El experimento de Spotify que se parece mucho a la payola
Las plataformas de streaming OTT tipo Netflix, Amazon y Spotify generan amores y odios. Por un lado son herramientas muy cómodas que permiten al público acceder de forma fácil a cientos de contenidos de su interés y ayuda a los artistas a tener visibilidad y difusión. Pero por otro lado, no son los músicos los que se quedan con las ganancias sino las plataformas, lo cual no solo ha cambiado el modelo de negocios de la industria de la música, sino que ha generado varios debates y polémicas respecto a cómo mejorar estos modelos y lograr que sean más equitativos.
Y en el ojo del huracán está Spotify que paga entre $ 0,006 y $ 0,0084 por reproducción, la tarifa más baja de todos los servidores de música, y cuyo CEO Daniel Ek recientemente dijo que los músicos no pueden “sacar música cada cuatro años y esperar que sea suficiente”, refiriéndose a los reclamos de los artistas que dicen que las regalías de la plataforma no son suficientes para vivir.
Como reacción a esto, el Sindicato de Músicos y Trabajadores Afines (UMAW por sus siglas en inglés), lanzó una campaña para pedirle a Spotify que empiece a pagar un centavo de dólar por reproducción. Pero la respuesta de la plataforma, es lo que en un comunicado de prensa definen como un “experimento” llamado Discovery Mode.
Con un lenguaje rimbombante, Spotify dice que con el objetivo de servir a los usuarios y asegurar que se reproduzca “la canción adecuada”, quieren reforzar los algoritmos que se basan en el tipo de canciones que se escuchan, las horas en las que se reproducen, las listas a las que se agregan y los gustos de usuarios con comportamientos similares. Para ayudar a que una canción suene más, la empresa propone que los músicos usen esta herramienta que buscará que las canciones se acomoden mejor a los algoritmos y se reproduzcan más.
En un principio Discovery Mode solo se usará para alimentar los formatos de Radio y Autoplay, y Spotify dice que no asegura el éxito de la operación. O sea que por más presión que se le meta al algoritmo, si la canción no es bien recibida por el público será retirada. La parte problemática de todo esto es que si la canción pega y empieza a ser escuchada, Spotify hará una tarifa diferencial. O sea se va a quedar con una parte de las reproducciones.
Técnicamente no es payola, porque no se está pagando para que una canción suene más, pero sí se está cediendo parte de la poca paga final, para ver si el algoritmo posiciona la música y por ende llegue a más oídos.
A pesar de estas polémicas, cada vez más artistas entran a este tipo de plataformas que son una parte importante de nuestra cotidianidad. Por eso es urgente encontrar soluciones y acuerdos equitativos para artistas, empresarios y usuarios o de lo contrario todo terminará colapsando.