We Are Wolves rompe el silencio con su nuevo sencillo “Transition”
Cuando Alexander Ortiz y Vincent Levesque llegaron a la floreciente escena musical de Montreal de principios de los años 2000, su producto era el caos. Era el momento del celebrado indie de Arcade Fire, del hipnótico sonido de Godspeed You! Black Emperor y la fructífera escena de venues legendarios como Lab Synthese, un laboratorio sonoro y artístico equiparable al Factory de Andy Warhol.
We Are Wolves apareció en el invierno canadiense enseñando colmillos ensangrentados y garras de hierro, proponiendo un sonido entrópico y visionario que se adelantaría al lado más dance del postpunk revival de actos estadounidenses a la manera de LCD Soundsystem o Liars, además de los británicos Bloc Party. Desde entonces han pasado dos décadas de ruidos, alaridos, sintetizadores analógicos y cajas de ritmo, que han pavimentado la senda para su sexto álbum de estudio.
Su tiempo de hibernación ha terminado. ¡We Are Wolves está de regreso con “Trasition”!, el primer sencillo de su sexto álbum, que presentarán antes de que acabe el mundo y este convulso año 2024.
Este sencillo marca el regreso musical de la banda tras ocho años de silencio, con una explosión que derriba la utopía del progreso para revelar el otro y sucio lado de la moneda: un ciclo de noticias amañadas que buscan generar la paranoia social, un estado de perpetua confusión, una división entre personas idénticas para esconder tras la cortina de titiritero a quienes gobiernan nuestro destino.
“‘Transition’ trata sobre la sobrecarga de información exagerada a la que nos enfrentamos constantemente”, explica el cantante y bajista Alexander Ortiz. “Al intentar navegar por este flujo y sobre estimulación, nos encontramos completamente perdidos, polarizados y disociados de la realidad. Estamos continuamente en una zona de transición. Sin tener nunca el control o una base en la que apoyarnos”.
Escucha este esperado regreso a continuación:
El nuevo álbum de la banda, será presentado por el que ha sido su sello por mucho tiempo, Simone Records. Fue producido por la propia banda y grabado en varios lugares: en Death By Audio NYC con el maestro del ruido Oliver Ackermann de A Place To Bury Strangers, con el estimado productor Odin Parada mientras estaba exiliado en México y por Vincent y Alex en su estudio. Fue mezclado en Montreal por el ingeniero Adrian Popovich (SUUNS, DFA1979, Duchess Says).
Se avecina el cambio. Frente a la voz que da órdenes, We Are Wolves propone ruido y pronto celebrará el caos con este nuevo disco que propone una revolución desde el baile desenfrenado.