Florian Schneider (1947–2020): Una playlist, un homenaje
Hace unos días nos sorprendió la partida de uno de los fundadores de la emblemática agrupación alemana Kraftwerk. En 1970 Florian Schneider y Ralph Hüter le dieron vida a uno de los grupos más respetados en el entrono musical mundial, no solo en su fuerte y naturaleza sino en otros géneros musicales que en un principio parecieron lejanos. El Rock, el rap y hasta el pop, en algún momento fueron contagiados por la magia que siempre han transmitido estos humanoides.
Acercarse a la discografía de Kraftwerk no es tan fácil, hay que tener la paciencia y la imaginación a flor de piel. No es netamente música de baile, no es música sinfónica, experimental, concreta, tampoco es pop; es la mezcla de todo esto y mucho más. Sencillamente es el encuentro del hombre frente a la máquina.
Yo nunca escuché gran parte de sus discos pero tuve la oportunidad y fortuna de verlos en los 20 años del Sónar Barcelona. He tocado un par de tracks como Dj y tengo dos discos de ellos, pero realmente soy un amateur a la hora de descifrar su universo que es tan complejo como su lengua propia.
Desde Radiónica me invitaron a escribir sobre la importancia de Kraftwerk en la música y no sé realmente la respuesta correcta, solo puedo decir que su evolución prematura, que su fascinación por el futuro y la innegable genialidad de sus integrantes lograron seducir a un planeta que muchas veces se sorprende y le huye a lo desconocido, a lo raro. Kraftwerk y particularmente Florian, quien coprodujo casi que toda la discografía de ellos, lograron popularizar la experimentación sonora, muchas veces cantada en alemán, y camuflarla en discos que hoy son considerados como esenciales en la historia de la música moderna.
Hice una playlist para la Franja Electrónica Radiónica con una pequeña radiografía sonora, para ir entendiendo cómo pasaron de ser casi una banda sonora espacial a un soundtrack de ficción hasta llegar a un beat bailable y discotequero.
Esta playlist es un homenaje y un primer acercamiento que cualquier persona podría tener para empaparse un poco de lo que significa y suena Kraftwerk.
Sobre el legado de Florian Schneider (1947–2020)
Botina, productor de música electrónica desde Pasto: Desde mi punto de vista, Kraftwerk personifica lo que otro alemán, Wagner, definió como la "Gesamtkunstwerk", es decir, la obra de arte total, todo lo que es posible de ser expresado en un escenario, ya sea desde la música, la danza, el baile. En una época en la que un joven Michael Jackson despuntaba como una estrella mundial, en la época de la música disco, del amor libre, de paz y amor, surgen unos tipos que rechazan de plano todas esas influencias, se dedican a construir sus propios instrumentos, produciendo un espectro sonoro inexistente y extraño para todo lo que había. Y presentándose en el escenario de una manera robótica, casi inexpresiva, comparado con lo que era el pop, el mainstream de aquella época. En lugar de cantarle al amor libre y cantarle a la liberación, le cantaban a las autopistas, a los trenes. El de Kraftwerk es un acto de protesta, es un acto de convicción, es un acto único, no ha existido en la historia de la música moderna -al menos-, un acto tan transgresor como ese: con la posibilidad de producir sus propios instrumentos creó un campo estético a nivel auditivo sin precedente, sin comparación, no hubo un solo acto exitoso en el mainstream de los años 80 que no usara un sintetizador, que no usara una caja de ritmos, que no usara los instrumentos que estos señores ayudaron a concebir.
Inclusive, la democratización de estos instrumentos permitió que surgieran nuevos géneros como el house, la música hecha en casa y esta democratización produjo también la aparición de los Raves, de las fiestas en bodegas, garajes, fiestas clandestinas donde se forjó todo lo que se conoce hoy en día como la cultura Dj, donde se mezclaba la tecnología con la expresión humana. Y justamente Kraftwerk le apuntaba a eso, a la fusión entre el hombre y la máquina, "Die Mensch-Maschine", una de sus canciones insignias y "The Robots", hablan justamente de eso, de cómo nosotros los seres humanos podemos expresarnos o llegar a niveles más altos de expresión a través del uso de las máquinas.
José Gallardo. Compositor y fundador del sello Poderes Inútiles. Medellín: Fueron los pioneros de cada uno de los géneros de la electrónica “popular”. Cada álbum fue el prototipo de lo que sería un género, por ejemplo: el ambient con "Autobahn", el techno con "Man Machine" y "Tour De France". Fueron sampleados por el hip hop y el techno Detroit. Su imaginario de la máquina generó diversas poéticas en el mundo electrónico. Técnicamente ayudaron a crear nuevos instrumentos y estructuras musicales.
Alberto Coronado, editor y periodista musical radicado. Caribe colombiano: La partida de Florian Schneider al Olimpo de los músicos experimentales es el final de un capítulo de la historia de la música electrónica de vanguardia. Schneider tenía una formación en música clásica pero con Kraftwerk incursionó en la electrónica minimalista y dio forma a una estética única con el uso de sintetizadores, moogs y cajas de ritmo construidas en casa. El pop robótico de Kraftwerk influyó a muchos artistas de ayer y hoy y sus huellas aún se pueden rastrear en géneros como el techno, el hip hop y la música dance, en artistas como Gary Numan, David Bowie, Devo, New Order, Giorgio Moroder, Depeche Mode y más recientemente en grupos como Stereolab y Röyksopp... se fue un pionero que como la ciencia ficción estaba adelante de su tiempo.
Julio Victoria. Bogotá: Kraftwerk fue uno de los primeros grupos en usar únicamente instrumentos electrónicos, y a través de la experimentanción nos mostraban siempre nuevas formas de hacer la música. Inicialmente fue a través de la guitarras, los teclados y siempre las voces de sus canciones estaban intervenidas o eran generadas por sintetizadores de voz o coders. Cuando uno los escucha se da cuenta de su estética urbana, posicionándose como los primeros de su época y de la música electrónica.