Dos exposiciones imperdibles en la Galería Santa Fe
En el mes de julio se inauguraron dos exposiciones en la Galería Santa Fe, en el centro de Bogotá. Quedan un par de semanas para poder visitarlas, convirtiéndose en un perfecto plan para disfrutar el fin de semana. La primera es Gris de Edwin Sánchez y la segunda El fruto es un punto en la trama del colectivo Con la Cuchara no se Juega.
Ambas muestras estarán disponibles hasta el 7 de agosto y sus puertas están abiertas al público de martes a sábado entre 12:00 m. y 6:00 p. m. y el último domingo de cada mes de 12:00 m. a 4:00 p. m.
A continuación les contamos un poco de qué va cada una.
GRIS
Edwin Sánchez es el ganador del X Premio Luis Caballero. Es diseñador industrial y artista de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, Magíster de Artes Plásticas y Visuales en la Universidad Nacional de Colombia, con estudios en la especialización en Estéticas Tecnológicas en la Pontifícia Universidade Católica de São Paulo, Brasil.
En su obra, ubicada en la sala occidental de la galería, el artista se acerca al fenómeno de la censura social y de cómo operan los “nuevos” mecanismos de control y sometimiento. Mecanismos que no solo someten la indignación popular sino que terminan siendo naturalizados por la sociedad sometida.
Abordando aspectos como la censura mediática, la exposición busca entender su sentido estético, su apelación moral y su transformación a lo largo de la historia, sin dar juicios de valor al respecto. Simplemente brindando herramientas para que sea el espectador el que se pregunte por el status quo.
EL FRUTO ES UN PUNTO EN LA TRAMA
Con la cuchara no se juega, ganador de la Beca exposición temporal en la Galería Santa Fe, es un colectivo conformado por Ana María Roa y Jhonny Chaparro, ambos artistas plásticos, que busca rescatar la diversidad de nuestros alimentos y su consumo, conectándonos con nuestras raíces culinarias: la soberanía alimentaria, el intercambio de saberes locales y el tránsito en el territorio son algunos de los elementos que buscan abordar.
Al pensar el fruto como un punto en la trama, llegan a la cabeza procesos, ciclos, preguntas sobre la proveniencia y sobre el futuro. Pensamiento sobre sus transformaciones, sobre la cosecha, la labor y los saberes que tiene de manera intrínseca. Su forma, textura, sabor y olor y demás elementos que lo pueden rodear.
De esta manera, el colectivo Con la cuchara no se juega se acerca a sus temas de interés, incluyendo al público en este tipo de reflexiones, en la historia de los alimentos locales y la noción de lo comunitario y la generación de redes de nutrición, sostenimiento y apoyo.