Guía para cuidar la salud mental en tiempos de marchas
Ya se cumple una semana desde que inició el Paro Nacional y es apenas normal que empiecen a brotar diferentes emociones y sentimientos al respecto. Para los que marchan, para los que no marchan, para los que opinan y los que prefieren hacerse a un lado, para todos son días convulsionados donde las dinámicas cotidianas se ven alteradas, las fricciones con las personas se hacen más comunes, las relaciones se ven afectadas y por supuesto la salud mental también.
Hace tan solo unas semanas, el Ministerio de Salud de Chile decretó alerta sanitaria tras registrar un notable aumento de consultas por traumas y salud mental a causa del estallido social. No es entonces desquiciado pensar que esos casos se pueden replicar en Colombia y que se hace necesario y urgente tener a la mano un manual para cuidar la salud mental en épocas de marchas.
Para Laura Quintana, filósofa y profesora que se ocupa de temas ligados a filosofía política, el tema de la salud mental no se debe tratar solo a partir de las manifestaciones: “Me parece que todo el tema de la salud mental se debe abordar contextualmente y previo a las protestas y manifestaciones en el sentido en que vivimos en un mundo cuyas formas de economización de la vida han replegado mucho a los sujetos en cierto afán de ser sujetos exitosos y productivos, eso ha traído múltiples efectos psíquicos y anímicos; las formas de depresión y altibajos en la salud mental se han incrementado exponencialmente en el mundo que habitamos”.
Según Quintana, la protesta ha permitido que la gente exprese justamente ese agotamiento, esa precarización y comparta con otros la manera en que se siente y el no lugar que a veces siente en el mundo que habita. Pero que cuando la misma protesta es perseguida, criminalizada y aparecen disturbios y por ende represión, es cuando empiezan a aparecer los efectos negativos en la salud mental. Por eso para ella, la pregunta no desemboca en cómo tratarlo desde el punto psicológico, sino en cómo enfrentar esas políticas del miedo y esas formas de precarización de la vida.
Por otro lado, Claudia Tovar, Doctora en Ciencias Sociales, Magíster en Estudios Políticos, Especialista en Resolución de Conflictos y Psicóloga, cree que"la situación de crisis, que es una situación real, de alguna manera también es un eco o un rebote de toda una circunstancia de época, que tiene un contexto sociopolítico de región en Latinoamérica y que inmediatamente genera acciones de diversos sectores, tanto de quienes apoyan la protesta como lucha de manifestación social, como de uienes están en este momento con responsabilidades de cargos públicos. Todo esto impacta a la opinión pública, se usan estrategias de comunicación y propaganda en su actuar y eso impacta. Dentro del movimiento hay estrategias para poner el tono del ánimo público o de la psicología de la masa a su favor"
Las dos fuentes consultadas concuerdan en que las fakes news, el toque de queda, la generación de miedo, los falsos rumores y las estrategias de guerra psicológica tienen como consecuencia la generación del miedo y el pánico.
“¿Cómo confrontarlo? yo creo que para mí es confrontar las causas estructurales, no solo a través de tratamientos psicológicos, sino como se confronta una política del miedo, ¿en qué medida el gobierno actual está recurriendo y ha recurrido a una política del miedo? ¿en qué medida la gente siente la incertidumbre y se siente muy vulnerable porque tiene condiciones laborales muy precarias? ¿en qué medida vivimos en un Estado en donde las fuerzas del orden pueden eventualmente asesinar impunemente a los que no han hecho nada que atente el orden? Todo esto hace que uno se sienta muy vulnerable y en unas condiciones de incertidumbre que generan esa inestabilidad psíquica” afirma Laura Quintana.
“Hay una especie de montaña rusa emocional: de pronto estás tenso, sientes que el fin del mundo ha llegado. Esto te pone a mil, las personas se alteran, no pueden dormir, están irritables y asustadas y de pronto en otro momento ocurre algo que hace parecer que las cosas vuelven a la tranquilidad, luego te entusiasmas porque algo te da esperanza y en ese sube y baja las personas nos agotamos, hay cansancio del cuerpo, hay baja de defensas, la gente empieza a enfermar, a coger virus, hay manifestaciones psicosomáticas que responden a esa montaña rusa emocional”, explica Claudia Tovar.
Para Quintana, más que hablar de cuidados psicológicos es una cuestión que tiene que ver con poder cambiar prácticas económicas, sociales y culturales del mundo que habitamos. Sin embargo, hay acciones que ayudan en estos tiempos y tienen que ver con el autocuidado y el cuidado mutuo, hacer parte de diferentes grupos y colectivos, establecer círculos de relación donde se puedan elaborar cuestiones que afecten el día a día.
Claudia Tovar habla sobre síntomas que pueden alertar y exijan hacer un alto: “fundamentalmente cuando uno pasa a violentar a otras personas, cuando hay irritabilidad, cuando se pasa del miedo a una posición agresiva, si hay labilidad y llanto fácil, cuando se está bajo de defensas, si sientes que el cuerpo no puede más, es una alerta para hacer un alto o tranquilizar la mente para apaciguar”.
Teniendo en cuenta las dos opiniones consultadas en este artículo, redactamos esta guía de consejos para cuidar la salud mental en tiempos de marchas: