Lapsus: una plataforma musical más allá de los géneros
El 20 de diciembre de 2019 los integrantes de Lapsus celebraron 15 años de trabajo, 15 años de momentos sonoros que han retratado en gran medida lo que ha pasado en España en términos de música electrónica, sonidos cercanos al ambient, al IDM y al glitch, entre otros géneros de una electrónica un poco más futurista, más introspectiva, de avanzada.
Para esta importante fecha se lanzó un disco recopilatorio llamado "QUINZE" (2020) con 15 artistas que pueden ser la mejor definición del sonido Lapsus. Nombres como Pye Corner Audio, Telefon Tel Aviv, Gacha Bakradze, Johanna Knutsson y Leif entre otros, hacen parte de este listado, ysi bien suenan un poco extraños, son relevantes para este espectro musical.
Pero nuestra relación con Lapsus va más allá de este aniversario numero Quinze; sin saberlo juntos nos embarcamos en un viaje musical y exploratorio llamado Sónar (BCN) desde 2010, bueno, ellos unos años antes que yo. Y allá, en Sónar Día, nos vimos más de una vez, sin conocernos bien, pero sabiendo que estábamos por lo mismo, por el amor y la pasión a la música. Desde esa época, año tras año, y luego de viajes que parecían interminables; de descubrir cientos de nombres, de perdernos en la inmensidad del festival, de gritar a los cuatro vientos desde Barcelona que tendríamos Sónar Bogotá (2015), nos logramos encontrar a la distancia. Nos conocimos gracias a las videollamadas, nos sentimos cercanos, cada uno en su encierro, cada uno viviendo este alto en el acelerado mundo al que estábamos sometidos; cada uno enfrentando y sobrellevando el confinamiento a su manera y como mejor lo sabemos hacer: trabajando y hablando de música.
Fue una llamada de casi treinta minutos, hablamos de la actualidad, de la situación allá y acá ambos conmiradas positivas y esperanzadoras, de hecho nos pusimos una cita en 2021, en verano, en Sónar.
La persona responsable no solo de recibir la llamada sino de la plataforma -van a comprender mejor esta precisión más adelante- fue Albert Salinas Claret: Dj, productor musical, promotor de eventos, programador musical y realizador radial, que desde hace más de 18 años está inmerso en los sonidos electrónicos, pasando por muchos lugares y cargos que le han permitido construir un carácter, conocimiento y experiencia para llevar en su pecho, muy orgullosamente, el emblema de Lapsus.
La entrevista completa a continuación:
¿Recuerdas los inicios de Lapsus, ¿cómo comenzó todo?
Pues en realidad nuestro inicio estaba más volcado a los eventos en directo, sobre todo porque Lapsus nació en paralelo a mi trayectoria como Dj y luego con el tiempo, el siguiente paso, tal vez el paso lógico, fue convertirme en productor para poder hacer mi propia música. Junto con ese concepto estaba muy atado crear un sello discográfico. Al principio Lapsus nació como una pequeña promotora de eventos en las que pinchaba gente de mi alrededor y yo. Y al cabo de pocos años nació el sello. Todo lo demás vino con los años, a medida que fuimos ganando experiencia y consolidándonos en la escena de Barcelona. Yo trabajé en una tienda de discos y a partir de ahí fui buscando colaboradores con los que creamos un programa de radio, luego, en paralelo, nació el festival Lapsus y a raíz del festival el propietario de una sala conoció el proyecto y quiso que yo me encargara de la programación. Es decir, inicialmente no nació como un proyecto con tantas cabezas, al principio era una parte discográfica y musical pero una cosa ha llevado a la otra.
Durante todo este proceso hiciste muchas labore:, produciendo, tocando, haciendo eventos, viviendo para y por la música, pero ¿qué fue lo qué te llevó a emprender este proyecto Lapsus? ¿Hubo algo en especial que hizo click en ti?
Sí, ciertamente fue un salto al vacío, por decirlo de algún modo; empezar a confiar mucho en mí mismo y tratar de crear mi línea, fue un momento concreto. Yo empecé a trabajar en 2007 o 2008, en una tienda discos en Barcelona y en esa época ya llevaba años pinchando, empecé a hacer mi propia música y mandé los demos a varios sellos que me interesaban y al no recibir respuesta decidí formar una plataforma musical, yo no tenía muy claro si solo sería un lanzamiento con mi primer álbum, The Ark, no sabía si iba a tener más lanzamientos o no.
Entonces cogí ese disco, la edición en vinilo, y me dirigí a las oficinas del festival Sónar y llamé al timbre, me presenté, pedí hablar con la persona responsable de la programación del festival y hubo muy buen trato. Y al cabo de unos meses me contactaron para tocar en Sónar. Y ahí fue el punto en el que se abrió un poco más profesional. Yo vi que mi sonido y el sello tenían una salida. Y a partir de ahí pues empezó la magia.
Ustedes tienen varios frentes: sala de conciertos, la emisión radial y el sello discográfico, ¿Cuál crees que es el papel o el valor que tiene Lapsus y qué tiene como diferenciador en su entorno sonoro?
Algo que creo diferencia a Lapsus del resto de la escena, particularmente desde nuestra radio, es que hemos tratado de alguna manera de acercarnos a la electrónica experimental, al IDM, al ambient y la electrónica menos convencional de una manera mas amable, no somos gente crítica, yo creo que este tono sensible, combinado con una obsesión por encontrar cuál es el siguiente paso de la electrónica y electrónica experimental ha sido la combinación que nos ha hecho diferentes al resto.
Hablemos del sello, de géneros musicales particularmente... si tuvieras que definir a Lapsus ¿cómo sería?
Para mi Lapsus es una plataforma formada por gente que es afín, tanto a nivel personal como musical, que vive en la electrónica de vanguardia, es decir, gente inconformista por definición. Y con el ojo siempre puesto en los artistas locales, nosotros tanto a nivel discográfico como de eventos y a nivel radiofónico siempre estamos dando apoyo a la industria nacional y poniéndola en primer plano.
¿Cuál ha sido el mayor reto que han tenido?
Nuestro mayor reto fue el año pasado... Tomar la decisión de dejar de dar continuidad a nuestro festival y ciclo de conciertos Lapsus.
Desde 2004, en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, hemos ido organizando un festival de pequeño formato, con unas 1000 personas por edición, una experiencia que para nosotros siempre ha sido la más intensa, la que más nos ha consolidado en Barcelona, pero sí requería muchísimo tiempo y recursos. Y quienes se dedican a la promoción de eventos saben que en los festivales de estas dimensiones es muy difícil tener una ganancia, que haya un retorno económico, pero al final por lo que uno lucha es porque no hayan pérdidas, que haya un costo a cero. El año pasado yo quería potenciar el sector discográfico y la programación de la sala Laut, tuvimos que tomar la decisión de dejar de hacer el festival. Hoy en día creemos que la decisión fue acertada porque había saturación de eventos, además con esta crisis sanitaria y económica hubiera hecho estragos con nosotros.
¿Cuál ha sido el momento de mayor satisfacción?
Es difícil escoger un momento, aunque podría referirme al mismo punto de la respuesta anterior, en el momento en que decidimos que Lapsus como festival terminara estaba naciendo algo nuevo. Cuando se acabó ese ciclo volvimos a estar reunidos con las personas que nos han estado apoyando durante estos años, tuvimos la fortuna de tener a Suzanne Cian, uno de los grandes nombres de la electrónica mundial y además esa actuación, ese último ciclo, se convirtió o se ha terminado convirtiendo en algo que va a ver la luz en el sello discográfico. Va a tomar una nueva forma, quizá esa despedida, en ese momento, fue la manera de dar la bienvenida a un nuevo capítulo.
Volvamos al sello, ¿Qué buscan ustedes en los artistas que publican?
Hay un componente emocional muy fuerte, es decir, incluso cuando editamos drone oscuro y ambiental, hay un componente sentimental detrás. Entonces tiene que existir esa conexión emocional con los artistas. Por otro lado, a nivel estilístico no me gusta definir el sello con una etiqueta, no creo que Lapsus records o el subsello C.E.E., estén transitando por unos carriles ni muy estrictos ni muy estáticos, al final de lo que se trata es que sea electrónica que intente ofrecer alguna cosa nueva. Yo me crié con electrónica de vanguardia a través de sellos que siguen editando música de géneros muy dispares, puedo hablar de Warp o de infinidad de sellos que han tenido un abanico estilístico muy abierto. Entonces para nosotros todo esto es muy importante.
¿Cuál es la diferencia entre el subsello CEE y Lapsus?
El subsello es una rama menos visible de nuestro proyecto Lapsus, pero en 2021 ya tenemos planes y referencias que vamos a publicar. Hemos estado desarrollando eventos relacionados a este sello. Se llama C. E.E., que es la abreviatura de Club Excursionista de la Electrónica, y se llama así porque soy un amante de excursionismo, me gusta mucho la montaña y evidentemente la música electrónica. Gracias a nuestro equipo de comunicación logramos hacer una idea muy bizarra de lo que podría ser este club ficticio de excursionismo vinculado con la música electrónica. La diferencia con el sello raíz, con Lapsus, es que C.E.E. está enfocado más a la música de pista y al club.
Trabajamos como un sello old school de los noventa. Nosotros nos encargamos de todo el proceso, desde la captación del artista, las tareas de A&R pasando por la masterización, la fabricación del vinilo y la venta directa en Bandcamp, es decir que el proceso sigue siendo muy parecido al proceso de un sello tradicional.
¿Cómo se ven en Lapsus en los siguientes tres años?
Creo que va a tener una fuerte consolidación a nivel discográfico. En los próximos tres años el sello se va convertir en la punta de lanza. Siempre ha sido la parte del proyecto que más cariño me ha generado y siempre he querido apostar por ella y sobre todo por las circunstancias que estamos viviendo. Hay otra parte y es la generación de contenidos, nosotros hacemos radio, playlists y demás, pero queremos verlo como un nuevo horizonte para nosotros. Con el paso del tiempo nos hemos convertido en suscriptores de una corriente, sobre todo a nivel nacional, y nos gustaría potenciar este punto. También seguir apostando fuerte por la sala Laut, que creemos es la mejor de Barcelona.