'Fútbol Ilustrado': caricaturas desde Nariño
De niños soñamos constantemente con el futuro, lo narramos en voz alta, lo dibujamos sobre el papel e incluso lo jugamos con los vecinos del barrio. Hay quienes dicen que las últimas tres páginas de nuestros cuadernos del colegio son las que nos definen, las que sin saberlo, se convierten en la proyección de nuestro futuro, consciente o inconscientemente es ahí donde los planes inician.
Justo así fue el cuaderno de Química de Miguel Melo. De niño, cuando iba a clases, solía dibujar a sus profesores de forma caricaturesca, y después, se lucía durante los entrenos de fútbol. A los 6 años su sueño era convertirse en un deportista de alto rendimiento y ser figura en la cancha.
A medida que fue creciendo, Miguel descubrió en la biblioteca de su padre una Revista Cromos del año 86, donde estaban las ilustraciones de Fabio Esparza Duque, oriundo de Pereira pero con corazón pastuso. Toda una coincidencia, pensaría de niño, al vivir en la misma tierra del ilustrador. Cada día consultaba la revista, detallaba a los jugadores del mundial de ese año que fueron recreados en las caricaturas de Esparza; esta versión de Cromos se convertiría en su Álgebra de Baldor para la vida.
¡Miguel lo logró! Se convirtió en un gran futbolista, hasta sus 22 años. En medio de las aulas universitarias y la gramilla de la cancha, decidió que su sueño se transformaría, y no porque fuese la típica historia de “me lesioné la rodilla y no volví a jugar como antes”, sino porque su edad le pasó factura para seguir en la carrera deportiva, paradójico ¿no?, justo en la flor de la juventud, pero Miguel lo resolvió, sería diseñador gráfico y más que eso, sería caricaturista. Con los años asumiría el nombre de Mikel.
Mikel empezó a formarse como un extraordinario caricaturista. Comenzó a dibujar a personajes locales, nacionales e internacionales, poco a poco fue dando saltos en el mundo de la ilustración. Cuando llegó el momento de la temida tesis universitaria, este muchacho de tez morena, ojos grandes y sonrisa feliz, tuvo claro que dibujaría a los personajes más relevantes de la región sur de Colombia. 'Pastusos en la memoria' sería el nombre que, junto a Carlos Ortiz, su compañero de trabajo, le darían a este proyecto de grado, que se convirtió, no en el final de una etapa sino en el inicio de un nuevo camino.
Al llegar el 31 de diciembre de 2017, Mikel y Carlos se propusieron como meta de año nuevo una novedosa creación en la que pudieran fusionar su infinito amor por el fútbol, con su talento para el dibujo. Así, emprendieron el proyecto: 'Camerinos Fútbol Ilustrado', un libro en el que hablaría del balón y sus jugadores por medio de la ilustración y la literatura. Mikel y Carlos llamarían a Juan Rosero y a Hammer Rengifo para armar LocoMotora Estudio, una apuesta independiente que motive el desarrollo regional por medio de la producción editorial.
Foto cortesía de: Camilo Martínez
El gran reto para LocoMotora sería crear una pieza literaria, con 45 ilustraciones centrado en el Mundial 2018, con reseñas sobre los jugadores, todo, en menos de 4 meses para presentarlo antes del evento futbolero más esperado en el mundo, ¡y lo hicieron!. Se articularon como equipo y en una especie de cuenta regresiva dieron vida a su primera creación, un producto editorial para los amantes del fútbol y para quienes disfrutan del arte; un libro lleno de color, forma, diagramación, caricaturas e historias, cuyo prólogo estuvo a cargo del técnico Luis Fernando Suarez.
Para este año, 'Camerinos' tuvo una segunda versión sobre la Copa América 2019, con la que participaron en la FILBO durante el mes de abril. En este escenario nacional pudieron reconocer que su libro está a la altura de otras producciones, con una innovadora propuesta donde se conectan el fútbol, la ilustración y el arte, una experiencia inolvidable en la que Mikel sentiría una satisfacción muy grande al ver a los niños con el libro, que es una herramienta para soñar, para ese sueño que tienen de ser futbolistas, tienen un referente o un héroe que les va a aportar con el mundo de camerinos.
Hoy Mikel se define como un empresario, un visionario, un soñador que reunió sus pasiones, gustos y habilidades en una propuesta visualmente atractiva. Sueño que inició en las tres últimas páginas de su cuaderno de Química, y que ahora tiene una visión muy clara: posicionar el sello Hecho en Nariño.