Las crónicas de la isla: Sziget 2015
Una de las grandes preocupaciones de los actuales festivales musicales se concentra en la formación de nuevos headliners o cabezas de cartel. Es necesaria esa renovación artística, sin duda. Apostar por los nuevos talentos es ahora una responsabilidad compartida por los medios de comunicación, tradicionales o digitales, y por supuesto, por las plataformas creadas en los eventos en vivo. Sobre lo anterior, analizamos lo que hemos encontrado en el Festival Sziget de Hungría.
La segunda jornada de Sziget, el martes 11 de agosto, generó muchas esperanzas en ese sentido. Observar el crecimiento de Florence + The Machine, con un show contundente, inspirador, profundo y ratificar que proyectos como Future Islands, con esa dolida banda sonora del desamor o mejor, del amor perdido, han logrado crear en los nuevos públicos nuevos íconos con historias más cercanas a la época. Por otra parte, Jungle, con su sofisticada y cadenciosa propuesta, nos preparan para vivir una segunda mitad de década vertiginosa y delirante.
El miércoles 12 de agosto, en la tercera jornada del festival, también se evidenció ese relevo generacional. La extraordinaria propuesta de ALT-J, agradablemente experimental y vanguardista, y el metal irreverente de Enter Shikari, nos hablan de nuevos tiempos, de nuevas formas de interpretar y por supuesto, de nuevos lenguajes en el pop y el rock duro, respectivamente.
El jueves 13 de agosto el turno fue para Foals, con quizá el show más emotivo del festival, sin duda. Las canciones de su nuevo álbum "What Went Down" son perfectas para la banda. Completan, junto a sus tres álbumes anteriores, un repertorio sólido, muy bien contado e interpretado. En poco tiempo la agrupación británica será una de las más grandes del mundo, si ya no lo es.
Un capítulo especial lo han escrito las agrupaciones con integrantes colombianos que han participado en el Sziget. Ché Sudaka, el miércoles de festival, creó una caravana de sonidos e historias que nos acercan a un mundo multicultural que celebra, aún en la adversidad, la vida como un milagro y un regalo. Sin duda, es una puesta en escena vertiginosa y emocionante. Por otra parte, La Chiva Gantiva, con su propuesta irreverente, cercana a un realismo mágico sonoro, impregnó con diversos colores sonoros el caluroso viernes de Budapest. Rafa Espinel y sus cómplices de camino tienen en el riesgo la mejor forma de expresar un talento único e inolvidable.
La experiencia en vivo es necesaria para el crecimiento del mercado sonoro. Necesitamos más voces que nos cuenten aquellas historias que vivimos y por supuesto, las que están por venir. La experiencia Sziget tiene esa filosofía y la misma es valorada con nuestra curiosidad
Vean aquí la transmisión en exclusiva para Colombia del Festival Sziget.