Mundo Coleccionista: una familia bogotana con espíritu geek
Patricia Parra Venturoli es una madre y esposa particular, se ha convertido en uno de los referentes más importantes del coleccionismo en Colombia y posee una amplia serie de figuras sobre cine y horror. Desde hace 16 años comenzó a cambiar las porcelanas de su casa por toda clase de personajes, su primera adquisición fue un ‘Chucky’ que simplemente compró para decorar su cama matrimonial.
Según cuenta, los Venturoli llegaron desde Bolonia a nuestro país huyendo de la guerra, su abuelo y bisabuelo arribaron hace muchos años por la Costa Atlántica, se puede decir que su apellido es tanto especial como exclusivo en Colombia. El amor por coleccionar fue heredado de su padre, quien tuvo una bella afición por el séptimo arte y los proyectores de cine, algo que inclusive llegó a influenciar también a su hermano, quien posee una amplia recopilación de cubos rubik.
Dicha colección de figuras llega a superar las 2 mil referencias, estas se dividen principalmente en las temáticas de cine, horror y rock and roll. Allí uno puede apreciar personajes como Don Vito Corleone de ‘El Padrino’, pasando por el payaso Pennywise de ‘It’, hasta bandas de talla de The Beatles, Motley Crüe y Kiss. Su figura más apreciada es una muñeca de anime marca Kotobukiya que viste un atuendo del personaje de ‘Chucky’ y es además la imagen de su proyecto en Internet.
“La figura que más trabajo me costó conseguir fue un busto de Elvis Presley, mide más o menos 60 centímetros y solo hay dos en el mundo, fue tallada a mano en Japón”, comenta Patricia sobre los retos de obtener algunas de sus figuras, además de aprender a identificar las marcas y sus características. Todo esto la llevó a vincularse con encuentros sobre cultura geek, entablando así conversaciones con otros apasionados para aprender de sus gustos, aficiones y similitudes.
Hace aproximadamente 2 años, tras una serie de conversaciones en video con otros coleccionistas que fueron compartidas a través de Facebook, Andrés el hijo mayor de Patricia, le propuso a su mamá convertirse en Youtuber. Al comienzo ella puso resistencia ante el tema, ya que estuvo revisando el trabajo de personalidades en este medio como el Rubius. A la final accedió, juntos profesionalizaron los contenidos del canal, y le dieron un toque propio que ha ido creciendo a medidad que se multiplican las reproducciones, todo bajo el nombre de Mundo Coleccionista.
Detrás de este proyecto familiar se resguardan otras historias ya que todos en su casa se contagiaron por esta pasión. Su esposo Pedro Bernal, a quien conoció durante los años 80 curiosamente gracias a la gastronomía italiana, vio que más allá de apoyar los gustos de su esposa también podría sacar provecho y coleccionar cosas de su estilo; cuenta con aprecio que inició con figuras de Lego técnico debido a su gusto por la ingeniería, el diseño y la creatividad. Luego pasó a construir modelos de Lego City, exhibir figuras de ilustraciones famosas pertenecientes a artistas como Luis Royo y uno que otro dragón de la marca McFarlane Toys.
Andrés, el hijo mayor de este matrimonio, heredó el gusto materno por el cine y decidió estudiar producción audiovisual, un factor que profesionalmente ha nutrido por ser el realizador de cabecera de Mundo Coleccionista. Comenta con risas que el “mal ejemplo” de su mamá también lo llevó a tener figuras en su cuarto, principalmente de personales que giran alrededor de los videojuegos y el anime. Allí nos podemos topar con referencias de marcas como Kotobukiya, Max Factory y Revoltech, entre personajes de Cowboy Bebop, Evangelion o Ghost In The Shell.
Ximena, la segunda hija, también se hizo partícipe en el proyecto al ser la encargada de todas las redes sociales y las comunicaciones, también estudió medios audiovisuales. La influencia de Patricia la llevó a coleccionar figuras tanto de Star Wars como de Harry Potter, aunque también reluce un particular gusto por el Manchester United al exponer muñecos tipo ‘bobble head’ de varios jugadores; asimismo dichas afinidades la han llevado a explorar el cosplay, es muy común encontrarla en convenciones geek o en obras benéficas portando diferentes atuendos.
Adriana, la menor de los tres hijos, afirma que sus gustos personales fueron en parte influenciados por Andrés, su colección se centra principalmente en figuras de Dragon Ball, Saint Seiya y videojuegos como Crash Bandicoot, La Leyenda de Zelda o Fallout. Adicionalmente, demuestra una gran pasión por la agrupación británica Iron Maiden, razón por la que cuenta con varias figuras de la mascota Eddie representando las carátulas de los discos.
Patricia con el pasar de los años se ha convertido en una especie de “gran madre” en la cultura geek colombiana, sobre todo porque ese amor reflejado en su colección la ha llevado incluso a construir dioramas, representando con las figuras y otros materiales las escenas tanto de películas como de series televisivas.
Estos 31 años de matrimonio (de los cuales la mitad han sido coleccionando), demuestran que esta es una familia bogotana muy especial, día a día se mantienen unidos por el amor y la sencilla razón de compartir todos estos gustos. Una inspiradora pasión que logra sacar estos personajes de las pantallas para llevarlos a las vitrinas, más allá del blister y hacia la vida dentro una gran casa museo.
Y adaptando una célebre frase... “Familia que colecciona unida, permanece unida”.