Motociclistas al volante: la educación de todos los actores viales en el Atlántico
La imprudencia al conducir, el exceso de velocidad, la nula (o muy poca) capacitación en la conducción, no respetar la distancia de seguridad entre conductores y la falta de empatía en la vía, se registran como las causas más comunes por las que motociclistas en el Atlántico son protagonistas de accidentes de tránsito que en algunas ocasiones pueden quitarles la vida.
De acuerdo con el Instituto de Tránsito del Atlántico, 72 motociclistas han fallecido hasta el mes de agosto del 2022, representando un aumento del 22,03 % en comparación con el año anterior, cuando se registraron 59.
Las cifras revelan que Barranquilla ha registrado 31 motociclistas fallecidos en el 2022, aumentando 3 casos en comparación con el 2021, y que representan un 10,71%. El segundo municipio que más fatalidades registra en estos actores viales es Soledad, con 12 casos, incrementando un 71,43% tras comparar cifras del año anterior, cuando se presentaron 7 fallecimientos. En los 17 municipios en los que hace presencia la autoridad de tránsito del departamento del Atlántico, se ha identificado que un alto porcentaje de motociclistas no cuentan con licencia de conducción, no tienen la documentación en regla y tampoco portan los elementos de protección.
El estado actual
Sin embargo, estudios más recientes muestran que, en un balance nacional, el Atlántico es uno de los departamentos del país que mayor reducción en muertes por siniestros viales presentó en el último año. Según el informe del Observatorio Nacional de Seguridad Vial, entre marzo de 2022 y el mismo mes de 2023, se redujeron en 12% los fallecimientos en accidentes de tránsito en las vías del Atlántico, ocupando el segundo lugar entre los departamentos con mayor reducción a nivel nacional.
Superado únicamente por el departamento de Boyacá, Atlántico pasó de 75 a 66 muertes en siniestros viales, logrando salvar nueve vidas en la última vigencia. Se destacaron los resultados de Baranoa, Polonuevo, Puerto Colombia, Usiacurí y Soledad, los cuales presentaron descensos entre el 44 y el 100 % en la mortalidad por siniestros viales.
A pesar de representar un pequeño avance en la salvaguarda de la vida de los usuarios de motocicletas, sigue representando un gran reto para autoridades y ciudadanos el uso de este medio de transporte.
Alta accidentalidad
Sin embargo, las responsabilidades no recaen solo sobre los usuarios de motocicletas, pues otro de los agravantes es que algunos conductores de vehículos pesados o automóviles no respetan su presencia en las vías y en ocasiones les cierran el paso, poniendo en peligro sus vidas.
Como nos lo indica Julián Arellana, Doctor en Ingeniería de Transporte se suman los factores ambientales “que pueden asociarse a la infraestructura, donde las motocicletas interactúan con otros vehículos, las condiciones medioambientales, la señalización, los dispositivos de control de tránsito”.
La Secretaría Distrital de Tránsito y Seguridad Vial ha realizado diferentes acercamientos con el gremio de motociclistas, con el fin de generar conciencia y promocionar el cumplimiento de normas de tránsito y uso de elementos de seguridad vial.
Respecto a los controles de tránsito el académico indica que “a pesar que las autoridades utilizan varias estrategias para mejorar la seguridad vial, la confluencia de todos los factores mencionados puede ser un cóctel desfavorable para el número de usuarios de motocicletas que cada vez es mayor, y que hace que los esfuerzos que emplean las autoridades se diluyan o parezcan insuficientes”.
Lo cierto es que en medio de todo este panorama que parece no dar tregua a los conductores de motocicletas y ante el creciente número de accidentalidad deben plantearse alternativas para que tanto motociclistas como conductores de vehículos, buses y camiones, integren una ‘comunidad’ de conductores más segura para todos.
“No existe una receta única para disminuir el número de siniestros. Sin embargo, los esfuerzos deben enfocarse en mejorar todos los factores. La educación vial de los diferentes actores viales es fundamental. También ejercer estrictos controles de velocidad (sobre todo en vías de alto tráfico mixto donde interactúan múltiples actores), revisiones periódicas del buen estado de los vehículos, y una inversión sostenida en mejorar la infraestructura vial” concluye Arellana.
Recomendaciones
Algunas de las acciones recomendadas para los conductores de motocicletas incluyen un comportamiento seguro al momento de circular por las vías, el uso de los elementos de seguridad, tanto del conductor como del acompañante, el uso adecuado de los dispositivos luminosos, que deben estar encendidos mientras se moviliza durante la noche y portar los documentos requeridos por las autoridades.
En este episodio de Chévere Pensar en Voz Alta conoceremos la historia de Jorge Andrés Sarmiento, un motociclista lesionado en un accidente en las vías del departamento del Atlántico que evidencia la responsabilidad que compartimos todos como actores viales.