Fin de año entre ruedas de cumbia y bullerengue
Las ruedas de cumbia en el Caribe son un método de celebración para despedir el año viejo y comenzar la temporada que viene representada en un nuevo ciclo anual.
Pero, ¿qué es una rueda de cumbia?
El origen de las ruedas de cumbia se pierde en la historia entre las poblaciones del Magdalena, Córdoba, Sucre y Bolívar cuando las comunidades se reunían a festejar en torno a las gaitas, las flautas de millo, los llamadores y la tambora, mientras mujeres y hombres, unas con polleras y otros con sombreros desafiaban a la noche -hasta el amanecer- celebrando las músicas que la plurietnia nos ha regalado en esta región.
Para quienes no la conocen, la rueda de cumbia es un encuentro entre la música y los bailadores.
En los años más recientes, los músicos se suben a una leve tarima circular sobre la que comienzan a girar las personas, que bailan al son de su majestad, la cumbia.
La rueda de cumbia comenzó siendo un encuentro de barrio entre los pobladores, que sacaban sus velas y polleras para no dejar morir una tradición agonizante. Tras ser rescatada del olvido citadino, las ruedas de cumbia se han convertido en una de las expresiones barriales más tradicionales de la ciudad de Barranquilla y de los confines de la región Caribe.
Y es que la tradición -hoy barriobajera- no es exclusiva de Barranquilla. En zonas del Magdalena, Córdoba y Sucre también se realizan este tipo de encuentros en forma de cumbia, pero además con ritmos como fandangos, flamencos y pasodobles.
Así, con el paso de los años las ruedas de cumbia pasaron de ser una “alternativa” a ser la principal opción de cientos de barranquilleros que, concluido el año, solo piensan en una cosa: el carnaval.
Por eso, para iniciar el año con el pie derecho, cada primero de enero se vive una rueda de cumbia en Barranquilla que invita al encuentro con danzas y polleras de los muchos grupos que cohabitan en la urbe.
En los últimos años, esta manifestación cultural popular comienza a celebrarse desde los últimos días de diciembre -para finalizar el año bailando- y durante los primeros días de enero, para darle paso a los carnavales que vendrán durante las siguientes semanas.
Presentamos algunos de los eventos que se realizarán durante esta temporada de fin de año e inicio de 2024 en Barranquilla.
El llamado
El llamado quiere convertirse en un punto de encuentro dedicado a explorar y celebrar la riqueza cultural y musical de la cumbia. La tradicional comparsa carnavalera La puntica realizará un preámbulo a su laboratorio creativo de carnaval con dos momentos de reflexión de las tradiciones y gozo bailador. Inician su jornada este jueves 28 de diciembre con el Jam Cumbiero de 4:00 A 6:00 p. m., con entrada libre.
A lo que han nombrado como “¡Una Puntica Musical!” busca consolidarse como una Rueda de experimentación sonora alrededor de la cumbia donde los artistas invitados conversarán a través de sus conexiones musicales e instrumentos, creando una sesión colaborativa y única para el disfrute de todos los asistentes.
Entre los participantes se encuentran Don Alirio (Moderador), Justo Valdez (Líder de la agrupación musical Son Palenque), Jorge Emilio Pardo (El León Pardo), Diego Gómez (Cerrero), Carolina Oliveros (Bulla en el Barrio) y Marlon Peroza (Los Gaiteros de Pueblo Santo).
La segunda jornada, ya en la noche, dejando la reflexión para convertirse en vivencia pura, el escenario se convertirá en el “Asalto Puntero” desde las 9:00 p. m.
“La Puntica se prepara para ‘romper el estuche’, con su primera fiesta, hipnotizados por gaitas, tambores y mucha cumbia. Juntamos un line up exquisito, deleitándonos con lo tradicional, sonidos psicodélicos y ritmos ancestrales que nos llaman”, se reseña en la presentación de la jornada nocturna que reunirá a invitados como: Cerrero con El ritual de la Cumbia Futurista, Son Palenque descritos como Los Míticos del Ritmo, El León Pardo con su Cumbia Ácida, Don Alirio “El picotero mayor” y la Cumbia Original de Chorrera, millo de la Puntica No Ma' desde hace 15 años.
Noche de gaitas despidiendo el año
“¡Celebremos juntos el cierre de año!”, se lee en la presentación del evento Noche de Gaitas que se realizará este viernes 29 a partir de las 8:00 p. m., en el Patio Rumbero, Cra 52 # 46 – 54.
La noche de gaitas "despidiendo el año" es un invitación del colectivo taruya a vivir la tradición musical mágica de las gaitas con la presentación del grupo “Con aroma a tabaco”, para realizar un viaje sonoro por los Montes de María, en el corazón del Barrio abajo de Barranquilla.
Última Rueda de Cumbia del año
La tradición hace un llamado para finalizar el año bailando: el 30 de diciembre a las 8:00 p. m., la fiesta continúa en el mismo escenario, (el Patio Rumbero, Cra 52 # 46 – 54) con la "Rueda de Cumbia".
Una celebración gratuita llena de alegría y baile para despedir el año con estilo. Los asistentes pueden llevar sus polleras y sombreros para terminar el año con cumbias. Ambos eventos prometen momentos únicos y vibrantes.
Rueda de bullerengue
Este sábado 30 de diciembre a las 8:00 p. m., en el parqueadero del estadio Edgar Rentería se llevará a cabo la rueda de bullerengue.
El bullerengue entra dentro de las tradiciones que ha permeado a la ciudad de Barranquilla, que finalmente se convierte en la capital del Caribe, donde se reúnen los saberes y las tradiciones de los pueblos de la región.
El bullerengue es una tradición que convive con la vanguardia y que no solo es una danza, una música o una fiesta, sino que se mantiene como una manifestación cultural. Por su carácter representativo de la afrocolombianidad, esta práctica cultural constituye un importante aporte como expresión de la diversidad cultural del país.
La gran rueda de cumbia
El 1 de enero, la fiesta carnavalera nos hace el primer llamado del año. Mientras la flauta de millo interpreta su ancestral melodía, los barranquilleros olvidan las creencias que separan a sus múltiples tribus urbanas. Algunos vestidos de negro, otros con la primera pinta carnavalera del año; otros de cumbiamba y otros, que tras la jornada laboral, asisten al ritual carnavalero.
Lo cierto es que todos bailan al son de la flauta de millo, en el primer encuentro anual que no difiere del desahogo que representa el Carnaval de Barranquilla. Todos bailando en el sentido contrario de las manecillas del reloj y sacan de lo más profundo de sus corazones un grito de “güepajé” que se escucha en todo el Barrio Abajo.
El tambor alegre resonará nuevamente este 1 de enero, donde se unen la carrera 52 con la calle 50. La tarima circular, convertida en altar de bailadores que permite conectar directamente con los músicos, epicentro del ritual que se engalana al ritmo del llamador y la tambora, nos invita a celebrar un nuevo año para celebrar la tradición y empezar un nuevo ciclo bailando.
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