquisiciones a través de fondos autogestionados.
Actualmente, están ejecutando el proyecto "Emucionante – Museo sostenible y emocionante en tiempos de cambio climático", ganador de la convocatoria Entrelazos – Hilando Sueños de Región de la Fundación Zoológico de Cali, con el cual obtuvieron $ 120.000.000 de pesos colombianos.
Este proyecto incluye actividades como mensajes ambientales, paneles solares, un jardín ambiental y gafas de realidad virtual para concienciar a niños y niñas sobre la gravedad del cambio climático, uno de los mayores desafíos para la biosfera mundial. Pueden conocer más en este vídeo:
Además, están buscando el respaldo de la nueva administración municipal para lanzar cursos gratuitos de robótica, respondiendo así a los intereses de los visitantes jóvenes y ampliando su enfoque hacia la astronomía y la inteligencia artificial.
¿Estará la Casa de la Ciencia y el Juego en los planes de la nueva administración?
“Nosotros somos muy amigos de estos proyectos (…) Concretamente no tengo la cifra exacta, pero sí existen recursos suficientes para la sostenibilidad”, respondió el Alcalde de Pasto, Nicolás Toro, al ser consultado sobre el futuro de la Casa. Parece entonces que nuestro espacio dedicado a la ciencia no estará sin rumbo en los próximos años, al menos según la promesa verbal del alcalde.
Pero, ¿cómo será incluida en los planes? Abordamos este tema con Piedad Figueroa, secretaria de Educación del Municipio, y encontramos la respuesta en el "Plan de Desarrollo Municipal 2024-2027: Pasto Competitivo, Sostenible y Seguro", aprobado el 30 de mayo de 2024.
“Uno de los indicadores del Plan de Desarrollo de la Secretaría de Educación – PIEMSA- está orientado al fortalecimiento de la Casa de la Ciencia y el juego. Eso quiere decir que, para la administración actual, este espacio tiene un valor incalculable con relación al aporte en formación y en educación”, comenta Figueroa.
No obstante, a pesar de esta buena intención, aún no se ha asignado un presupuesto específico ni se ha definido claramente cómo estos recursos beneficiarán a la Casa. Por ahora, después de la aprobación del plan de desarrollo, se procederá a la creación de un plan de acción que nos permitirá conocer una cifra concreta.
"Somos conscientes de que la Casa de la Ciencia y el Juego necesita mejoras significativas tanto en infraestructura física como en tecnología, dado que hemos avanzado mucho y no podemos quedarnos con los juegos que teníamos antes”, concluye la secretaria de Educación.
Después de 25 años dedicados a convertir un sueño en realidad, el profesor Vicente Benavides se acerca a su jubilación. Sin embargo, antes de retirarse, tiene un nuevo objetivo en mente: "queremos plantear que envíen profesores, ojalá jóvenes para que puedan hacer la transición, para que al salir haya personas capacitadas que puedan seguir con la Casa de la Ciencia”, comenta Vicente, cerrando nuestra conversación con este mensaje: