Qué es The Midnight Gospel y por qué deberías darle una oportunidad
Esta serie creada por Pendleton Ward y Duncan Trussell es muy difícil de definir, y por esto, algo compleja de explicar. Esto debe ser porque en vez de enfocarnos en su argumento, es más importante definir lo qué es realmente y para esto es muy importante entender de dónde proviene la idea.
Las mentes detrás de la serie
Tal vez el nombre más familiar para el público latinoamericano es el de Pendleton Ward, él es un animador, guionista, productor y actor de doblaje célebre por haber sido el creador detrás de la exitosísima serie de animación Hora De Aventura, uno de los éxitos recientes más reconocidos de Cartoon Network y que, como en la tradición de la emblemática cadena, logró enganchar a toda una generación de jóvenes y adultos con historias y personajes más profundos de lo que se espera de una serie animada.
Por otra parte encontramos a Duncan Trussell, comediante, podcaster, escritor y actor. Ha participado en la creación de varios formatos de televisión modernos para canales norteamericanos pero en los últimos años se ha hecho especialmente reconocido por su podcast The Duncan Trussell Family Hour, proyecto que presenta a Duncan Trussell llevando a sus invitados a través de una conversación completamente abierta y relajada en donde la discusión varía mucho según el personaje, pero los temas que se tocan con frecuencia incluyen el uso de drogas psicodélicas, reflexiones sobre la política, la vida moderna y el budismo. Entre los invitados se encuentran periodistas, músicos, comediantes, escritores, filósofos, entre otros.
The Midnight Gospel, la serie, incorpora algunas de las entrevistas de este podcast y las transforma en un contenido audiovisual a través de la imaginación de Pendleton Ward, quien propuso convertir el show en un podcast animado.
Realidad vista desde otra realidad
A lo largo de los episodios, The Midnight Gospel nos presenta a Clancy Gilroy, un video caster espacial que vive en una dimensión llamada "The Chromatic Ribbon", donde los “agricultores de simulación” utilizan potentes biocomputadoras para simular universos para cosechar tecnología. Y cada episodio gira en torno a los viajes de Clancy a través de planetas dentro del simulador, allí Clancy tiene una serie de encuentros con habitantes que resultan en conversaciones filosóficas que el personaje usa para alimentar su show espacial.
Esta es la excusa perfecta para presentar entrevistas sobre magia, meditación, perdón, espiritualismo, rituales funerarios, positividad de muerte, consumo de drogas, dolor, moksha (trascendencia) y existencialismo. Y la animación actúa como fondo para historias que amplían las entrevistas creando un nuevo y aparentemente absurdo contexto que hace más entretenido e interesante el desarrollo de la entrevista.
Una nuevo formato para una nueva forma de ver las cosas
The Midnight Gospel es la primera aproximación de Pendleton Ward en la animación para adultos. Reconocido por sus personajes y mundos que mezclan la simpleza y la extravagancia, Ward ha encontrado en este proyecto la oportunidad de traducir temas que siempre ha abordado, de una u otra forma, pero esta vez con elementos más crudos y complejos, en donde la psicodelia y la violencia tienen una presencia recurrente y tan normalizada que se convierte en una crítica a la sociedad en que vivimos.
Esta serie trata de plantear nuevos horizontes en la forma en que se tratan y presentan los formatos, permitiéndose hablar de la problemática con el sistema penitenciario norteamericano, el consumo de drogas o las relaciones familiares con la libertad que un mundo simulado y desprovisto de toda preconcepción ligada con nuestra realidad pueda brindar. Esto permite plantear preguntas y conclusiones existenciales a veces absurdas pero no por eso menos interesantes, de hecho enriquecen las perspectivas sobre cada uno de los temas que aborda.
Esto es experimental
The Midnight Gospel no es solo una serie de animación para adultos, es un podcast existencial animado y, como tal, puede ser difícil de procesar. A pesar de que la recepción de la serie ha sido en gran medida positiva, con elogios por su estética, animación y la forma en que trata temas profundos y filosóficos, esto no ha facilitado su aproximación por parte del público que puede verse atraído a ella por el reconocimiento de sus creadores.
Estamos hablando de un producto sumamente experimental e interesante, con el potencial de convertirse en una experiencia muy profunda o un completo delirio visual sin pies ni cabeza. Una serie que no está hecha para consumirse en maratón; como el podcast en que está basado, cada uno de sus episodios requiere de cierta digestión e interpretación por parte del espectador, por eso es sugerible ver un episodio a la vez y dejarse guiar por la curiosidad de ver el próximo. De otra forma sería tan agotador como tratar de ver la misma materia durante todas las clases de un día o realizar ese mismo día todas las sesiones de una terapia.
Se trata de un contenido de gran calidad, tanto de técnica como de contenido, y que puede ser un primer paso hacia nuevos formatos y conceptos, un ejercicio que prueba las barreras que el consumo por streaming puede ofrecer, un producto tan único y específico que no habría podido ver la luz en otra época y a eso vale la pena darle una oportunidad.