La historia del beso: entre la química y el instinto
Todos los recordamos: los hemos visto en películas y pinturas. Los hemos dado y recibido de distintas personas en diferentes momentos de la vida, por amor o agradecimiento, de manera natural y casi inconsciente, pero, ¿qué es un beso?.
Hay que empezar diciendo que los besos son antiguos y se remontan a los inicios del mundo como lo hemos conocido. Según la definición, “un beso es el acto de presionar los labios contra la superficie de un objeto (generalmente la piel de otra persona) como una expresión social de afecto, de saludo, de respeto o de amor”, pero hay sensaciones que se escapan del lenguaje, así que en honor a los instintos y sentidos que se despiertan al besar, recomendamos seguir leyendo al ritmo de ‘Primitivos’ de Oh'laville:
“Ven cantame en el oído
En lenguajes primitivos
Y llevate mis pupilas
Te regalo mis lunares
Atrapame en tu mandíbula”
¿De dónde vienen los besos?
Existen varias explicaciones acerca del origen del beso. Una de estas lo relacionan con un instinto de succión que perdura desde la etapa de la lactancia. También se cree que surge a partir de la costumbre de olfatear acogida por los seres humanos desde que se asentaron en tribus.
Por otro lado, algunos estudios científicos desarrollados por psicólogos aseguran que el beso es la respuesta a una configuración genética de los seres humanos para la preservación de la especie y es una manera de estrechar lazos con otras personas.
¡Encontrar pareja!
"Tener química" con alguien no es un invento ni una exageración, hace parte de la sensibilidad inconsciente que a través del gusto y el olfato detecta las señales químicas de ‘esa’ persona.
A través de la saliva se percibe el estado de salud del cuerpo de las personas como sus niveles hormonales o la condición del sistema inmunológico, si se complementa con el nuestro e incluso si puede llegar a ser una pareja reproductora ideal.
¿Cuáles son sus efectos?
Aunque sucedan infinitos procesos químicos en el cuerpo al besar, es claro que existe también un deseo profundo por hacerlo y es sentir placer. Este gozo físico es provocado por las neuronas sensoriales de la lengua y los labios que son las más sensibles del cuerpo, especialmente a los estímulos placenteros. Los besos son descargas de hormonas y neurotransmisores que inundan el cerebro, es un momento en el que toda la atención del cuerpo está dispuesta al suceso.
¿Besos en la boca?
Esta costumbre se afianzó gracias a la ley impuesta por Rómulo, el Rey de Roma en el año 740 a.C. La norma prohibía a las mujeres el consumo de bebidas alcohólicas y para comprobar que la cumplían, los hombres debían acercarse y oler su boca.
Con el paso del tiempo, la distancia fue más y más corta hasta hacerse necesario juntar los labios para identificar sabor y olor. Esta ley fue la encargada de expandir esta costumbre, tanto que se pasó de ser una forma de fiscalizar conductas a ser un saludo.
Los besos primitivos, cargados de química e instinto son siempre deseados. Algunos de estos han dejado imágenes que recordamos y compartimos con ustedes una pequeña selección.
¿Cuál es su beso favorito?