'Godzilla X Kong: el nuevo imperio' (Reseña sin spoilers)
De manera oficial, el 28 de marzo se estrena esta cinta en las salas de cine de nuestro país, que viene siendo la quinta producción cinematográfica de este universo y proyecto transmedia, el cual arrancó oficialmente en 2014 con el reboot de Godzilla y es el resultado de una seguidilla de estrenos como lo son: Kong: Skull Island (2017), Godzilla: King of the Monsters (2019) y Godzilla vs. Kong (2021). Eso sin mencionar otros microrelatos para la pantalla chica que amplían este gran macrorelato; caso concreto de la serie animada Skull Island y el drama de ciencia ficción Monarch: Legacy of Monsters.
Canon Toho y Canon Legendary… ¿Cuál es la diferencia?
Es menester comprender y aclarar que estas historias no tienen su base desde el mercado occidental, omitiendo por supuesto la versión estadounidense de Godzilla, creada por TriStar en 1998, ya que todo se remonta a su primera aparición en 1954 cuando Ishiro Honda y compañía idearon a este monstruo y crearon su primera película, todo como una crítica metafórica frente al uso de armas nucleares en suelo japonés durante la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, esta creación está inspirada en un sinnúmero de referentes, curiosamente muchos de ellos occidentales, donde citaron a la película King Kong de 1933, desarrollada por los estudios RKO Radio Pictures.
Ahora bien, desde aquel entonces se han desarrollado en oriente más de 30 cintas sobre estos kaijus, monstruos extraños o monstruos gigantes, todo desde la casa matriz de los estudios Toho quienes han presentado, además otros colosales personajes como Mothra, Rodan, Ghidorah, Ebirah, Anguirus, Gabara, Hedorah, Gigan y Megalon, entre muchos, muchos otros.
Todo un espectáculo de efectos especiales hechos a mano, maquetas de edificios y poblaciones, actores disfrazados de monstruos y una buena edición que da cuenta de la magia del cine, han dado pie para cuatro períodos fílmicos que son el Shōwa (1954 – 1975), Heisei (1984 – 1995), Millennium (1999 – 2004) y Reiwa (2016 – presente), donde incluso en sus primeros años se gestionaron desde Hollywood los derechos de King Kong y hubo un crossover en 1962 contra Godzilla.
Luego de una negociación extensa para tener los derechos de los monstruos de Toho y recuperar a King Kong tras la película de Peter Jackson en 2005, Legendary Pictures comenzó un canon netamente occidental, en el que a pesar de llevar poco tiempo, ha sido bastante respetuoso con su fuente y obra original. Esa quizás sea una de las razones por las cuales, tristemente, no han llegado a salas de cine nacionales películas recientes desde Japón como ‘Shin Godzilla’ y la ganadora del Oscar Godzilla: Minus One, cuestión de no generar confusiones entre el público frente al canon de Hollywood.
No es un vs., es una unión de poderes
Luego de los acontecimientos presentados en la cinta Godzilla Vs. Kong (2021), donde estos dos titanes se encuentran y se enfrentan por primera vez, viene un nuevo capítulo en el que se ahonda aún más en la denominada Tierra Hueca, aquel mundo salvaje dentro del nuestro, donde con una extensión igual de grande, cohabitan una gran cantidad de monstruos gigantes, con sus propios hábitats y ecosistemas.
Kong es enviado allí en una especie de tregua con Godzilla, así emprende una aventura descubriendo sus orígenes y antepasados, dando una justificación clara alrededor de su vida inicial en la Isla Calavera junto a la tribu Iwi.
Aquí descubrirá la existencia de un grupo de otros seres de su especie, subyugados por un simio gigante llamado el Rey Skar, quien tiene planes de ir a la superficie y continuar la expansión de su dominio, gracias a la pertenencia de un arma secreta, una criatura dominada Shimo, la cual viene siendo una suerte de dragón de komodo de hielo, que con sus poderes podría regresar a la tierra a épocas gélidas.
Por esa razón, Kong recibirá ayuda del poderío científico de Monarch y se unirá con Godzilla para que, al estilo de una pelea de lucha libre, se unan en una batalla de dos contra dos sobre el cuadrilátero de alguna ciudad de nuestra civilizada tierra.
Ring… Ring… ¡Suena la campana y comienza el combate!
Un aspecto importante para resaltar es que en estas películas, tanto en las hollywoodenses como las japonesas, los personajes humanos son básicamente conectores de la trama y vienen siendo secundarios, por los cual no hay que esperar mucho desarrollo de los mismos, lo único que pueden hacer más allá de correr, gritar del susto y agarrarse la cabeza.
Si son científicos, podemos ver que den una explicación razonable de lo que está sucediendo. En ese orden de ideas, es más que importante ser conscientes que los verdaderos estelares y antagónicos de la cinta van a ser los monstruos, quienes con su lenguaje no verbal y la espectacularidad visual de sus peleas ,son el grueso de la película, no más, no menos.
No esperen muchas metáforas o reflexiones como las de Hiroshima y Nagasaki de acuerdo al origen de Godzilla. Ni el dinosaurio ni el gorilla se van a poner filosóficos, porque aquí vienen a lo que van, salvar el mundo de una nueva amenaza. Por ende, la película es supremamente divertida, pero hay que verla por lo que es, entretenimiento puro y duro para apreciarla con ojos de niño y divertirse con un buen balde de crispetas, haciéndole barra como en la lucha libre a su contrincante favorito.
Explosiones espectaculares, ciudades destruidas más rápido que en cualquier otra disaster movie, efectos especiales deslumbrantes por computador en su máximo esplendor y una que otra aparición sorpresa de gran tamaño serán el deleite de chicos y grandes.
El director de esta producción, Adam Wingard, ha venido haciendo un trabajo consciente sobre la franquicia, donde a diferencia de otras cintas previas como Godzilla: King of the Monsters, todos los elementos se van presentando en su justa medida, haciendo que el caos se sienta ordenado.
A su vez, Wingard comentó en una reciente entrevista en el medio Comicbook que su inspiración para esta cinta surgió del subgénero de los ‘Buddy Cops’, propiamente de la saga de Arma Mortal. A pesar de que esto suene disparatado, lo cumple, ya que sin una sola palabra los monstruos desarrollan esa relación entre pares dispares, donde Danny Glover sería Kong y Mel Gibson sería Godzilla.
Y tranquilos, los humanos no es que hablen mucho, hacen lo que tienen que hacer y el resto déjenselo a los Kaijus. Pero a futuro, es seguro que habrá más entregas porque aún hay mucha tela por cortar.
Puedes ver el tráiler oficial aquí: