Reseña y lo que debes saber antes de ver 'Joker 2'
La tan anticipada secuela de la película de 2019, que le mereció el premio Oscar a Joaquin Phoenix como Mejor Actor, ha llegado por fin a los cines del mundo, aunque recibiendo reseñas negativas por parte del público y la crítica, que le han dado un promedio de 33 % en Rotten Tomatoes, un 5.3 en IMDb y 2.5 en Letterboxd.
¿Qué salió mal en el Joker 2?
Empecemos por decir que Todd Phillips siempre concibió la primera entrega del Joker como una sola película, un producto redondo que, para él, no necesitaba una segunda parte; sin embargo, ante la avalancha de personas que fueron a verla al cine y que la convirtieron en un completo éxito en taquilla (superando los mil millones de dólares estadounidenses), Warner Bros. cedió a la presión de los fans por una continuación y siguió su afán por recaudar más dinero.
De esta manera, muy pronto se dio a conocer que Phillips reanudaría la historia de Arthur Fleck, aunque esta vez con la sorpresa de que la nueva cinta tendría como coprotagonista a Harley Quinn, personaje que pronto se supo que sería interpretado por nada más ni nadie menos que la camaleónica Lady Gaga, lo cual subió aún más el hype por el filme.
Entonces, ¿qué pasó? Meses antes de su estreno se conoció que la película iba a ser un musical, y aunque se trató de desviar el marketing de la secuela por otro lado, los comentarios de sorpresa y rechazo no se hicieron esperar, aunque las expectativas seguían intactas.
Sin embargo, no fue sino hasta su exhibición en el Festival de Venecia, en septiembre, que El Joker 2 empezó a recibir, en forma, críticas mixtas.
La película, aunque se diga lo contario, es un musical puro y duro, y el problema no es que lo sea, el tema es que la primera cinta propuso una atmosfera oscura, opresiva, violenta y cruda que era perfecta para el personaje del Guasón, y los seguidores de la producción esperaban que se siguiera explorando.
Y no es que un musical no pueda mantener un aura sombría, lo que pasa es que la manera en que se ejecuta en Joker: Folie à Deux trastoca completamente lo que se había establecido en la primera; por lo tanto, no se siente orgánico o verosímil y muchas escenas son completamente anticlimáticas.
Cuando hay momentos tensos o se logra, por fin, llegar a un clímax en la narrativa, todo se va al piso cuando Phoenix y Gaga empiezan, de repente, a cantar canciones completamente olvidables, que no se entiende a qué vienen al caso, lo que contrario de mostrar el delirio de sus protagonistas, termina es irritando y fastidiando a la audiencia, que después del segundo acto puede que no aguante una escena musical más.
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¿Pero se pudo haber hecho mejor? Seguramente, el tema no es que sea un musical, vuelvo y repito, porque los hay grandiosos, como la tan afamada La La Land, West Side Story, El gran showman o la más reciente Emilia Pérez, todas cintas que logran combinar muy bien la acción, la comedia, el drama y la tragedia usando la música como un elemento para amplificar las emociones y reacciones en la audiencia.
Sin embargo, en el Joker 2, en vez de ser un recurso que aporte, es uno que demuele la cinta, con la excepción quizá de una escena, casi al final, que mezcla violencia y música, un tono que habría sido interesante que hubieran seguido explorando.
¿Y qué pasa con la trama?
Este es otro elemento muy flojo, que al igual que el primero, puede haber sido también responsabilidad de un guion que se pudo haber desarrollado mejor, pero se sabe que Phillips nunca contó, por ejemplo, con la opinión de James Gunn y Peter Safran, quienes dirigen el nuevo universo de DC.
Y no tenía que hacerlo, al fin y al cabo la primera película en 2019 causó revuelo tanto en crítica, audiencia y premiaciones porque aunque era un filme sobre un villano proveniente del mundo de los superhéroes —género normalmente ignorado por la Academia—, propuso una crítica social sobre la violencia, la discriminación, el espectáculo y ofreció una mirada humana sobre la salud mental.
Sin embargo, en esta secuela, todo se basa en lo que pasó en esta primera cinta, y poco o nada se cuenta algo nuevo o se trata de establecer un cuestionamiento inédito sobre la sociedad.
Más allá de alabanza exacerbada que se muestra al Guasón, juicio, quizá, sobre cómo la sociedad hace de los antihéroes íconos y modelos a seguir, Joker: Folie à Deux no se empeña por contar mucho más.
De hecho, se desaprovecha completamente la inclusión de Harley Quinn en la película, con lo que se habría podido narrar la locura a la que ambos protagonistas llegan por amor, anarquía y misantropía, lo que se ha abordado ampliamente en los cómics.
El resultado es una película en demasía autorreferencial, que no sugiere algo nuevo, que no se arriesga a sacar a sus protagonistas a la calle y mostrarnos su frenesí, sino que a través de escenas oníricas nos muestran lo que podrían hacer, pero nunca hacen.
¿Y qué tal Lady Gaga en el Joker 2?
Es otra gran decepción. Teniendo en cuenta la extravagancia y la excentricidad innata de la artista, que sorprendió al mundo a principios de los dosmil por su forma de vestir que recordaba a Grace Jones, por su actitud temeraria y fuera de lo común que mimetizaba a David Bowie, y por la gran estrella en que se convirtió, al punto de ser comparada con la mismísima reina del pop Madonna, se esperaba un derroche de demencia, desequilibrio y enajenación por parte de su interpretación…
Pero todo lo contrario, Gaga no resalta mucho, no tiene grandes diálogos ni momentos para destacar, y en los que uno pensaría que podría hacerlo, que es en los musicales, termina siendo más de lo que ya hemos visto de ella como artista.
Y ese es el más grande problema en su contra, y es que casi nunca vemos a Harley Quinn, sino solo a Gaga. La manera en que la cantante interpreta las escenas musicales hace difícil desmarcarla de la gran estrella que es, pues usa el mismo lenguaje corporal y la misma impronta que le hemos visto en el escenario, incluso hay una escena en un piano que recuerda a tantas presentaciones suyas con este instrumento.
Claro, ese talento y su interpretación hizo que conquistara al mundo con su música, pero aquí esperábamos verla alejada de sí misma, alienada y más como un personaje totalmente diferente… A Harley Quinn la vemos prácticamente al final, un par de minutos, si no menos, del resto vemos a una Lady Gaga desaliñada y sin maquillaje, eso es todo.
¿Y no tiene nada bueno la película?
Claro que sí, la interpretación de Phoenix sigue siendo consistente y nos recuerda por qué, en su momento, fue comparada con la de Heath Ledger en Batman: el caballero de la noche de Christopher Nolan.
Phoenix logra traer de vuelta el carácter impredecible y lunático de su personaje, haciendo un trabajo destacable de nuevo... lastima la dirección y el guion que le juegan en contra.
La fotografía es otro elemento que sigue siendo muy plausible, haciéndonos adentrar, de nuevo, en ese universo que Phillips propuso en la primera película.
En conclusión, Joker: Folie à Deux es de esas secuelas que no quisieras que se estrellaran tan estrepitosamente por el cariño que se han ganado por sus antecesoras, que resultaron ser una obra maestra; sin embargo, el resultado es completamente decepcionante, que solo te deja un mal sabor de boca y te hace querer olvidar que alguna vez la viste.