Doctor Strange en el Multiverso de la Locura (Reseña sin spoilers)
El 5 de mayo se estrena oficialmente en las salas de cine de nuestro país Doctor Strange in the Multiverse of Madness, la segunda película donde este aclamado hechicero de la páginas de Marvel se establece como el estelar de la historia. Un proyecto que se proclama como la producción cinematográfica número 28 del Universo Cinematográfico de Marvel, la cual inicialmente iba a ser dirigida por Scott Derrickson, pero quien luego de dirigir la primera entrega de este personaje en 2016, decidió abandonar el barco por diferencias creativas.
Esta cinta no solamente conecta con lo expuesto magistralmente hace algunos meses en Spider-Man: No Way Home, también se enlaza de maneras intrigantes hacia un futuro prometedor con varios de los cortometrajes de la antología de What If…? y de una forma aún más conmovedora, trágica y a la vez nostálgica con lo que vimos en WandaVision. Prepárense, porque a un nivel equiparable con la última entrega de su buen vecino el Hombre Araña, acá se viene un tren de sorpresas, apariciones extraordinarias y de nuevo un mundo de posibilidades que sigue revelando lo que conocemos como la Fase 4.
Sam Raimi, viejo querido, te estuvimos extrañando.
Tras la salida de Derrickson del proyecto, Marvel Studios se puso a la tarea de buscar a un director que pudiera ocupar este lugar, alguien a quien le cupiera en la cabeza ese desenfrenado concepto que cada vez se vuelve más frenético a medida que se sigue hablando del multiverso. Pues bien, levantemos la copa de vino y brindemos porque Sam Raimi lo logró, con creces y con una dirección que trae lo mejor de una película de superhéroes, una historia de aventuras y unos momentos de terror a la altura, todo en equilibrio con las variadas aristas de su particular ecuación.
Raimi supo darle ese toque de terror a las cosas de Marvel sin llegar a ser Evil Dead, porque acá debemos tenerle mucho miedo a la Bruja Escarlata y la actuación de Elizabeth Olsen. Pero además, se siente el vigor de una aventura que no para desde el inicio hasta el final de la película, comprendiendo que su director conoce de este lenguaje luego de haber sido productor de series como Hércules: Los Viajes Legendarios y Xena: La Princesa Guerrera, ubicando así a un Doctor Strange que busca respuestas y salta entre planos al lado de una joven promesa heróica como lo es América Chavez.
Finalmente, el toque superheroico que Raimi abandonó luego de haber dirigido la trilogía de Spider-Man con Tobey Maguire, regresa y se redime por lo alto tras a aquella nefasta tercera entrega de 2007. Todo es una gran configuración, un gran acierto, donde según el propio director, la idea no era que fuera un horror aterradoramente escalofriante, pero que si se sintiera como cuando alguien lee aquellos cómics en los que Strange se enfrenta contra fuerzas demoníacas y seres completamente oscuros.
La misma historia, pero contada según la dimensión a visitar.
De una manera ágil, donde a uno lo mantienen en vilo y expectante frente a la pantalla, esta entrega nos cuenta por una parte, el viaje de Doctor Strange por salvar su mundo de las fuerzas malignas del Darkhold, libro de magia oscura presentado previamente en varias de las historias mencionadas, luego de que una viajera interdimensional llamada América Chávez fracasara en un primer intento. La aventura va abriendo caminos no solo hacia un propósito, sino también para un Stephen Strange que debe comprender el significado de la felicidad, luego de que sus anhelos pasados son sacrificados en favor de evitar un desastre de proporciones gigantescas.
A su vez, vemos una Wanda Maximoff completamente poseída por estas fuerzas oscuras, pero asumiendo aún más a fondo el rol de la legendaria Bruja Escarlata, quien por el afán de recuperar a sus hijos Billy y Tommy (Wiccan y Speed), se terminará por convertir en una abominable amenaza. Siendo uno de los personajes más poderosos de este universo, es válido entender cómo su vida ha sido una tragedia constante, por eso deberá luchar contra esos demonios internos afrontando no solo el peso de sus poderes, sino también el peso de sus acciones como una reflexión relacionada con la salud mental y la maternidad.
Benedict Cumbertach se mantiene como uno de los mejores castings del MCU, junto a una Elizabeth Olsen completamente compenetrada con un personaje que ha tenido una evolución certera desde hace 7 años, sin dejar de lado a Bendict Wong, Chiwetel Ejiofor y Rachel McAdams, quienes ayudan a configurar todo el espectro del relato. Sin embargo, los mayores aplausos deben ser dados a Xochitl Gómez, quien uniéndose a otros talentos de ascendencia mexicana como Michael Peña en este macrorelato, interpreta a un versión de América Chávez que sin saber mucho sobre sus poderes para saltar entre dimensiones, deberá aprender a dominarlos para enfrentar su pasado y demostrar su verdadero coraje.
Un futuro mucho más prometedor para el cine de superhéroes.
Con un tándem impecable de secuencias de acción y una historia que no baja la guardia, toda la estructura de la cinta remata con varios detalles elegantes, como la aparición de diversos personajes que nadie esperaba. Siendo equiparables con lo hecho en Spider-Man: No Way Home, la historia aquí estuvo muy bien construida, pero puso la cantidad exacta de fan service y jugó muy bien con el balance los personajes, eso sí sin llegar a caer en esa sobre disertación y especulación en Internet que llega a ser totalmente abrumadora.
Si, Patrick Stewart aparece como el Profesor X y Hayley Atwell como la Capitana Carter, algo que nos abre conexiones no sólo con los cortometrajes de What If…?, sino también con el universo de los X-Men en una referencia hermosa a la serie animada de los años 90, inspirada en los cómics del gran Jim Lee.
Pero prepárense, porque hay más: versiones paralelas y alternativas de una heroína que hemos visto en un proceso de desarrollo, un personaje de un proyecto fallido de Marvel de hace algunos años y la sorpresiva aparición de un superhéroe clave para el futuro de estas historias, el cual uno nunca esperó que fuera a salir y aparte de eso, siendo interpretado por un extraordinario actor tal vez solamente soñado por los fans.
Con esto, la puerta queda abierta a miles de cosas, la futura aparición de nuevos y apreciados equipos de superhéroes, pero además el rescate y manejo de muchos personajes, los cuales tal vez habían perdido el rumbo en proyectos previos, pero que ahora con este ambicioso concepto del multiverso van a regresar y los convertirán en una pieza clave de este rompecabezas lleno de emociones.
El veredicto…
La película es sobresaliente, de comienzo a fin, desde su historia, personajes y desarrollo, hasta el tono y los géneros abordados, junto con esos detalles que complementan y emocionan aún más, pero que son puestos allí con un propósito muy bien justificado y argumentado para lo que serán las historias posteriores.
El final de la película deja abierto a que Doctor Strange seguirá teniendo muchas más aventuras, algunas incluso como consecuencia de sus primeros días de superhéroe. A su vez, Wanda Maximoff también tendrá otros asuntos pendientes por resolver asociados a sus sueños rotos, sin olvidar la aparición de nuevos superhéroes de múltiples etnias, razas y edades, quienes evidencian poco a poco varios relevos generacionales, múltiples cierres argumentales y otras nuevas aventuras inyectadas de bastante vigor.
Pdta 1: Como es tradición con Raimi, Bruce Campbell aparece brevemente con un papel muy divertido, que incluso se relaciona con una de las escenas post-créditos.
Pdta 2: La escena post-créditos inicial nos deja con la incursión de más talento hollywoodense de alta factura, además de la premisa ya mencionada donde el Doctor deberá volver para salvar el mundo.