Juan Pablo Echeverri: el artista de las mil personalidades
Hacer arte en un país como Colombia es un acto lleno de valentía y rebeldía. Estas eran dos características de Juan Pablo Echeverri, un colombiano que encontró en lo más profundo de su ser la materia prima para explorar temas como el cuerpo, la identidad, la imagen y la sexualidad. A través de fotografías, performance y videos, el artista marcó un hito en el arte contemporáneo de nuestro país, fue un visionario cuya obra es el reflejo de la fragmentación de identidad de nosotros, los seres humanos y aunque haya partido del plano terrenal su obra, sus reflexiones y su legado serán recordados para siempre.
En un texto en el que el crítico de arte Jaime Cerón, asesor de tesis de Echeverri y profundo conocedor de su legado, habla sobre la obra del artista, acude a la explicación de ”la función del yo” según el psicoanalista francés Jacques Lacan, la cual consiste en abordar la forma en la que los niños y niñas en sus primeros meses de edad se miran al espejo y se enfrentan a un ser que parece desconocido, pero que en realidad es su reflejo. Esto con el fin de plasmar que “la imagen de nuestro propio cuerpo conserva el fantasma de la semejanza a alguien más y el cuerpo de los otros siempre puede pensarse como el propio cuerpo” y que este principio siempre caracterizó las creaciones de Echeverri.
“Miss Fotojapón” es una de las obras más destacadas de Echeverri y partió de una simple pero asombrosa idea. Cuando estudiaba Artes Visuales en la Universidad Javeriana todos los días iba a Foto Japón, el reconocido y popular estudio fotográfico, para hacerse una fotografía tipo documento de 4x5 c.m. No solo coleccionaba sus cambios físicos, sino todas las identidades posibles que un solo ser podía tener cuando se enfrentaba a la cultura, a las modas y a la globalización. Según menciona el fotógrafo y periodista Tiago Ramírez, “la fotografía como documento de lo permeable que es el cuerpo ante el capitalismo”.
Entre las cosas más sorprendentes de esta obra es que cuando el espectador la ve por primera vez piensa que son varias personas, pero la magia cobra relevancia cuando se dan cuenta que se trata del mismo ser, del artista, el estudiante, el gran narrador, aquel que se pintaba el cabello de un rojo escandaloso, que le encantaba maquillarse y usar ropa con huecos, del hombre de las mil personalidades cuya vida, como lo menciona su amiga y también directora de los Museos de arte y otras colecciones del Banco de la República, María Wills, “estaba llena de sarcasmo, pero también de dulzura”.
Echeverri fue transgresor, su obra fue protagonista de una de las controversias artísticas más destacadas de los últimos años en Colombia. Según cuenta Jaime Cerón, en una muestra de moda latinoamericana Echeverri exhibió trajes de distintos diseñadores sobre ‘pequeños maniquíes’ que en realidad eran muñecas Barbie. “El malestar que produjo esta muestra dentro del campo profesional del arte, no provino de presentar dichas muñecas en el Mambo, sino del equívoco de que se promoviera como una muestra sobre moda, y no de muñecas y que su patrocinador fuera Mattel. El escándalo de esta muestra del mercadeo como curaduría, terminó visibilizando involuntariamente el proyecto de Echeverri porque llevó hordas de espectadores al museo que terminaron viendo su proyecto”.
Son muchas las historias sobre la obra y el legado de Echeverri, no en vano expuso en distintos museos y galerías del mundo como The Photographers’ Gallery en Londres, Ps1 en Nueva York e Itau Cultural en São Paulo, entre otras. “La muerte me sienta bien” fue su última obra y como si fuera una especie de premonición, el artista falleció este jueves 16 de junio a sus 43 años por malaria.
Para recordar su historia, su legado y su relevancia en el mundo del arte en Colombia hablamos con María Willis, quien conoció a Echeverri en los 2.000 y desde entonces entabló con él una relación de amistad y de trabajo, y con Jaime Cerón, curador y director artístico del 46 Salón Nacional de Artistas, quien conoció al artista en 1998 cuando era Gerente de Artes Plásticas, un par de años después Echeverri le pidió ser su asesor de tesis, de ahí salió la idea para hacer Miss FotoJapón.
La relación de los curadores con Juan Pablo Echeverri y su obra
- María Wills, directora de los Museos de arte y otras colecciones del Banco de la República de Colombia, sobre su legado
“Compartí con Juan Pablo momentos muy importantes de mi vida. Fue con Paulo Licona en los dosmiles tempranos, mi primer compinche en mi trabajo en museos, donde él era guía y tallerista de grupos y en este país tan godo él solo refrescaba el ambiente.
Para mí fue a mis 23 años, enseñanza pura sobre el sentido de diversidad, sobre la libertad. Llegaba a cada guía por el museo con el pelo rojo escandaloso, con huecos en la ropa, maquillado de repente y era el mejor narrador de historia del arte, rompiendo todos los prejuicios cultos, desde los más kitsch popular, hasta lo más sofisticado. Siento que viví con él la vida “Foto japón”, esos calendarios de vida que preceden la selfie y que narran que somos ante todo proyecciones de las identidades múltiples que nos arroja la sociedad de consumo.
También viví con él el montaje de y la realización de Wolfgang Tillmans en Colombia de quien coordiné la curaduría y exposición. Desde ahí trabajo intensamente con ese mega fotógrafo. El montaje fue de los más exóticos que he tenido porque las fotos de Tillmans no tienen marco y solo pueden ser manipuladas por muy pocos. La sala estaba totalmente controlada. Solo podían entrar las 4 personas que designó Tillmans y Juan Pablo era el único colombiano que lo acompañó. Ahí me enteré que estaba embarazada y a él fue la primera persona a la que le conté. Sentí una intimidad con él inmensa”.
- Jaime Cerón, crítico de arte, curador y director artístico del 46 Salón Nacional de Artistas
“ Yo soy crítico de arte y curador. Fui Gerente de artes plásticas del Distrito, Decano de la ASAB, Asesor de Artes del Ministerio de Cultura, Curador de la Fundación Misol, Subdirector del Idartes y actualmente soy el director artístico del 46 Salon Nacional de Artistas. También he sido profesor universitario de la Nacional, la Tadeo, los Andes, la Asab, el Bosque y la Javeriana. Conocí a Juan Pablo en 1998, cuando era Gerente de Artes Plásticas y un par de años después él me pidió ser su asesor de tesis. De ese proceso surgió su proyecto Miss foto Japón que se expuso abiertamente en 2003 en el Mambo”.
Sobre la importancia de la obra de Echeverri y los hitos que más marcaron su carrera artística
- María Wills
“Juan Pablo es único, me parece un total visionario y su obra es un reflejo de la fragmentación de identidad que tenemos por los medios masivos y la sociedad pop y de consumo. Fue también un precursor absoluto de lo que es la vida de hoy, la selfie, el retrato como forma de relato sobre el tiempo y su obra era un calendario que habla sobre la diversidad, la libertad y la apertura a las identidades múltiples que en realidad todos somos, pero la sociedad conservadora nos obliga a aniquilar para encajar en modelos tradicionales”.
- Jaime Cerón
“Muy tempranamente, Juan Pablo Echeverri se encaminó a desdoblar el cuerpo, el suyo propio, para explorar desde allí las fantasías de identidad que un sujeto puede imaginar. Empleó la fotografía y el video para atestiguar las implicaciones de asumir temporalmente la opción de ser otro. Su obra en conjunto plantea inquietudes acerca de la estabilidad de las identidades que asumimos y sobre las posibilidades de acercarnos empáticamente a lo que no somos o más bien a lo que no sabemos qué también somos.
El principal eje estructurante de su obra fue el autorretrato. Sin embargo, él se alejó completamente de las concepciones humanistas de ese género, tan centradas en nociones de auto identificación y verdad, para explorar la opción de ver el autorretrato como un doble al que le es posible hacer todo aquello que se le negaría a un sujeto por sus condiciones de género, raza, sexualidad o clase. Al cruzar ese umbral el Yo puede ser alguien más, alguien que nos permita extender nuestro universo subjetivo hacia el mundo de otro”.
Sobre su legado en el mundo del arte
- María Wills
“Para mí, él es y será un icono aunque suene exagerado. Todo un luchador además en un medio supremamente precario como es el arte en el país. Su obra más emblemática es Missfotojapon, pero realmente su vida entera era una obra. El arte mismo era su vida, su existencia performática, sus disfraces, y esa forma excesiva de tragarse el universo. Su casa era un museo, algo sin parangón, era un acumulador de mariconerias y ternuras. Su vida estaba llena de sarcasmo, pero también de dulzura y belleza”.
- Jaime Cerón
“Sin duda fue un protagonista de su generación y una figura de referencia en el campo del arte colombiano, pero aún faltan muchos acercamientos al acervo que constituye su obra para entender sus verdaderos alcances artísticos e históricos. Esa es la tarea que nos involucrará a muchos a partir de ahora”.