Julio Victoria: entre raquetas y beats
La música tiene un componente mágico, algunos disfrutamos escucharla, otros componerla, hay quienes tienen talento para tocar uno o todos los instrumentos que suenan detrás de ella y a lo largo de la historia cientos de voces nos han cautivado. Muchos disfrutamos de su compañía diaria pero hay otros, como Julio Victoria, que hicieron de la música su razón de existir, que encontraron en las armonías una pasión única para dedicarse a la música el resto de su vida.
Cuando Julio Victoria tenía nueve años comenzó a jugar tenis, un deporte que se convirtió en su pasión y como el talento no le hacía falta, empezó a competir de manera profesional, fue así como llegó al sur de Alemania, allí competía y una vez que terminaba las competencias iba a las tiendas de discos para explorar nuevas sonoridades, la primera que visitó fue Plattentasche y marcó el comienzo de su prometedor futuro musical.
Además de encontrar joyas discográficas, en estas tiendas de discos frecuentemente se topaba con músicos y productores que le dieron una visión más amplia de la música, de la música electrónica para ser más específicos. En aquel entonces, Victoria era el “dj” de los entrenamientos de tenis, ya que era quien usualmente elegía la música para los calentamientos, sus compañeros disfrutaban tanto de su selección musical que nunca se opusieron.
Entre los estridentes sonidos de Metallica, una de sus bandas favoritas, mucho rock and roll y música electrónica, por supuesto, transcurrían estos entrenamientos. Pero luego de explorar en tiendas de discos, conocer actores de la escena musical en Alemania y elegir la música para sus entrenamientos Victoria vio en vivo a Kraftwerk y fue entonces cuando algo de lo que vio aquella noche “le voló la cabeza”.
“Kraftwerk es un gran referente, es increíble la manera como nos mostraban la música de una manera mucho más análoga, siempre me despertaron mucha curiosidad sus discos, hace parte de esa investigación y de esas ganas de empezar a entender la música, cómo podemos presentarla, no solo como Djs sino expresar algo que va mucho más allá de la música. Marca un momento muy importante en mi recorrido musical aún los sigo escuchando y los seguiré escuchando para toda la vida”.
Aunque la decisión no fue fácil, Victoria sabía que esa sensación que le produjo Kraftwerk nunca la iba a sentir con el tenis, incluso si se convertía en el próximo Kei Nishikori, su tenista favorito. Así que dejó las raquetas de lado para embarcarse en un universo musical lleno de beats, sintetizadores, vinilos e infinitas sonoridades que solo él podía construir.
Durante sus ya 14 años de trayectoria musical se ha consagrado como uno de los artistas y productores más importantes en Colombia, no solo en la escena electrónica, pues si hay algo que lo caracteriza es romper límites. En su búsqueda incesante por un sonido propio, se ha alimentado de géneros como el house y el techno, pero también de las atmósferas sonoras de la naturaleza, instrumentos musicales que no pertenecen propiamente a la electrónica y samples de música de otras épocas y géneros.
Sus shows se convierten en una experiencia multisensorial donde el sonido y las visuales envuelven a los asistentes en un viaje sonoro único. Su música ha hecho vibrar la tarima de festivales como el Baum Fest, lll Points Miami, Lollapalooza, Estéreo Picnic y con sus mezclas ha logrado encender escenarios al otro lado del océano y conectar con otras culturas.
Esa pasión que sintió la primera vez que escuchó música electrónica o cuando vio a Kraftwerk en vivo aún está presente en su ser, por eso no se cansa de experimentar y trabajar para seguir integrando distintas artes en su proyecto, estar en constante movimiento y seguir involucrando músicos de distintas procedencias y tendencias para soportar su propuesta sonora en vivo.
El próximo 9 de julio el artista se presentará en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo bajo el formato Julio Victoria Live Band & la Nueva Filarmonía, Colombia, que plasma a través de sonidos esa investigación musical que Victoria realizó al interior de Colombia para rescatar los ritmos tradicionales de la costa Pacífica, los Llanos Orientales y más. Un show sin precedentes que a través de capas y texturas logra un resultado musical auténtico y novedoso.