¿Qué está pasando con la vida laboral de los jóvenes en Colombia?
El panorama laboral actual de los jóvenes en lo que respecta a cifras es positivo porque según la Gran Encuesta Integrada de Hogares (marzo – mayo 2023) del DANE la tasa de ocupación de jóvenes entre los 15 y 28 años presentó un aumento del 1,2%, se pasó 44,5% , en el mismo periodo del año pasado, a 45,7% este año. Siendo obrero, empleado particular y trabajador por cuenta propia las principales actividades que generan empleo a esta población.
Sin embargo, Carlos Prieto, Abogado Especialista en Derecho Laboral del Observatorio de derecho Laboral de la Universidad Javeriana, afirma que estos estudios hay que saberlos leer porque, por ejemplo, “… lo que el DANE mide es empleo y no necesariamente trabajo formal dependiente…” Es decir que este estudio no habla en términos de trabajo formal o informal, para las cifras, todo es trabajo.
Por otro lado, Prieto también afirma que “… Según el DANE, el empleado es aquella persona que durante la semana anterior a la encuesta recibió un ingreso, el que haya sido, por haber desarrollado una actividad”, esto nos deja ver que se desconoce la estabilidad laboral de los jóvenes. Así las cosas, es importante hacer un alto en las cifras y revisar mejor qué ocurre con la vida laboral de los jóvenes.
La vida laboral para las nuevas generaciones
Para muchas generaciones tener una vida laboral exitosa tenía una única fórmula: terminar el colegio, estudiar una carrera universitaria, trabajar y después de unos años lograr tener un posgrado que garantice unos mejores ingresos.
Sin embargo, para las nuevas generaciones esta fórmula es cada vez menos efectiva. Los avances tecnológicos que se han logrado han empezado a desdibujar esa única idea que se tenía sobre el éxito laboral e incluso la pandemia también trajo nuevas ideas en torno a los intereses laborales de los jóvenes.
Uno de los principales cambios dentro de esa percepción laboral se encuentra en el tiempo que pueden durar en un solo trabajo. Generaciones pasadas podían estar toda su vida laboral en una misma empresa, hoy en día los jóvenes no contemplan esa posibilidad y rotan en diferentes momentos de trabajo. Ese comportamiento, según Prieto, responde también a esas condiciones laborales que se encuentran hoy en día, “ … encontrar un empleo, con un contrato a término indefinido, que tenga una vocación de permanencia ya es extraño… nos ofrecen un contrato de prestación de servicios, una orden de trabajo o en algunos casos dependiendo del tipo de actividad nos dedicamos a lo que ellos saben llamar freelance..”
Pero, también es cierto que aún hay empresas que mantienen las condiciones laborales que solían existir en todas partes, sin embargo, para los jóvenes acceder a estos trabajos es complicado ya que empiezan a encontrar algunas barreras como los estudios extras, que normalmente son maestrías, y una experiencia laboral de años la cual ellos no tienen.
Otros de los grandes cambios que ha tenido la vida laboral en los jóvenes son los intereses o lo que hace atractiva una propuesta laboral. Si bien la parte salarial sigue teniendo una gran importancia, hay otras cosas que también entran a jugar y que pueden inclinar aún más la balanza que el sueldo. Al respecto Andrés García, investigador del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario afirma que “…Lo primero lógicamente es el salario, pero en segunda instancia aparecen temas más relacionados con la flexibilidad o incluso el teletrabajo. El 80% de los jóvenes dicen que es muy importante para ellos el ejercicio del teletrabajo y la flexibilidad no solo desde el punto de vista de la localización, sino también la flexibilidad en términos de horas...”
En donde sí están los jóvenes
A raíz de esas problemáticas, cambios de visión y agradeciéndole a la tecnología, los jóvenes han encontrado algunas salidas para lograr encontrar su camino en la vida laboral. Uno de los primeros rumbos para incorporarse a la vida labora está en actividades del servicio, como los son los call center, pues para el desarrollo de esta labor en algunas ocasiones lo único que se exige es nivel de inglés.
Aunque el reconocimiento económico de este trabajo no es el esperado por muchos de ellos, sí es una buena oportunidad para arrancar y ellos lo tienen muy claro. Es por esto, que Prieto lo denomina como una opción de trabajo temporal porque allí no van a desarrollar toda su vida laboral sino estarán por un tiempo determinado, incluso los ingresos que allí obtengan serán para cubrir una necesidad puntual, por eso también se le conoce como: vivir experiencias. Lo que también explica que la población más joven, es decir la que se encuentra entre los 18 y 22 años, sean quienes escogen este tipo de trabajos.
Por otro lado, desde el Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario afirman que los jóvenes trabajan para organizaciones alrededor del mundo y esto tiene algunos beneficios, que en esas dinámicas podrían considerar su trabajo soñado. “Ellos ganan en otra moneda y pueden estar una semana en Bogotá, otra semana en Cartagena, solo dependen de tener una buena conectividad…”. De ahí salen dinámicas como el freelancer.
Sin embargo, ese tipo de actividades exigen ciertas habilidades como el idioma y el manejo de algunos programas especializados, lo que lleva a reflexionar sobre la importancia que desde la educación se empiece a reforzar esas habilidades que los preparen mejor para esas nuevas dinámicas de trabajo.
Otra de las opciones laborales que aparece es el emprendimiento, sin duda es una oportunidad de empleo importante, pero en algunas ocasiones no se aterriza de la manera adecuada.
Para Andrés García del Observatorio Laboral del Rosario, el gran problema del emprendimiento es que la mayor parte de los emprendimientos o micro negocios son informales. “… emprender en un negocio que no va a tener la capacidad de crecer lo que va a hacer es generar unas trampas en términos de crecimiento profesional para los jóvenes”. Según las cifras del Observatorio los emprendimientos en Colombia no duran más de 3 años, al tercer año salen del mercado.
Estas afirmaciones sin duda son un llamado a la importancia de que en la educación tanto escolar como universitaria se empiece a generar más conocimiento en torno al emprendimiento en nuestro país.
El llamado de los jóvenes a la industria
Sin duda las dinámicas laborales han cambiado en la última década. Hoy en día las necesidades de las empresas y su panorama económico les dificulta pensar en comodidades laborales para sus trabajadores que hace unos años era lo más normal.
Pero, por otro lado, los nuevos trabajadores también se están desencantando de esa vida laboral que antes era sinónimo de independencia económica y posibilidades de adquirir experiencias en sus vidas. Los jóvenes no justifican pasar 5 años de sus vidas en las universidades para al final salir a ocupar un puesto en el que probablemente no van a poner en práctica los conocimientos adquiridos en su carrera o no les van a pagar los justo por el conocimiento que tienen y por el esfuerzo de esos 5 años.
Para Carlos Prieto del Observatorio Laboral de la Javeriana las empresas y en general todos los generadores de empleo deben entender que lo que hace 20 años estaba establecido como modelo empresarial hoy se está replanteando y una de las principales causas, así no se quiera reconocer, es la llegada de las tecnologías de la comunicación y de la información. “... Se debe volver a pensar cómo están organizadas desde el ámbito productivo. Ya no es el mundo de la industria, de la empresa, que está establecida con entrada a las 8:00 am y salida a las 6:00pm, eso se está revaluando. Hay que replantearse el modo como están funcionando”.
En estos momentos el país está viviendo muchas reformas y una de ellas es la laboral. ¿Están los jóvenes presentes?, la respuesta de García es “en la última lectura de la reforma que hice, parecen no tener un papel protagónico, la reforma está muy orientada hacia la estabilidad laboral, pero no tanto a la creación de empleo y si pensamos en los jóvenes lo que falta es oportunidades”.
El llamado de los jóvenes a las universidades
De igual forma también hay un llamado para las universidades. Si bien la industria debe hacer un cambio en su forma de pensar la productividad, las universidades también deben replantear el tipo de educación que se está dando de cara a las nuevas realidades de la vida laboral.
De hecho, muchos de estos espacios educativos han mostrado su preocupación por las bajas inscripciones en sus programas, algunas han dado soluciones económicas argumentando que ese es el principal problema, y tal vez sí lo sea. Pero también hay otro motivo y es ¿para qué estudiar una carrera que ya tiene muchos graduados desempleados en el país? Antes estudiar una carrera profesional era sinónimo de éxito laboral, hoy en día no lo es del todo.
Sin duda los pre grados universitarios están llamados a transformarse, si bien todas las carreras deben tener un conocimiento básico, el mercado ya no está solicitando los mismos perfiles de hace 10 o 20 años. Los programas de estudios se ven desactualizados y lejanos de la realidad laboral. Hoy en día se buscan que los profesionales tengan conocimientos muy especializados que se pueden adquirir en la experiencia laboral (la cual puede ser muy reducida para un recién egresado) o en cursos que se deben pagar extra.
Así las cosas, las universidades deben continuar su trabajo hacia una educación técnico-práctica en donde no sea solamente generar conocimientos, sino también buscar la forma de que los jóvenes aprendan a aplicar esos nuevos saberes y se puedan adaptar a las necesidades de la industria.