20 Años y el Caribe Sigue Atómico
En 1998 el Caribe Atómico vería la luz, y se convertiría en uno de los álbumes referentes del rock colombiano logrando distribuir más de 400.000 copias en nuestro país y alrededor de 500.000 a nivel mundial. Héctor Mora celebra este aniversario recordándonos que el Caribe Sigue Atómico.
Pocos pensaban que Aterciopelados fuera a seguir proponiendo algo nuevo en su sonido después del disco La Pipa de la Paz (1997/BMG), no en vano la bendición del productor británico y ex guitarrista de Roxy Music, Phil Manzanera, le había aportado al grupo un aire radial, digerible, positivo y rico en melodías. El reto sería superarlo y lograr ser valorado por el paso del tiempo y los fanáticos.
Es así como el cuarto disco del grupo curiosamente abre con el único tema que tiene una relación directa y de frente con su título 'Caribe Atómico', tan cálido como su nombre lo indica y tan candente como lo es el llamado a una conciencia de preservación de los mares. El trabajo muestra un punto de giro en la banda, que venía de una base punk-rock y se transformaba ahora en una base latin trip-hop con guitarras y estructuras alternativas.
Para ese entonces, los Atercios claramente definidos como Andrea Echeverri y Héctor Buitrago, generaron de la mano del productor Andrés Levin en Manhattan, USA, un arriesgado cambio en su sonoridad que los llevó a incursionar fuertemente en lo cósmico y ante todo en lo electrónico.
La nueva alineación y la amplia gama de músicos invitados (Mark Ribot, Vinicios Cantuaria, Alfredo de la Fe y Brad Jones, entre otros), aportaron una gran riqueza sonora y concentraron un sentimiento de expansión poco visto en sus discos posteriores.
A nivel lírico la madurez adquirida tras experiencias anteriores y las prolongadas giras no se hacían esperar; encontramos muchas frases con una clara identidad Andrea, ahora más pensadas en estar en una armonía permanente con su entorno, antes que como un protagonismo de simplemente líder vocal del grupo.
Es así como se destacaba el nuevo juego lírico en temas como El Estuche, Miénteme y el emblemático Maligno.
Desde un claro e intencional trip-hop como Péndulo o Reacio, pasando por el sonido a gogó electrónico de El desinflar de tu cariño y hasta las caricias de World music en Cosmos o Doctora corazón, encontramos claramente que es uno de los mejores álbumes de rock colombiano para cerrar la década los años 90 y enfrentarnos a lo que sería un nuevo milenio.
Podemos recordar que este trabajo le dio a Aterciopelados su segunda nominación a un Grammy Latino y lograría una ventas superiores al medio millón de copias. Es sin lugar a dudas uno de los más importantes discos de rock nacional de todos los tiempos. ¡Felices 20 Caribe!