Estrategias educativas en el confinamiento: retos y herramientas
Despertar. Ducharse y alistarse. Desayunar y preparar los libros para sentarse frente a los monitores de computador o pantallas de dispositivos móviles. Esta, es la rutina a la que se habituaron, desde hace más de un año, niños, niñas y jóvenes durante su jornada para continuar con los calendarios académicos trasladados al hogar.
El sistema educativo ha asumido uno de sus mayores retos en la historia reciente a partir del confinamiento por el COVID-19. Mientras se ha trabajado en estrategias que buscan fortalecer la metodología de estudio y darle un impulso a las nuevas formas de aprendizaje, el país asumió, desde el inicio del aislamiento, la implementación de las clases desde los hogares con escasa o nula preparación para las instituciones, padres y estudiantes.
La educación virtual presenta múltiples exigencias, ha demandado que familias enteras acompañen más de cerca el proceso de formación académica de los hijos y que, tanto docentes como estudiantes, desarrollen nuevas destrezas tecnológicas para optimizar el aprendizaje.
El Ministerio de las Tecnologías de Información y Comunicaciones emitió un comunicado el pasado mes de diciembre en el que manifiesta que se redoblaron esfuerzos para avanzar a nivel regional tanto en conectividad, lo que permitirá llegar al 2022 con la conexión en 10.000 escuelas rurales, así como en la entrega de dispositivos digitales, lo que contribuye al cierre de brechas evidenciadas durante la pandemia.
No obstante, existen otros factores adicionales a los desafíos que ha representado la conectividad y las condiciones del lugar de estudio. Encontramos temas más críticos como el desarrollo de la concentración durante tiempos prolongados, las dificultades en la comprensión de lectura, la distribución del tiempo al enfrentarse a las actividades cotidianas y el estrés derivado de esta modalidad de aprendizaje en medio de una situación completamente nueva para una generación que recordará los años de estudio desde el encierro.
La atención y el interés por un tema, especialmente en los preescolares, representa una gran dificultad y una de las principales causas por las cuales los niños, niñas y jóvenes no logran sus objetivos académicos, lo que genera mayor tensión en sus familias.
Ante esta realidad, han surgido o reforzado algunas prácticas que han permitido el mejor desempeño de los menores y que se plantean como alternativas para la educación no solo en el período en que continuemos confinados, sino como sugerencias para consolidarse en el futuro.
Yoga y meditación
Una de las prácticas más difundidas recientemente en el mundo occidental es el yoga. Los antiguos yoguis en las selvas de la India y la China, observaban en ese ambiente pacífico, a los animales con quienes compartían su soledad; sus movimientos, sus posturas de descanso y sus métodos de curación instintivos. Ellos experimentaron las diferentes posturas de los animales en sus propios cuerpos y descubrieron los efectos de esos movimientos en sus órganos y glándulas (descubrieron esa sutil interdependencia ente cuerpo y mente). Por este motivo, muchas de las posturas de yoga recibieron el nombre de los animales que las inspiraron: la cobra, el león, la liebre, el pez, el pavo, entre otras.
La palabra yoga significa unión, y su objetivo es, precisamente, la unión de la mente individual con la mente cósmica. El yoga no es una religión, es una técnica espiritual muy profunda para el autoconocimiento que permite descubrir la naturaleza divina, en la persona misma. En el año 2016 fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, según la Unesco, “basado en la unificación de la mente, el cuerpo y el alma, la práctica del yoga mejora el bienestar mental, físico y espiritual de las personas”. Por ello, cada 21 de junio en el mundo se celebra este legado que la India le dejó a la humanidad.
En estos tiempos en los que suele nublarse la esperanza y se necesita una fuerza interior que supere nuestros propios miedos, el yoga y la meditación han sido herramientas espirituales efectivas para el crecimiento personal de muchos niños, niñas e incluso sus propios padres, que han encontrado refugio en la conexión con ‘yo’ interior y con el universo.
Amador Martos en el libro La educación cuántica, manifiesta que “la meditación, aplicada prácticamente en los centros escolares, tiene muy buenos resultados: estimula la creatividad de los niños, ayuda en el desarrollo de la inteligencia emocional, reduce la violencia conocida como bullying, mejora los procesos de aprendizaje, aminora la sobre estimulación propia de la era de Internet y mejora la convivencia escolar”. La meditación se convierte así en un medio para la sanación trascendental del ser humano desde la infancia.
Sin atención consciente, las funciones prácticas carecen de foco y resulta complejo que los estudiantes se enfrenten a la resolución de retos y problemas. Por eso es tan importante que desde muy pequeños se enseñe a los niños y niñas a parar y observar antes de actuar. Así podrán conocerse mejor, desarrollar estrategias de autocuidado y bienestar, y tomar decisiones más adecuadas.
En Barranquilla, desde el año 1986 funciona en el sur-occidente de la ciudad el centro Educativo Neo-Humanista "P. R. Sarkar", en donde la Asociación para el desarrollo integral Ananda Marga brinda educación gratuita de preescolar con un promedio anual de 100 niños y niñas del barrio Las Malvinas de entre los 3 y 6 años de edad. La misión de la institución es educar desde el amor, desarrollando en los niños este sentimiento hacia todos los seres creados en el universo, además de profundos valores morales y éticos. Para ello, emplean la enseñanza del yoga y la mediación creando un equilibrio emocional y quietud interior. Con este aprendizaje integran las funciones de los hemisferios izquierdo y derecho, además la meditación desarrolla una perspectiva universal, compasión, intuición, autodisciplina y amor interior. También aumenta la concentración y reduce el estrés.
Los menores son guiados por sus profesores en el proceso de regular el ritmo de su respiración, conocer las posiciones de yoga y aprender a través de narraciones que involucran experiencias vívidas con animales y la naturaleza, a incrementar su amor hacia el universo. Según los docentes, los resultados son muy positivos: “Los niños están más tranquilos, se concentran más y escuchan más atentamente a sus profesores” manifiesta la docente Rosalba Ángulo.
Según lo expresado por los docentes y la psicóloga de la institución, durante este período de aislamiento, los padres se han visto más involucrados en el proceso de aprendizaje de sus hijos, por lo cuál ellos han aprendido también del autoconocimiento a través de esta técnica, afianzando la relación amorosa entre las familias.
Las artes en la educación
Otra de las alternativas reforzadas durante este período, es el aumento en la intensidad horaria de las artes. La educación a través del arte (o educación artística integrada), consiste en la utilización de pedagogías creativas y artísticas para impartir las diferentes materias en las que se utilizan las artes como una herramienta para dar clase. Una educación a través de las artes “contribuye a mejorar los resultados académicos, reduce la deserción escolar y fomenta una transferencia positiva de conocimiento” , como afirma Anne Bamford.
La educación con enfoque artístico consiste en el aprendizaje de las diferentes disciplinas artísticas (teatro, música, artes visuales, danza), que genera ciertos efectos en los estudiantes. Como se explica en los resultados del estudio El valor del arte en el proceso educativo realizado por Lourdes Palacios en el Instituto Nacional de Bellas Artes, México, se indica que “una educación en artes genera que los estudiantes mejoren la actitud respecto a la escuela y el aprendizaje, promueve el conocimiento de la identidad cultural, y genera una sensación de satisfacción personal y de bienestar”.
En el estudio se pone de manifiesto que la educación artística fomenta el desarrollo comunitario y cultural lo que, a su vez, se traduce en mejoras sociales y en creación de vínculos. Precisamente, allí radica la importancia de la implementación de esta metodología de estudio en tiempos de crisis como el que vivimos. En el país, distintos centros educativos han optado por crear vínculos con los estudiantes a través de las artes, espacios fomentados en las aulas virtuales que funcionan como espacio lúdico para disminuir la carga de estrés en los menores. La estimulación de la creatividad y la imaginación fortalecen la confianza en los niños y refuerzan la capacidad de concentración en sus actividades académicas.
Homeschooling
El homeschooling o la educación en casa es un estilo de vida en el que las familias eligen educar a sus hijos sin la intermediación de un colegio o escuela: aquí se habla de educación sin escuela y sin instrucción ni dirección formal. Esta metodología de estudio ha ido en aumento en los últimos años, no sólo en el mundo, sino que ha ganado gran espacio en Colombia.
Las razones por las que las familias optan por esta opción de educación son múltiples. Algunas lo hacen por la insatisfacción con el sistema escolar, otras porque la escuela es insuficiente con las necesidades específicas de los niños. Otra de las razones es el matoneo escolar o las razones ideológicas y religiosas, o porque las mamás y papás se sienten excluidos del aprendizaje de sus hijos.
Sin duda, las familias que habían asumido el reto del homeschooling, llevaban cierta "ventaja’"en lo que a la educación en casa se refiere, frente a quienes apenas durante la pandemia se han visto como los principales acompañantes en el proceso educativo de los hijos.
Esta educación permite afianzar los vínculos afectuosos y de confianza entre los niños y sus padres, quienes conocen de primera mano el desarrollo académico y emocional de sus hijos. Para estas familias, la saturación de contenidos educativos, artísticos y científicos, de manera virtual, surgidos durante la pandemia, han sido grandes aliados en el fomento de la investigación y creación propia a partir de los conocimientos adquiridos.
La alternancia
El regreso a clases de manera presencial, se ha desarrollado de manera lenta, previniendo el aumento de contagios durante los picos de la pandemia.
Según el Ministerio de Educación de Colombia, a la fecha, 50 Entidades Territoriales Certificadas en Educación del país avanzan en procesos de alternancia (52 % de las 96 existentes). Es así como 24 departamentos y Bogotá ya cuentan con procesos de alternancia, lo que equivale al 75 % del territorio nacional, y ya todas las Secretarías de Educación del país cuentan con los recursos para cumplir con los protocolos de bioseguridad.
En Chévere Pensar en Voz Alta, examinamos algunas de las alternativas educativas que se han fortalecido en los entornos escolares y familiares durante la pandemia.