Estéreo Picnic 2022: los que abrieron el festival
Volvimos y es difícil describir con palabras lo que se siente estar de nuevo en el Festival Estéreo Picnic, fueron dos años, dos largos y duros años, pero aquí estamos y desde la primera bocanada de aire que inhalamos en el Campo de Golf Briseño 18 sentimos el calor y la felicidad de estar vivos y vivas, de poder compartir y de una vez más sentir la comunión a través de la música.
Y la gente madrugó en esta primera jornada. Desde el inicio se pudo ver las caras de emoción de quienes llegaron a disfrutar de la música en vivo y sobre todo de las bandas nacionales que abrieron este gran festival, que en sus primeras horas fue bendecido por el sol y el cielo azul de la sabana bogotana, pero que comenzó una media hora más tarde de los que estaba en el horario.
Urdaneta fue uno de los que abrió. Con un comienzo lento que fue cogiendo la fuerza de una guitarra eléctrica potente, llevó varias de sus reflexiones en torno al amor, a sus recuerdos y miradas nostálgicas de la vida a los asistentes. En el escenario del Banco de Bogotá, al frente de la carpa de Radiónica, abrió con un show permeado por el rock, el pop y muchos sonidos experimentales, invitando también a la gente que poco a poco empezó a llenar el espacio, a gritar lo más duro que pudiera: una forma de abrir llena de euforia. Más tarde invitó a Soy Emilia a que cantaran juntos “Recuerdo”, agradeciendo al tiempo que fue ella una de las personas que le tendió la mano a la banda cuando comenzó. A su presentación se sumaron canciones como “Tenue”, “Un camino más fácil” y “Tiempo atrás”, que hicieron llenar de calor a las personas que empezaron a bailar, mover la cabeza y a prepararse para los tres días siguientes.
“Me imagino un mundo donde a los abusadores no se les rinda pleitesía. Sueño con que la complicidad sea con las sobrevivientes y no con los agresores, con una industria musical sin depredadores, con menos pactos patriarcales”, esas fueron algunas de las palabras de Lucille Dupin que hicieron eco en uno de los escenarios del Picnic. Lucile tenía la responsabilidad de abrir la primera jornada del Festival y lo hizo a su estilo, presentando un ritual feminista con los ecos de Sibile, su última placa discográfica. Con una propuesta visual oscura, pero una apuesta sonora empalagosa y tirada al pop, Lucia Agudelo destapó sus cartas.
En el escenario Páramo Presente, el público se congregó para ver a Los Niños Telepáticos o Les Niñes Telepátiques, como se presentaron ante la gente que de a poco iba llenando la carpa. Sobre el escenario, estos cuatro músicos lucieron unos trajes negros enterizos, adornados con telas plateadas. Unas elegantes gafas negras cubrían sus ojos y sobre sus cabezas sobresalían unas antenas con un patito de plástico en la punta, como los de la portada de su álbum homónimo de 2015, que era el medio de conexión con la gente que bailaba erráticamente, imitando las ondas de sonido que salían de sus instrumentos o moviendo la cabeza de forma frenética.
Es difícil definir el sonido de esta banda bogotana y la verdad no vale la pena, lo importante con Los Niños Telepáticos es dejarse llevar por el juego de su música impredecible. Es entrar en un mundo extraño, pero divertido el cual genera todo tipo de emociones encontradas, que pueden pasar de la luz a las sombras en un par de compases y que en esa carpa blanca nos recordó lo bello que es existir.
En el escenario principal comenzó con mucho color gracias a Piel Camaleón que como siempre estuvo acompañado de un público que lo entrega todo. Saltos, palmas, cantos a todo pulmón y mucha felicidad marcaron esta presentación, en la que esta banda demostró que está lista para escenarios cada vez más grandes.
Así arrancó el regreso de Estéreo Picnic, una jornada intensa donde la música colombiana ha sido la protagonista, y donde el público demostró el cariño que le tiene al festival y a la música.
Aquí les dejamos algunas imágenes de esta gran fiesta que recién arranca.