Fanzine: creatividad en papel. Entrevista con Juan Carrillo, fundador de Taller Ambidiestro
Recordar aquellos tiempos donde nuestra creatividad fluía sin límites puede ser nostálgico. Días de recortes, dibujos e incluso garabatos fueron la representación libre de nuestras ideas y emociones, aunque algunas veces carecían de sentido, en otras ocasiones lograban ser inspiradoras, todas estas características se fusionaron en un solo arte llamado fanzine. Y para adentrarnos en este universo creativo, conversaremos con Juan Carrillo, uno de los editores del fanzine Etcétera y creador de Taller ambidiestro.
Quién es Juan Carrillo
Juan Francisco Carrillo es un diseñador gráfico de Pamplona, norte de Santander; cuya carrera trasciende los límites convencionales del campo. "No he sido el diseñador gráfico típico de agencia de publicidad, sino que he estado muy vinculado a las artes gráficas desde mi formación académica y de hecho laboral", afirma. Juan se adentró en el mundo del fanzine durante su proyecto de grado universitario, donde la reproducción fotocopiada de su libreta de notas inspiró su primera incursión en este arte editorial y lo llevó a la Feria del Libro Independiente Autogestiva.
Actualmente es director y profesor en la Facultad de Artes. y Humanidades de la Universidad de Pamplona. Además, es fundador y director de Taller Ambidiestro, un espacio dedicado a explorar y materializar la creatividad en forma de libro y desde el 2012, también ha desempeñado el rol como editor en la publicación ETC Fanzine. Su colaboración con entidades públicas como la Secretaría de la Cultura, el SENA y privadas como la Universidad Javeriana le ha brindado la oportunidad de adentrarse en el vasto "ecosistema editorial", ampliando así su visión y experiencia en el arte del fanzine.
Pero, qué es el fanzine
Sin duda, el fanzine es un término con características minuciosas, fácil de describir si buscas una respuesta rápida como "El fanzine es una de las tantas categorías que se pueden encontrar en el ámbito editorial". Pero si buscas una definición precisa con destellos de profunda indagación, "Los fanzines tienen elementos de una revista, pero no son una revista en sí mismos; pueden tener elementos de un periódico, pero no son un periódico; pueden tener elementos de un libro, pero no son un libro. Son una publicación híbrida que nos permite jugar con todas las posibilidades del medio impreso".
El fanzine es una mezcla de sabores: dulces, picante, bbq, etc., que explora cada sabor para adaptarse a tus gustos. Comprender que el fanzine es un híbrido es el primer paso. Sin embargo, desde una perspectiva lingüística, la palabra "fanzine" surge de la combinación de "fan" (fanático) y "magazine" (revista), reflejando su naturaleza como una revista hecha por y para los fanáticos.
Los Fanzines hacen parte de la cultural “hazlo tú mismo” o Do It Yourself (DIY)
Juan compartió una anécdota que ejemplifica perfectamente la cultura del DIY dentro del panorama de los fanzines. "Cuando comencé con ETC, el fanzine que edité durante muchos años, seguía esta premisa: realizaba las convocatorias, recibía material, lo editaba, lo armaba y luego lo llevaba a imprimir a Ricaurte. Recuerdo especialmente a don Álvaro, quien se encargaba de refilar el papel en otra imprenta.”
Más allá del proceso estructural, la cultura del "hazlo tú mismo" valora esencialmente el aspecto creativo y manual del proceso, aunque “algunos fanzines utilicen tecnología avanzada y dejen los archivos directamente en una imprenta". La esencia creativa sigue presente, lo que permite encontrar fanzines de diversos temas y enfoques.
El fanzine y el “underworld”
“Si hacemos una revisión de lo que ha pasado como en el mundo del fanzine, porque este ha tenido sus momentos, yo pertenezco, como un momento intermedio. Sí hubo un primer momento que fue en los años 80, 90 e inicios del 2000 en que los fanzines estaban enmarcados en el entorno musical, entonces esto viene como del mundo muy underworld, muchas de las bandas sacaban sus propios fanzines, gente que recogía información de conciertos de bandas de metal y phonk donde editaba sus propios fanzines.
A veces las primeras grabaciones de muchas bandas venían acompañadas de un fanzine y estos se distribuían en diferentes escenarios, conciertos, ferias de garaje y eventos específicos de publicaciones y todo fue mutando. Luego ya entraron a ver fanzines especializados en poesía y en ciencia ficción. Tenemos el caso de Ficciorama, que es muy concreto en sus temáticas, el editor es Boris Greiff”
La sinergía entre la tecnología y el fanzine
“Uno siempre que hace fanzines sí o sí está acompañado de la tecnología, porque la base de reproducción clásica es la fotocopia y ahí ya estamos hablando de tecnología. Ahorita hay fanzines que se han hecho 100% en serigrafía; también vemos una técnica de impresión que estaba muy de moda como la risografía que da otras cualidades estéticas y plásticas a la publicación, esto va un poco a la par, por ejemplo en Bogotá con Taller Colmillo.
No conozco fanzines netamente digitales, pero yo creo que eso en algún momento va a empezar a tener su canal. Ya hay muchas plataformas, como Webtoons en la que los ilustradores suben directamente sus cómics y generan comunidades. Sé que la tecnología está ahí y sé que la tecnología nos va a permitir expandir más límites geográficos para compartir los contenidos.”
La maleta fanzinera: de la impresora al PowerPoint
Las mejores reflexiones surgen de las experiencias vividas, lo creemos. Por eso, hablando del avance tecnológico dentro del fanzine, desde la impresión hasta la serigrafía y la risografía, Juan nos reveló cómo la tecnología se ha extendido para facilitar los procesos de producción del fanzine y por supuesto su anécdota ejemplificó el impacto de la tecnología en este arte editorial.
“Sí, tuve una experiencia con Catalina Salazar, ella es conocida como Rapiña quien lidera el proyecto de la Maleta Fanzinera con la que estuvimos haciendo en la Biblioteca Nacional unos talleres en la semana del Fanzine, donde nos arriesgamos a hacer, una parte de ese taller, de forma digital y usamos PowerPoint, para armas los fanzines, exportarlos y compartirlos en línea. Varios resultados de estos talleres se integraron en la fanzinoteca digital de la Maleta Fanzinera” Esta experiencia resalta la importancia de las formas de distribución en el ecosistema del fanzine, más que en la creación en sí.
Últimos trazos
“El primer paso para adentrarse en el mundo de los fanzines es tener la disposición de compartir, ya sea de manera individual o en colaboración con personas afines, un medio para difundir lo que uno quiere hacer.”
Estas son las palabras de Juan Carrillo, un diseñador gráfico cuyo camino en el universo editorial del fanzine fue marcado por una coincidencia fortuita logrando proyectos fuera de serie con ETC Fanzine explorando una amplia gama de temáticas, desde fanzines inspirados en la música y la época del VHS, hasta las ediciones dedicadas a la ciudadanía y temas oníricos.
El fanzine es una herramienta gráfica que explora los rincones de la imaginación, concebida para que los aficionados puedan expresar sus ideas con elementos simples: papel, lápiz y un borrador. Para Juan, el fanzine no solo fue una herramienta, sino también el motor detrás de su propósito, Taller Ambidiestro, y una pasión compartida con su pareja en trabajos como Carteles Pandeagua, además de ofrecerle una lista de amigos innovadores y un sin fin de ideas que esperan ser plasmadas en su libreta.
Este fue un destello fugaz del arte del fanzine ¿Te atreverías a hacer el tuyo?