Tres nuevos discos hechos en Medellín
Distorsión, psicodelia y rimas en estos tres álbumes originados en el el Valle del Aburrá. ¡Se los presentamos!
Sí, no hemos terminado el tercer mes del año, pero en estos casi 80 días de 2017 ha sido posible presenciar el nacimiento de 3 trabajos musicales que, entre sí, son muy diferentes, pero que hacen parte de ese abanico diverso que es la música hecha en Medellín y Antioquia.
Señor Naranjo - El mundo solo sabe estar allí
Desde el título se nota la apuesta por la introspección a la hora de concebir el álbum. Canciones lentas, con melodías donde las atmósferas creadas principalmente por las guitarras son primordiales, en las que cada instrumento del esquema básico de una banda de rock están en función de evocar los momentos que las letras van narrando. Aunque en estas siete canciones, más que en otras de este grupo, se hace más notoria esa presencia de una nostalgia punk, y que marca el ritmo de temas claves del disco como Sin mérito y Mirar al cielo.
Este álbum, creado desde la lejanía de la ciudad, no es solo un conjunto de canciones, es una propuesta de pensamiento que atraviesa diversos temas, cuyo núcleo se materializa en el final de su última canción: “Creía que yo era mi ser, pero era solo mi forma de abandonar la verdad, pero un nuevo sendero se despliega. Te invito me ayudes a pensar, es bueno saber que buscas mi cuerpo, nos dejamos llevar moldeando de nuevo la realidad”.
No Señal - Introducción al caos
La trayectoria de esta banda nacida en Itagüí, al sur de Medellín, tendrá un punto clave en su camino a partir de este álbum, ya que es su debut discográfico. 10 canciones que condensan la potencia de un sonido guitarrero, lleno de letras reflexivas, rebeldes e incluso enamoradas. Canciones que plantean una postura de vida: “no voy a ver televisión, voy a salir a buscar mi corazón”, pero también una invitación a trabajar sin descanso no importando el obstáculo que esté al frente: “pero tú puedes entender todo lo que grita el pincel, envista tu voz, prepara tu garganta y grita”.
Y es que la historia de este quinteto de jóvenes veinteañeros es algo particular: Julián, su cantante, se gana la vida cantando en buses, bares y, en realidad, en cualquier lugar donde se lo permitan o donde alguien quiera escuchar una canción, como él mismo lo ha dicho. A partir de estas experiencias callejeras nacieron algunas de las canciones que ahora hacen parte de Introducción al caos (2017), disco con el que pretenden hacer un llamado al caos, no como destrucción, sino como agente de cambio.
C15 - Irse
En las voces y las mentes de Jeihhco, Jaimito, Juda y DJ Seek rondaba este álbum desde hace años. Muchas de las canciones que conforman el debut prensado de este grupo ya estaban curtidas en los diferentes escenarios donde se han presentado, tanto en el país como fuera de este. Pero más allá del acto de lanzar un disco con 10 canciones, Irse (2017) es contar, en clave de rap y a través de las miradas y palabras de cuatro individuos, las cotidianidades, amores, nostalgias y esperanzas que se condensan en “La 13”, el lugar donde viven, al occidente de Medellín.
Aunque pueda parecer obvio, una de las fortalezas de este disco es que suena al barrio: en él hay rap, beats, pero también salsa, cumbia y sabor. Es un disco para cantar, pero que también invita a moverse. Sin embargo, el carácter narrativo de las canciones de esta placa hace que lo central sean sus letras: las historias que hablan de parceros perdidos por la violencia, de lo complejo pero mágico que es vivir en Medellín, de cómo, a pesar de lo adverso del panorama, la música es una opción de vida.