Lo que no me gusta de mi artista favorito: Deftones
De discos olvidados, despedidas amargas, ideas encontradas y nostalgias del pasado, cuando las bandas crecen y uno también con ellas.
Las alegrías que nos trae la música de un artista predilecto se convierten en sensaciones casi siempre indescriptibles, a veces analizar lo que no nos gusta se convierte en algo muy difícil; por eso trataré ese otro la de mi banda favorita, Deftones. Pensando sobre esta premisa, tuve que adentrarme en la compleja tarea de escuchar de nuevo su cambiante discografía, la cual siempre disfruto de comienzo a fin.
Luego de atar cabos, momentos y canciones, encontré 5 cosas que no me gustan o que simplemente me entristecen en ciertos aspectos: el álbum Saturday Night Wrist (2006), el accidente y fallecimiento de Chi Cheng, un misterioso disco llamado Eros, los inevitables egos y otras diferencias creativas.
Erase una vez los ollies, los flips y las calles…
Mi historia con Deftones comenzó hacia el año 1998, cuando conocí la banda gracias a mis primos, quienes un sábado cualquiera escuchaban Around The Fur (1997) a todo volumen. Confieso que no le presté mucha atención en aquel tiempo, mi kilometraje musical aún tenía con pocas cifras y hasta ese entonces descubría sonidos pesados primarios… Ese aún no era nuestro momento.
Comenzaban a correr los primeros años del siglo XXI, la adolescencia abría mi mente hacia otras perspectivas, las calles mostraban códigos y maneras de relacionarse con los amigos del barrio. Por esa razón, aunque ya no lo practique con juicio, agradezco que el skateboarding haya llegado a mi vida. Ahora simplemente salgo a rodar como una manera de hacer catarsis.
Entre tantos viajes, siempre con ganas de descubrir nueva música, era recurrente hacer cacerías a través de las emisoras, grabando canciones en casetes o creando colecciones de videos con el VHS. Una tarde en cierto programa musical, vi por primera vez el video de Bored del álbum Adrenaline (1995); este evento me voló el cerebro porque encontré algo que musicalmente era cercano a mi personalidad, tanto en estética como en letras, ya que las emociones siempre han sido algo permanente en sus canciones.
Curiosamente, por algún motivo, los Deftones empezaron a aparecer recurrentemente en mi vida, es difícil explicarlo pero fue como un llamado, porque hasta en otras de mis pasiones como lo son los cómics y las películas, ellos hicieron de las suyas. Fue extraño que descubriendo el mundo de James O’Barr y el imaginario de El Cuervo, mientras veía la cinta City Of Angels (1996) aparecieron en una de las escenas finales interpretando la canción Teething.
Esa complicidad duró varios años porque escuché y re-escuché todos sus discos hasta el 2005, allí hubo de nuevo la necesidad de descubrir otros sonidos, reinventarse e ir más allá. Esto implicó desconectarme de la banda, pese a que supe del lanzamiento del Saturday Night Wrist (2006) y el accidente de Chi Cheng. Siempre hubo algo en mi cabeza que me reconectaba con ellos, un sentimiento raro que hoy en día sigo sin comprender.
Hacia finales del 2010 tuve la fortuna de escuchar el disco Diamond Eyes (2010), ya que según las reseñas y la crítica fue uno de los trabajos discográficos del año. Bastó sólo con escuchar la primera canción para reconectarme, encontrar de nuevo ese vínculo que años después me llevaría a buscarlos en otro país y verlos en concierto, esa misma conexión que hasta el día de hoy nunca me defrauda, siempre me acompaña y me hace sentir vivo.
Saturday Night Wrist, el disco del vacío
La primera cosa que no me gusta de Deftones es este disco, no porque sea malo, pero sí porque lo vine a escuchar con atención cuando llegué a dicha reconexión.
Para mí este es un trabajo que resulta siendo extraño, implicó un periodo de transición en el que hubo tensiones, además de un cambio de productor, pues en él estuvo Bob Ezrin. No hubo una labor orgánica, el equipo de disolvió, cada uno entregó la tarea por su cuenta, simplemente porque había que cumplir con un contrato y lidiar con problemas personales bastante delicados.
Es un disco difícil de escuchar, precisamente por lo arduo que resultó sacarlo adelante, las decisiones creativas son un tema complicado. Es triste entender que las bandas a veces no están alineadas y sus integrantes no están al 100%. Pese a todo esto, considero que es un álbum con grandes canciones, mucha experimentación y el riesgo que siempre los ha caracterizado, es claro que temas como Hole In The Earth, Xerces, Combat, Cherry Waves, Mein, y U,U,D,D,L,R,L,R,A,B, Select y Start aportan a que sea una producción interesante.
Coincidencia o no, este vacío que tuvo la banda con su quinto trabajo en estudio se dio a la par con ese profundo espacio en el que no estuve pendiente de ellos, donde tampoco los pude ver en el concierto de Bogotá (2007), ya que siendo estudiante universitario y contando con poco dinero en los bolsillos, forzosamente opté por ver a Roger Waters un mes después.
Chi Cheng, siempre recordado
Mi regreso a escuchar Deftones en 2010 implicó una tarea importante, porque significó ponerme al día con todo lo que había sucedido, fue como una falta que debía reponer, porque pese a que supe de los principales acontecimientos en noticias, era pertinente ahondar sobre los detalles. Fue entonces cuando comprendí con mayor madurez que la banda pasó por momentos muy difíciles, ya que Chi Cheng fue uno de sus pilares principales en todos los sentidos; desde la identidad del grupo hasta lo musical, él fue uno de los responsables de su pesado y característico sonido.
Fue triste comprender el estado de coma que debió vivir por más de 4 años, la forzosa entrada de Sergio Vega como reemplazo en una situación compleja, los esfuerzos de la banda con presentaciones para costear los tratamientos, las iniciativas de agrupaciones y músicos amigos, el ímpetu y la movilización de los fanáticos por ayudar.
El 13 de abril de 2013 Chi Cheng falleció a causa de un fallo cardiorrespiratorio a los 43 años. Por parte de la banda hubo un silencio absoluto. Como seguidor uno quisiera que estas cosas nunca sucedieran, pero la vida misma toma decisiones que no son fáciles de comprender, eventos que trastocan todo en un segundo.
Es un misterio saber qué hubiera pasado con Deftones si Chi aún viviera, su partida dejó un vacío gigante, uno que tanto para músicos como fanáticos es difícil de asimilar. Por fortuna, pese a este triste suceso llegó un excelente reemplazo, pues Sergio Vega es el más reciente miembro del equipo, su experiencia en bandas maravillosas como Quicksand demuestran que ahora ésta es su responsabilidad.
Eros, el álbum perdido de Deftones
Como les comenté tuve que recapitular lo sucedido durante aquel periodo, así descubrí que existe un disco que comenzó a realizarse y que por la coyuntura de Chi Cheng quedó suspendido. Eros es una producción que despierta emociones diversas dentro de su estado oculto, los demás músicos optaron por no seguir desarrollándolo para respetar temas creativos alrededor del aporte de Chi, además incurrieron luego en otros caminos hacia nuevos discos como Diamond Eyes (2010), Koi No Yokan (2012) y Gore (2016).
Satuday Night Wrist (2006) fue un declive dentro de su carrera, pero luego de reflexionar y darse cuenta de su hermandad, la banda optó por comenzar a desarrollar un nuevo álbum, alineados como equipo y bajo la orientación de su anterior productor, el reconocido Terry Date. Es una sensación amarga saber que venían con un ímpetu renovador para crear un trabajo contundente, pero que este impulso se vio eclipsado por los azares de la vida.
Como fanático, al igual que miles alrededor del mundo, siento que este es un disco que debe ser finalizado y publicado, así se deban solucionar primero diversas situaciones legales. Qué importa si no existe una promoción del mismo con conciertos y giras multitudinarias, lo trascendental es que el arte se preserve y sobre todo se le de perpetuidad a Chi Cheng con la última placa la en que participó.
Solo el tiempo lo dirá, los seguidores sabremos esperar con paciencia si algún día esto ocurre. Según dicen Eros es un disco oscuro, complejo, fuerte y nostálgico, en la web se encuentran algunas versiones no definitivas de canciones como Dallas, Melanie y la preciosa Smile, las cuales dan cuenta que esta producción tiene algo especial.
Egos inevitables y diferencias creativas
Si bien el regreso de Deftones como el ave fénix se dio gracias a un trabajo espectacular llamado Diamond Eyes (2010), las diferencias creativas siguen siendo un tema complejo.
Como fanático uno siempre anhela que los discos nunca defrauden, que los artistas den el todo por el todo en cada producción, pero es pertinente entender que eso no es fácil, la música es algo creado por humanos y allí también influye lo que pasa en la vida de cada músico. Saturday Night Wrist (2016) no fue el único choque en la banda, Gore (2016) también tuvo inconvenientes y controversias; Stephen Carpenter no simpatizó con el disco y Chino Moreno afirmó que la banda no estuvo al 100%
Escuchar Gore (2016) fue algo revelador, porque demostró que el grupo no quiere detenerse dentro de su exploración, aunque muchos seguidores quedaron con una sensación de que pudo haber sido mejor. A pesar de los errores todo salió bien, el disco no fue bien recibido por algunos, mientras que por otros fue alabado; pero eso es algo bueno, porque permite que haya dinamismo en su interpretación.
Si hay planes de nueva música, esperemos que el resultado pueda ser del 100%, ya que si lo anterior ha sido sorprendente, no está de más imaginar como será un nuevo regreso con todos los sentidos alineados. La crítica ha calificado a Deftones como el Radiohead del metal, pero a decir verdad Deftones suena a Deftones.
Las bandas crecen y nosotros con ellas
Si están leyendo estas líneas finales, espero que hayan apreciado esta perspectiva personal de una agrupación destacada, que ha cambiado la vida de cientos de personas alrededor del mundo.
Me gustaría dejar una reflexión final: si usted tiene una banda favorita que lo ha acompañado desde hace muchos años, analice por un instante cómo ha cambiado esta durante todo este tiempo, a través de sus discos y etapas. Pero piense cómo era usted en el momento que escuchó por primera vez una de sus canciones, luego compare como es usted en este instante, en pleno presente… ¿de qué manera se transforma nuestra vida con la de los artistas?
Encontrarán que hay vínculos únicos, indescriptibles, uniones que nos hacen uno entre humano y música. Luego si pueden piensen en aquellas cosas que no les gustan de esta banda, no es una tarea fácil. Es así como uno se identifica con la música, pase lo que pase esta siempre vuelve a nosotros, tal vez cuando más lo necesitamos, nunca falla y esta ahí para darnos sentido.