Concierto Radiónica 2021: Aterciopelados
Aterciopelados es una muestra de historia cultural latinoamericana, una historia de realismo mágico donde el caribe es atómico, la mujer gala, el bolero falaz y el gozo siempre poderoso.
Todo comenzó en 1988 cuando Héctor Buitrago y Andrea Echeverri crearon la agrupación Delia y Aminoácidos, esta fue la semilla de lo que hoy conocemos como Aterciopelados. “Yo era como una niña bien que había estudiado arte y conocí a Héctor, que era el primer punk que veía en mi vida y me enamoré de él y de toda esa estética”, cuenta Echeverri.
Andrea estudiaba Bellas Artes en la Universidad de los Andes y allí conoció a Héctor, quien se convertiría en su pareja y compañero de banda. Luego de tocar durante un tiempo en la escena underground de Bogotá, una ruptura sentimental también sería la causante de la separación musical.
Las piezas de dos corazones rotos se volvieron a unir a través de la música y así nació Aterciopelados en 1993. Fue en los estudios de la Universidad Javeriana donde la banda grabó su primer sencillo: “Mujer Gala”, una canción que más allá de tener un significado profundo, en realidad es un juego de palabras que les parecía chistoso, incluso, en la actualidad Andrea Echeverri necesita tener la letra para poder cantarla.
La banda llevó “Mujer Gala” a las emisoras, a pesar de que tenía un sonido muy precario, según cuenta Buitrago, a la audiencia le gustó y la pedían una y otra vez, a los discjockeys también les gustó porque duraba aproximadamente 1:30 minutos y cuando tenían poco tiempo para cerrar un bloque era la canción perfecta para poner.
Gracias al éxito de esta canción, el sello disquero BMG los contrató para hacer su primer trabajo discográfico: Con el corazón en la mano (1993).
En octubre de 1995 se publica el disco insignia de Aterciopelados, El Dorado, considerado como uno de los mejores álbumes en la historia del rock colombiano e iberoamericano. Fue producido por Federico Lopez y gracias a él, el sonido de la banda llegó a un público más amplio, ya que involucró sonidos autóctonos colombianos y dejó un poco rezagado el punk que era la idea inicial de la agrupación.
Debido al éxito del álbum El Dorado (1995) Aterciopelados se presentó como telonero de Caifanes, hizo parte de la primera versión de Rock al Parque, vendió miles de copias en Latinoamérica y Europa, y en sus viajes a España fue el acto de apertura de Héroes del Silencio.
Luego, la banda viajó a Londres para grabar La Pipa de La Paz (1996) bajo la producción de Phil Manzanera. Allí Andréa y Héctor estuvieron durante un mes y por casualidad se encontraron con un festival de música colombiana, entablaron conversación con Cimarrón para grabar “La Culpable” y unos vallenateros que hacían parte del evento grabaron en “Baracunatana”.
Desde el primer disco que lanzó Aterciopelados, Héctor Buitrago soñaba con usar música electrónica, pero, según cuenta, era muy complicado porque tenían que utilizar midi. Así que para la grabación de Caribe Atómico (1998) viajaron a Nueva York para experimentar con el universo electrónico y del trip hop.
La banda eligió a Andrés Levin como productor, sobre todo por su bagaje con los sonidos electrónicos y gracias a él le dieron un nuevo sonido a Aterciopelados.
Después de grabar en Bogotá, Londres y Nueva York con importantes productores, la banda se quedó sin disquera, ante la crisis de la industria musical BMG cerró y el futuro era bastante incierto.
Sin embargo, ambos tenían una premisa clara: ”Aunque no haya disquera ni haya plata, seguimos haciendo música”, así que Héctor Buitrago puso en práctica todos sus aprendizajes con los productores y produjo el disco Gozo Poderoso (2000), que además fue grabado en su apartamento de Cedritos en Bogotá.
En esa época la banda estaba tomando yajé, y esa experiencia fue de gran influencia para el disco en canciones como “Chamánica” o “Esmeralda”. Fue un ejercicio de independencia que demostró el talante de Aterciopelados, pues este álbum ganó el premio Grammy Latino a Mejor álbum vocal grupo o dúo.
En el 2004 tras el proceso de maternidad de Andrea hubo un receso en Aterciopelados. Ella grabó un álbum homónimo en solitario: Andrea Echeverri (2004); mientras que Héctor también realizó su propio proyecto produciendo su álbum experimental Conector (2006) en el que participaron Julieta Venegas, Alex Ubago, y hasta la misma Andrea.
Dos años después, Héctor y Andrea volvieron a unirse para lanzar su sexto álbum de estudio titulado Oye (2006), con el cual ganaron el premio Grammy Latino a Mejor Álbum de Música Alternativa, también firmaron con Nacional Records, una pequeña casa discográfica.
En 2008, Héctor recibió una invitación para navegar el contaminado río Bogotá, tenía que utilizar trajes especiales y durante dos días vivió una experiencia impactante, tanto así que lo inspiró a componer la canción “Río”, que también le dio nombre y concepto al álbum.
Bajo la producción del músico se hizo este disco que promueve mensajes ecológicos y que plasma las visitas de Héctor al río Bogotá.
De nuevo Aterciopelados se da un respiro y Andrea Echeverri graba su segundo disco como solista titulado Dos (2010), Héctor también edita su segundo álbum en solitario: Conector ll (2012), Andrea también realiza el disco Ruiseñora (2012) que fue nominado al Grammy Latino como Mejor Álbum Cantautor.
Con motivo de celebrar sus 20 años de carrera en el 2014 se lanzó el libro Con el Corazón en la Mano, una publicación llena de color, estética, fotos y artículos de prensa únicos como Aterciopelados.
En 2016 la banda lanza Reluciente, rechinante y Aterciopelado, un álbum en vivo que recorre los grandes éxitos de la banda. Una mirada al pasado y una forma de agradecer por ese importante capítulo que ha escrito la banda en la historia del rock colombiano.
Luego de 10 años sin lanzar música nueva, la banda sorprendió con el lanzamiento de Claroscura (2018), que muestra una dualidad de personalidades entre la claridad y la oscuridad. El disco comenzó a crearse luego del reencuentro de la banda a propósito de los 20 años de Rock Al Parque, según cuenta Andrea "Héctor y yo estábamos peleados y luego de Rock al parque sentimos mucha emoción y ganas de hacer cosas."
Y en plena pandemia, Aterciopelados siguió componiendo, durante el 2020 lanzó Tropiplop, un disco que juega con el uso de ese tropi rock colombiano. Uno burlón y que se combina perfectamente con los sonidos electrónicos, beats, sintetizadores, gaitas y tambores.
Acá la banda se enfoca de una manera ácida, cómica y crítica a las situaciones de corrupción que se presentan en la actualidad colombiana, así como también a las de otros países de Latinoamérica. El álbum también explora los estereotipos que carga la feminidad, la importancia del arte y del planeta.
Con más de 30 años de trayectoria, nueve álbumes de estudio, cuatro compilados, e importantes premios bajo el brazo, Aterciopelados se prepara para hacer vibrar la Media Torta con una mezcla entre sus clásicos y sus más recientes lanzamientos.