Mocoa se reconstruye con deporte
Tras la tragedia natural sucedida el 1 de abril en la capital del Putumayo, Mocoa, el país entero se solidarizó con su gente. Las ayudas llegaron hasta tal punto que las autoridades competentes hicieron un llamado para dar por terminada la dación de las mismas. Llegó el momento de la reconstrucción y el deporte hará lo suyo.
De acuerdo a datos oficiales, la tragedia afectó a más de 20.000 personas, de las cuales el 40% corresponden a niños y jóvenes de educación escolar. Más allá de proceder con actividades y estrategias en torno a la superación de la tragedia, la infraestructura deportiva juega un papel fundamental: reconstruir los escenarios afectados, y remodelar aquellos que en el olvido han quedado.
Como derecho fundamental del hombre, el deporte constituye una actividad vital para construir sociedad, romper barreras y como elemento de esperanza a quienes la dan por perdida. Este último aspecto es clave, sobre todo en la juventud y la niñez sobre quienes están cimentadas las bases de la reconstrucción física y anímica de Mocoa.
Hay acciones concretas que se han realizado, y que deben ser reconocidas. Coldeportes, por ejemplo, ha decidido otorgarle a Putumayo un cupo directo a la final de los juegos intercolegiados a realizarse a finales de septiembre en el Valle del Cauca. Esto motiva a los jóvenes y niños a prepararse cuanto antes para disputar la fase definitiva de estos juegos de una forma adecuada y con el tiempo suficiente para adquirir nivel.
Por otra parte, es un gesto notable que le hayan dado a Mocoa la sede de los VII Juegos Deportivos de la Orinoquía y Amazonía Colombiana, a desarrollarse en Junio de 2018. Aparte de atender necesidades en materia de infraestructura, se transmiten mensajes de estímulo a los habitantes de la capital del Putumayo para promover actividades deportivas, y por supuesto a estar atentos a la evolución de las obras de construcción y remodelación de los distintos escenarios deportivos.
Recordemos que estos juegos albergan un total de 10 departamentos que comprenden esta bella región, como lo son Casanare, Meta, Caquetá, Putumayo, Amazonas, Arauca, Vichada, Guainía, Guaviare y Vaupés; a su vez, más de 1.500 deportistas participarán en estas justas en deportes tradicionales y actividades autóctonas tales como la danza indígena y tiro con cerbatana entre otros.
Previo a este gran evento deportivo y alejándonos un poco del campo competitivo, Mocoa requiere darle apoyo a quienes ven en el deporte una oportunidad de aprovechar el tiempo libre. Monitores, campistas y gestores que lo han perdido todo en la tragedia, han venido capacitándose para dar apoyo a la población más vulnerable. La idea es organizar una serie de juegos interbarriales, los cuales acogerán a los 15 barrios más afectados por la calamidad.
De esta manera, el deporte pone de manifiesto una vez más su aporte a la construcción o, en este caso, reconstrucción de Mocoa. Más que complacernos por ello, conviene estar atentos a que todas estas acciones se hagan realidad a mediano y largo plazo, y que la actividad recreativa sea el punto de partida para demostrar que aún desde el infortunio, los damnificados siempre tienen una segunda oportunidad.