Cría cuervos y te darán novelas
Andrés Felipe Solano no quería ser periodista, pero comenzó escribiendo crónicas y luego sí literatura. Su próxima publicación será una historia de ficción sobre las relaciones entre Colombia y Corea, su país actual de residencia.
El pasado 2 de febrero concluyó el Hay Festival Cartagena, el evento internacional de literatura y encuentro de escritores que, como cada año desde 2006, reúne a grandes autores nacionales y extranjeros en la capital de Bolívar.
Por la lista de invitados este 2014 pasó un joven novelista nacido en Bogotá en 1977, pero radicado en Corea del Sur hace un tiempo. Se trata del autor de la novela Sálvame, Joe Louis (2007), Andrés Felipe Solano, ganador del reconocimiento de la revista Granta como uno de los mejores escritores jóvenes en español en 2010, y en 2012, orgulloso creador de una historia sobre dos personajes extraños alrededor de los que gira su segunda publicación: Los hermanos Cuervo.
Como si hubieran vivido por décadas, los Cuervo son dos compañeros de colegio de un estudiante promedio en un plantel jesuita de Bogotá, llamado Nelson Reina, a quien sobrepasan en experiencia, conocimientos y pasiones poco propias para su edad. Reina y sus amigos, fascinados y a la vez horrorizados con estos personajes, les inventan todo tipo de chismes y cuentos cada vez más sorprendentes.
Pasa el tiempo y Reina, atraído por su mundo, se les acerca y comienza a definirse a sí mismo a partir del universo sin límites de los Cuervo. Pero en el fondo, hay algo muy raro con ellos; el origen de su excentricidad es difícil de rastrear, aunque viene de su abuela, quien los cría luego del abandono de su madre, algo que poco a poco se hace visible para el lector a través de la historia de esa madre putativa, así como la del abuelo de los Cuervo, un periodista radial, y la de un ciclista ganador de la vuelta a Colombia.
La novela es también un inventario, una memorabilia escrita sobre la cultura colombiana de los años 90, sobre todo la de la Bogotá tímida y reducida por las bombas de las vendettas del narcotráfico.
Andrés fue convocado por el Hay (en su sección "Hay Joven") para hablar sobre el cruce casi inevitable entre el oficio periodístico y el de contar historias de ficción. El escritor, quien trabajó en Cromos, y ha colaborado con Gatopardo, The New York Times Magazine e hizo para Soho su crónica más famosa, Seis meses con el salario mínimo, (gracias a la que fue finalista del premio Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano), ha vivido desde entonces en, y de, esos dos mundos.
"En realidad nunca me vi como periodista", le dijo este graduado de literatura al periódico Universal de Cartagena, como invitado de un festival paralelo al Hay, el “Festival letras desde la otra orilla”. Pero la profunda inmersión que llevó a cabo durante esos meses en Medellín, viviendo con el diario, en pensiones de mala muerte, y en trabajos duros, lo consagraron como tal.
Otro de sus textos confirma lo anterior, una crónica sobre los viajes que hacía cuando pequeño con su padre y hermanos a visitar a su familia paterna en Neiva, en la que describe con maestría la monotonía de los viajes por carretera, el calor, el heavy metal y la esquizofrenia de su primo, quien años después le mando una invitación por Facebook y que no aceptó, paradójicamente, para no olvidarlo.
Durante su visita al Hay, como parte de tres eventos y conferencias, contó que su próxima novela tendrá una historia sobre las relaciones que tienen Colombia y Corea, "una relación extraña de la cual él hace parte", publicó el Festival en su página web.