'John Wick 4': cuando el cine de acción se vuelve una obra maestra (Reseña sin spoilers)
Tal como ocurre con un reloj de arena, el tiempo fue pasando y marcó la llegada para el 23 de marzo, momento en el cual volveríamos a ver un nuevo capítulo de John Wick con su fascinante historia, alrededor de este hombre y su oscuro pasado. El asesino internacional más temerario de todos los tiempos, quien luego de retirarse para vivir una vida plena al lado de su amada esposa, tuvo que regresar a la senda del crimen en un torbellino de hechos que no iban a tener vuelta atrás.
La historia de John Wick comenzó como una cinta quizás por momentos desapercibida en 2014, ya que si bien su argumento a veces sonaba algo extraño, siempre estuvo dotado de una profundidad dramática gigante, respecto al asesinato del perro de Wick que fue el último regalo en vida de su fallecida pareja. De ahí la leyenda crecería ayudando de nuevo al majestuoso regreso de Keanu Reeves con John Wick: Parte 2 (2017), donde el eco de sus actos agitó las masas del crimen internacional para entrar de nuevo al circuito de los asesinos y por supuesto, una tercera entrega llamada Parabellum (2019) en la que al romper las reglas quedó exiliado de este mundo del hampa, convirtiéndose en un Ex-Comunicado.
Esta cinta que se estrena con una especie de sabor agridulce para todo su equipo de producción y realización, se enorgullece de un resultado que supera las expectativas, pero que se entristece con la partida del actor Lance Reddick, quien falleció por causas naturales el pasado 17 de marzo a los 60 años de edad, marcado de forma particular su última aparición en términos argumentales dentro de este relato y su último papel en la pantalla grande.
En este cuarto y último capítulo podemos afirmar sin mayores temores que es la mejor cinta dentro de esta saga cinematográfica, que se postula además como una de las mejores películas del 2023 y por ahora queda como la mejor cinta de acción de esta década, dejando la vara excesivamente alta para lo que venga en los próximos años.
Action Movies: Homenajes y Grandes Éxitos.
John Wick 4 nos cuenta cómo tras los acontecimientos de la película anterior, este indestructible guerrero vuelve a levantarse de las cenizas tras una inesperada traición, allí buscará que la cacería por su cabeza cese de una vez por todas, logrando la redención absoluta para encontrar esa paz que le fue arrebatada desde la primera cinta. Algo que no será para nada fácil, ya que si antes enfrentó difíciles amenazas, esta vez luchará contra la elite y plana mayor de los mejores asesinos internacionales, todo con objetivo de vencer al Marqués Vincent de Gramont, quien es una joven promesa dentro del futuro directivo de La Mesa, la máxima organización que controla todo este mundo del crimen.
Este argumento se presta para que a manera de conclusión, toda la obra se convierta en una suerte de grandes éxitos del cine de acción y artes marciales, debido a que sin mayores pretensiones a diferencia de otras películas como Los Indestructibles, con una factura minuciosa y excelentemente ejecutada, reúne lo mejor de esta corriente del séptimo arte desde Asia, Europa y Estados Unidos. Y así como el meme de Leonardo DiCaprio encontrando referentes, es posible descubrir guiños a cintas como The Matrix, Highlander, Bullit, The Warriors, Black Rain, One Armed Swordsman y Zatoichi, entre muchas otras.
Es más que evidente el minucioso estudio del director Chad Stahelski y los guionistas, ya que en la medida justa y perfecta logran hacer homenajes llenos de referencias a otros géneros asociados como el Wuxia (cine de héroes y espadachines chinos), el Chambara (cine de samuráis), el Western (cine de vaqueros) y el Blaxploitation (cine de héroes afroamericanos de acción), todo en un mismo relato que toma lo visto y aprendido de grandes directores de la talla de Ridley Scott, Akira Kurosawa, Michael Mann, John Woo y Nicolas Winding Refn.
Una galería de ensueño llena de antihéroes y villanos.
Es preciso mencionar que todas las actuaciones de la película son magistrales, ya que se percibe una preparación muy consciente y profunda para cada uno de los personajes, incluyendo sus relaciones con el entorno y entre sí para todas las escenas. Comenzamos obviamente por Keanu Reeves, a quien se le siente esa pasión y esa credibilidad con un John Wick que no defrauda al momento de llevar a cabo todas las escenas de acción, junto con todos los motivadores propios del personaje. Por cosas como estas, es que desde su regreso se ha sentido ese nivel de compromiso y pertenencia actoral, haciéndolo un talento muy querido por todos los fanáticos en este momento.
Por otro lado, también hay que aplaudir la interpretación del actor y artista marcial Scott Atkins, quien siendo famoso principalmente por la saga cinematográfica de Boyka, se transforma muy por el estilo de Collin Farrel en The Batman, para crear un personaje que lo hace irreconocible físicamente y lo lleva hacia otra faceta jamás vista. A su vez Ian McShane como Winston, se sostiene como ese personaje que con su carácter no deambula físicamente por el medio de las balas y los golpes, ya que sigue siendo el estratega que con una frase logra movilizar miles de cambios en este complejo mundo.
Finalmente, Bill Skarsgård brilla por interpretar a un villano arriesgado, implacable, tozudo y por momentos obstinado, quien será la piedra en el zapato de toda la película, pero que se convierte en una muestra completa de talento al poner a este actor en algo completamente diferente al cine de terror.
Y bueno, Donnie Yen, palabra más, palabras menos, se roba el show de la película al demostrar porque es una de las superestrellas del cine de Hong Kong, gracias a cintas como Iron Monkey, SPL, Flash Point, Ip Man y por supuesto para Hollywood la siempre recordada Star Wars: Rogue One. Su papel es una de las contrapartes de John Wick, pero también es un espejo, un amigo y un enemigo, el cual le hace un precioso homenaje a Zatoichi, el legendario espadachín ciego de las antiguas historias de Japón que ha tenido múltiples apariciones en el cine.
El Veredicto…
John Wick 4: Baba Yaga es magistral y majestuosa. La factura y calidad de la cinta es sublime, Chad Stahelski se ha ganado a pulso un respeto único por un trabajo que comenzó a mediados de los años 90 en el mundo de los dobles de riesgo, pasando como coordinador de dobles en Matrix, hasta llegar con esta saga de cintas en calidad de director.
Toda la película brilla por su impecable ejecución, todas las secuencias de acción están tan bien elaboradas que la siguiente va mejorando la fórmula progresivamente, hasta llegar a un momento de clímax que resulta ser de una elegancia contundente. Eso sí, sin dejar de lado planos secuencia para quedarse sin aliento, que incluso parecieran salidos del mundo de los videojuegos tipo shooter, además de una fotografía y un diseño sonoro tan mágicos que terminan sumergiendo a los espectadores por completo durante casi tres horas.
La cinta logra un efecto en el que los espectadores vuelven a creer en la magia del cine, en esa suspensión momentánea hacia otros mundos cargados de creatividad, ya que John Wick en 2014 reinventó las reglas del cine de acción y nadie se dió cuenta en aquel entonces, saliéndose por completo del acaparamiento del género de los superhéroes y proponiendo algo con sus términos. Por eso, cito a mi gran amigo Diego Bolaños, concordando en que el Wickverse se rige bajo sus propias reglas para crear algo que jamás hayamos visto, a pesar de las evidentes influencias que lo anteceden.
Podrá ser el último capítulo para este personaje de ficción que se robó el corazón de muchos fanáticos, pero es seguro que este universo se seguirá expandiendo hacia otros horizontes, narrando así las vivencias de los múltiples asesinos que lo habitan, ya que por eso viene a futuro el spin-off de Ballerina con Ana de Armas y la serie a manera de precuela del hotel The Continental.