Él es Jeri: “la nea fashionista de Medellín”
“Le hacia ropa con papel, plastilina y telas a mis muñecos. Hacía las carteleras en el colegio, le ayudaba a mis compañeros con sus trabajos de manualidades y, participaba activamente como el coordinador de los vestuarios de reciclaje en los actos civicos”, así habla Jerónimo sobre su pasión temprana por el diseño, la creación y construcción de conceptos desde el vestuario.
Las montañas frondosas del suroeste antioqueño, en especial, las que rodean a Angelópolis, aquel pueblo que limita con Armenia, Heliconia y Medellín, han sido testigo de cómo la vida de Jerónimo o Jeri, como le dicen de cariño, se ha transformado en tan solo 20 años.
Pasó de ser un niño "diferente", observado e incluso rechazado, a ser inspiración y ejemplo para múltiples jóvenes del pueblo que lo han visto crecer. “Angelópolis es un pueblo donde habitan aún personas machistas y donde el ser diverso puede ser mal visto. En múltiples ocasiones sentía que no encajaba, que no terminaban de aceptar mi orientación sexual por distintas situaciones pero que al final, fueron estas las razones para mudarme a la ciudad que abrió mis ojos, Medellín”.
El diseño, la calidad, la innovación y la industria textil, han convertido a Medellín en un epicentro de moda de Latinoamérica y el mundo. “En Colombia hay mucho talento y la creatividad de las personas de Medellín no tiene límites. Tenemos el potencial de lanzar productos que mueven masas a través de un concepto. Deconstruimos la moda para crear una nueva fashion identity que rompen esquemas, crean revolución y tumban prejuicios”.
Llegar a Medellín, le brindó a Jeri múltiples oportunidades para desarrollar su pasión por la moda. Recuerda con amor a una docente de la secundaria que lo llevó a tomar clases de confección y patronaje para luego, crear su propia marca con un estilo único llamada Arpía.
Piel de Grilla es la más reciente colección en la que ha estado trabajando Jeri desde su marca; una oportunidad para atacar las desigualdades sociales que se viven en la ciudad. “Me inspiran las experiencias en la ciudad, el barrio y las calles. Me inspiran aquellas personas que vienen desde cero, y en este caso, las trabajadoras sexuales; siento que aunque han sido discriminadas por su labor, yo lo veo familiar. Me inspira la otra cara de la moneda”.
Cada vez que Jerónimo comienza a producir, diseñar y crear una prenda nueva, lo hace desde la investigación, se apropia de la música, la literatura, los gustos y disgustos de la persona y toma como base las tendencias internacionales para fusionarlas con elementos propios de la cultura latinoamericana y construir una tendencia que pueda llegar a ser universalizada.
Jerónimo se encuentra en cuarto semestre de diseño de vestuario, lleva cinco años en la industria de la moda, ha conocido a distintos iconos del styling colombiano como a Daniela Riaño Buitrago. También ha trabajado para artistas como J Alvarez e Itza Primera; ha sido un fiel amante de las prendas de segunda mano y ahora, es un joven libre, que se define a sí mismo como la ‘Nea Fashionista’ de Medellín.
“Si la capital de Antioquia fuera una persona, se vestiría como yo: muy street wear, callejero, urbano, independiente y colorido” afirma Jeri.