Día del Maestro en Colombia: los esfuerzos de la docencia en la actualidad
Por: Juan Peña
El 15 de mayo es una fecha muy especial para el sector de la educación, el Día del Maestro. En esta fecha es indispensable reconocer todos los esfuerzos que hacen los docentes en Colombia para lograr educar en todos los rincones del país, además de resaltar la importancia de esta labor para lograr un desarrollo óptimo en la sociedad.
En la actualidad, los educadores se han encontrado con diferentes retos que han aparecido con el paso del tiempo, lo cual ha forjado en ellos un compromiso por adaptarse a las nuevas maneras de enseñanza para poder brindarles a las futuras generaciones una educación ideal y acorde a lo que necesita la sociedad. Por eso, en Punto de Partida, hablamos con Fabiola Cabra Torres, profesora titular de la Facultad de Educación de la Pontificia Universidad Javeriana y doctora en Innovación Educativa, quien nos contó sobre la actualidad de la docencia en Colombia y los retos que están enfrentando con las nuevas tecnologías.
¿Cuál es el presente de la docencia en el país?
Mi punto de partida es un poco pensar lo que implica ser maestro, porque también ha habido una desfiguración de la imagen social del maestro, este se define por su relación con el saber y la relación con el otro. Enseñar es una práctica de formar al otro y ahí está el acompañamiento. A veces se olvida que detrás de esta práctica maravillosa subyace ese amor al otro y es algo que en este día vale la pena recordar, porque un maestro ayuda a crecer a los estudiantes, ayuda a comprender el mundo y a sí mismos, en el maestro hay una gratificación que está al margen del beneficio económico y tiene que ver con ver al otro crecer, con ver florecer su vida.
Hoy en día esta es la figura del maestro, tiene muchísimos retos a nivel de la sociedad y de la época, podríamos decir que la evolución de la sociedad generalmente es más rápida que el cambio educativo, entonces ahí los maestros estamos frente a esa exigencia de que nuestro rol no se quede desactualizado frente a todos estos retos socioculturales que tenemos hoy frente a las transformaciones de las nuevas generaciones y las transformaciones tecnológicas. Pero, también hay que tener en cuenta que el maestro en su día a día tiene retos de su propio contexto particular, porque no es lo mismo ser maestro rural que ser maestro urbano.
Hablar del maestro en general a veces invisibiliza que hay maestros en distintos contextos y con distintos desafíos relacionados con su día a día. Otro de los retos del maestro está relacionado con reconstruir su rol, su identidad y su reconocimiento social, ya que hay poca valoración de la sociedad y hay ese imaginario de que ser maestro es algo fácil, que no requiere mucha formación o que cualquiera puede ser profesor, pero realmente ese rol no podrá ser reemplazado, por ejemplo, por la inteligencia artificial, pues detrás de su práctica subyace el amor al otro.
¿Los docentes cuentan con apoyos en los procesos de adaptación a las evoluciones?
En mi doble condición de ser profesora en el día a día, pero también de encargarme de la formación de otros maestros, puedo decir que hoy es muy importante una formación de maestros muy situada y contextualizada a la época, hay que acompañar a los maestros en desaprender ciertos estilos autoritarios o desaprender ciertas cuestiones que se recibieron en sus primeras formaciones.
Hoy esos acompañamientos se hacen a través de los posgrados en los cuales hay algunas becas, pero también esa formación docente sufre de la desigualdad territorial que tiene el país, en algunos sectores esta formación docente no está lo suficientemente apoyada desde la formación de maestros. Creo que hoy en día es muy importante seguir insistiendo en esta formación del maestro como un intelectual de la cultura, que vincule ese quehacer pedagógico con estos cambios de la sociedad intelectual de la cultura no solo porque la piensa y la vive día a día sino porque hoy estamos invitados a brindar elementos que permitan a las comunidades tomar decisiones sobre su transformación o apoyar o impulsar la innovación pedagógica, ayudar a superar ese desfase que a veces tienen las escuelas con los cambios sociales. Esos retos también están asociados a las condiciones laborales, salariales y, en conclusión, diría que se apoya en algunos casos, instituciones y regiones del país a que el maestro, a través de su formación post gradual o sus capacitaciones, pueda hacer esa transición a estos nuevos paradigmas de la sociedad.
Llegó la pandemia y fue un reto para los profesores, ¿cómo cambió la manera de enseñar?
La pandemia es, fue y sigue siendo un punto de inflexión y creo que sirvió para visibilizar el trabajo del maestro, porque muchas de las clases que impartimos eran con la presencia de las familias. Fue un punto de inflexión porque nos dimos cuenta de que la alfabetización digital del maestro no se ha desarrollado totalmente.
Algo que también visibilizó es que la práctica de enseñanza es una práctica que tiene que ver con el cuidado del otro y en la pandemia fue muy importante cuidar al otro, cuidar sus emociones, seguir cuidando su intelecto, sus relaciones con el saber. La enseñanza también es un oficio que se encarga del cuidado del otro, pero justamente son oficios que no están muy reconocidos en la sociedad, que a veces están precarizados.
La pandemia nos permitió designar ese vínculo que tenemos con el estudiante, yo creo que mantuvo el vínculo con el estudiante, que era un vínculo emocional y que se trataba de conservar con el saber, pero también con el vínculo que tenía que tener el maestro con las nuevas tecnologías, creo que eso impactó mucho en la psiquis y el rol del profesor. Muchas de las cuestiones que incorporamos en la pandemia de distintas modalidades de enseñanza en algunos casos se han mantenido, en otros casos se ha pasado a modelos más tradicionales, pero siguen siendo retos.
Hablemos de tecnología, ¿en qué momento la tecnología es amiga y enemiga de los educadores?
Esta es una parte del debate educativo y es justamente que no se pueden prohibir las tecnologías, yo no estaría de acuerdo con esa postura, porque en esta sociedad todas estas tecnologías hacen parte de nuestra vida cotidiana, desde la lavadora que utilizamos hasta el celular. Las tecnologías también son asociadas en las sociedades al pánico moral que generan, recordemos que cuando salieron las calculadoras creíamos que el estudiante iba a perder sus procesos cognitivos en las matemáticas, pero esto ha evolucionado en la reconstrucción de las profesiones.
¿Cuándo es amiga?, cuando el profesor puede incorporar e integrar esa ayuda tecnológica como un asistente para hacer un trabajo, para obtener una información que puede estar sintéticamente presentada en un medio de estos, pero se vuelve un riesgo cuando nos quedamos en copiar y pegar cierta información que no ha pasado por una interpelación, por una interrogación. Cuando usamos estos medios sin darnos cuenta de que tienen sesgos geopolíticos, sesgos desde los autores, que tienen un lenguaje empobrecido. Satanizar estas tecnologías diciendo que no sirven, ahí es muy interesante el papel del profesor como un intelectual de la cultura y de los medios, donde va a decir "bueno, hasta aquí vamos, para qué lo vamos a utilizar".