'Deadpool & Wolverine' (reseña sin spoilers)
Antes de comenzar con este contenido, es menester decir que, tal como ocurrió con las reseñas previas de Spider-Man: No Way Home y Doctor Strange In The Multiverse Of Madness, por respeto a los lectores se tomarán todos los detalles con pinzas para no generar ningún tipo de spoiler, pese a que el contenido de esta cinta resulta no ser tan comprometedor como el de la gran aventura de Peter Parker y sus versiones de otras dimensiones. Así que cuando decimos que esto está libre de revelaciones, es porque de verdad lo está.
Después de un proceso de cambios y transformaciones, donde bajo la dirección de Bob Iger —como cabeza de Disney— se decidió rebajar la cantidad de productos de Marvel, en parte a causa de la estrepitosa caída de sus producciones en términos de audiencias y resultados, llega esta nueva entrega, que funciona como un particular eslabón para retomar lo construido desde el año 1998 con otras franquicias, para así adherirse finalmente a este gran macrorrelato de Marvel Studios, que pretende llevar las infinitas aventuras de estos superhéroes del cómic al audiovisual.
Pero antes de seguir… ¡hagámosle REW al cassette!
Remontándonos un poco en la historia, corría el año 1996 cuando Avi Arad vendió los derechos de múltiples personajes de Marvel a diversos estudios, todo con el ánimo de salvar a dicha editorial de una bancarrota inminente, que por cierto no ha sido —ni será— la primera crisis en su historia.
De esta manera, grandes personajes quedaron regados por varias productoras, haciendo imposible e impensable que se vieran juntos en una película, o incluso una serie televisiva. Hulk quedó con Universal, Spider-Man en Sony como la gallina de los huevos de oro y los mutantes más famosos de las historietas en Fox, junto con Los 4 Fantásticos y Daredevil.
En 2019, luego de un proceso de negociaciones prolongado y complejo, Disney compró 20th Century Fox por la suma 71 millones de dólares. Un acontecimiento que para algunos resultó ser la aparición de un gigantesco monopolio y un desequilibrio para el entretenimiento de los Estados Unidos, mientras que para otras personas, como los fanáticos, sería la excusa perfecta para traer a los X-Men de vuelta sin ningún tipo de contratiempo, negociación o percance. Por eso es que antes muchos se preguntaban, ¿por qué razón aquellos héroes no se encuentran con estos otros si igual son de Marvel?
Sin reboots, ni retcons… ¡Deadpool regresó y punto!
Luego de los acontecimientos presentados en Deadpool (2016) y Deadpool 2 (2018), que de cierta manera hicieron un reboot no tan soft del personaje presentado en X-Men Origins: Wolverine (2009), conocimos la historia de Wade Wilson y su transformación en el superhéroe más irreverente de la casa de las ideas quien, como creación de Rob Liefield y Fabián Nicieza en 1990, ha desafiado un sinfín de veces con metanarrativa la lógica de las viñetas.
Él, con mucho ingenio, heredó de personajes como She-Hulk la posibilidad de romper la cuarta pared para hablar con los lectores, e incluso regañar a los propios autores, cuestión de que pudieran cambiar el curso del relato que estaban construyendo.
En estas cintas Deadpool se reinventó, cobró venganza, recuperó al amor de su vida e incluso viajó por el tiempo alterando, con su estilo descuidado e irresponsable, el curso de los acontecimientos. Aquí, de una manera muy autocrítica, ácida y desternillante, no deja títere con cabeza frente a lo que significa su nueva casa matriz y lo que fue el trabajo de Fox durante casi 20 años de producción audiovisual.
Pero donde, ante la posibilidad inminente de que su dimensión quede reducida a cero gracias a una advertencia de la TVA (La Autoridad de Variación Temporal), Wilson emprenderá un viaje interdimensional por encontrar la ayuda y el respaldo del Wolverine de otro universo, para así solucionar este enorme problema, el cual está perfectamente conectado entre los dos cánones.
Por su parte, Ryan Reynolds retoma el personaje sin ningún tipo de tapujo y lo mantiene con la misma chabacanería, tan reconocida y apreciada por el público, llevando este humor a un nuevo nivel dentro del MCU con sus complejidades de relato transmedia, demostrando que este actor nació para interpretar en live action a Deadpool.
Por otra parte, Hugh Jackman, también retoma el personaje que construyó durante prácticamente ocho películas y que, a pesar de ser una variante del que conocimos previamente, en esencia sigue teniendo sus mismas complejidades y dimensiones emocionales, pero que, al igual que su compañero en pantalla, nació para interpretar a Wolverine en live action.
“¡Arruinar vidas es parte de mi trabajo, imbécil!”
Si bien esta frase es famosa por salir de parte del bocón de Deadpool, vale la pena decir que el director Shawn Levy, responsable de dirigir cintas como Real Steel (2011) y producir éxitos de ciencia ficción de la talla de Arrival (2016) o Stranger Things, logró un trabajo magistral que, para la tranquilidad de todo el mundo, frente a los posibles manejos del tono familiar de Disney, cumple con lo que Kevin Feige prometió y se convirtió en una película Rated R.
Esta respeta y mantiene el tono original de las cintas previas del personaje, dentro de ese mismo marco conserva el enfoque violento y sangriento en una combinación perfecta con la sátira, el humor negro, el sarcasmo y la socarronería, pero como dijimos previamente hacia un nuevo nivel para el MCU.
La película a lo largo de su desarrollo se comienza a convertir en una divertida y disparatada aventura, donde muy al estilo de parejas dispares del subgénero de los Buddy Cops, se transforma en una obra que como dice el propio Deadpool “hará que los fanáticos de los cómics tengan que cambiarse la ropa interior de la dicha” y los que gustan del personaje por el cine, o que incluso están en una posición mucho más casual, disfruten de un largometraje de superhéroes lleno de espectacularidad, ingenio y, sobre todo, cariño por parte de su equipo creativo.
Aquí se nota un trabajo minuciosamente cuidado al tener en cuenta lo que significan estos personajes desde los cómics, que para el caso de Wolverine es bonito saber que en octubre de este año estará cumpliendo 50 años desde su primera aparición como villano de Hulk en los cómics de Marvel.
Adicionalmente, este cuidadoso y meticuloso tratamiento permite ahondar en un fan service que está bien sustentado y justificado. Todo a partir del desarrollo de estas creaciones de propiedad intelectual desde el cine, pero que comienzan a construirse con una premisa bastante sencilla para ser una historia del género y le van agregando a sus estelares nuevas complejidades que los vuelven todavía más interesantes.
Ambos héroes, a pesar de poder lidiar con esta aventura de una manera jocosa, están cargando unos pesos bastante fuertes a sus espaldas, que de una u otra manera se van aflorando en el camino y demuestran que siguen siendo humanos, pero que además son muy vulnerables aun cuando son indestructibles.
Aplausos magistrales para Emma Corrin, quien de una manera excelente logra interpretar a Cassandra Nova como la villana de la historia y la hermana rota de Charles Xavier, todo dentro de una dimensión fantasma en la que hay un sinnúmero de conexiones, principalmente con series como Loki.
Ahora bien, así como lo que hizo Marvel Studios con Sony en Spider-Man: No Way Home al traer del pasado todo lo labrado con El Hombre Araña desde el 2002, aquí se hace un ejercicio muy parecido como complemento mayor para Doctor Strange In the Multiverse Of Madness, en el que se trae, para bien o para mal, la nostalgia de la historia completa de Marvel en Fox.
Así que pueden esperar con mucho entusiasmo bastantes cameos y apariciones que van a dejar a la audiencia altamente emocionada, ya que estos resultan ser tan solo un 5 % de la horda de especulaciones vistas en Internet.
Muchos otros se vuelven gratas sorpresas, donde incluso desentierran cosas que logran hacerle justicia a ese esfuerzo por crear películas sobre superhéroes en esta era moderna, la cual arrancó hace prácticamente 25 años.
El veredicto…
Deadpool & Wolverine es una gran película de superhéroes y es un regreso triunfal en el que frente al acaparamiento de producciones actuales para el género, logra un aire de frescura que funciona como una moraleja para Marvel Studios, donde sabiamente "menos es más".
Sin embargo, la película tiene un pequeño “talón de Aquiles” en el que, a pesar de mantenerse robusta gracias al talento de sus protagonistas, el humor y la acción, sus últimos 30 minutos entran en el ya conocido "confort marvelita", donde todo se empieza a volcar hacia esa fórmula repetitiva en sus productos.
Pareciese que todo fuera repetido de un capítulo animado de serie de antaño de superhéroes, en el que aquel personaje “nuevo”, que fue mi enemigo, ahora es mi amigo y todos terminan salvando el día felices una vez más.
Si bien, Ryan Reynolds, con la interpretación de este personaje, hace bastante autocrítica a su estilo, es meritorio decir que aún se podría hacer más de este ejercicio a futuro, cuestión de que puedan comprender aquellas fallas en las que han caído; para así volver a sorprender audiencias y emocionar masas como lo hicieron es ese ejemplar proceso de perseverancia durante 10 años con algo que fue completamente nuevo y sorprendente.
Dicho esto, la película cierra de una manera cómoda, como lo saben hacer en el estudio desde hace algún tiempo; ya que, si bien hay cohesión con elementos previos desde las otras cintas frente al desarrollo de esta, no dejan indicios sobre posibles conectores que desarrollen una cohesión a futuro con el acrecentamiento de este gran macrorrelato.
Se nota que aún están recogiendo los pedazos de los desaciertos previos y están reorientando todo para que exista una finalidad narrativa, construida a partir de cada microrrelato, entre películas y series. Hace falta riesgo, sí, y no por nada las escenas postcréditos han dejado de ser ese anhelado cliffhanger para esperar con ansias una siguiente entrega.
Como lo hemos dicho antes, este tipo de productos siempre se deben evaluar y reevaluar a largo plazo. Por lo pronto, la cinta es un satisfactorio empate para el partido, esperando que Los 4 Fantásticos y lo que viene a futuro, vuelva a lograr otra victoria de campeonato.