Calabozos y Dragones: Honor Entre Ladrones (reseña sin spoilers)
El pasado 30 de marzo se estrenó oficialmente la nueva cinta de Dungeons & Dragons, una apuesta muy importante para la compañía Hasbro y su ambicioso plan por llevar al audiovisual diversas creaciones de propiedad intelectual. Dicha historia comenzó a mediados de los años 70, cuando Gary Gygax y Dave Arneson diseñaron este juego de mesa como una experiencia de cuentería interactiva, lances de datos y mucha imaginación, el cual se publicó oficialmente gracias a la desaparecida compañía TSR.
De ahí este mundo de fantasía comenzó un interesante proceso de expansión, cientos de creativos aportaron en la construcción de miles de aventuras, campañas, escenarios, mundos, criaturas e incluso universos. Los derechos del juego luego pasarían a las manos de Wizards Of The Coast, quienes crearían versiones actualizadas del mismo, publicando constantemente gran cantidad de manuales para ayudar a encaminar este creativo mundo de fantasía.
Finalmente, en 1999, Hasbro adquirió Wizards Of The Coast por la suma de 325 millones de dólares, viendo las posibilidades infinitas de esta marca dentro del mundo del entretenimiento. Durante toda esta historia, fue posible llevar a D&D más allá de las mesas con diversos productos que permitieron afianzar sus historias, periodos, entornos y personajes. Caso puntual de magazines, novelas, videojuegos y adaptaciones iniciales como la serie animada de 1983, la cual se llegó a ver en la televisión colombiana durante varios momentos.
Hacia el año 2000 se estrenó en cine la película de Dungeons & Dragons, protagonizada por Justin Whalin, Marlon Wayans y Jeremy Irons, siendo un fracaso debido a sus problemas de dirección, efectos especiales, pésimas actuaciones y otras polémicas. A esta le seguirían dos producciones adicionales que se estrenaron directo a vídeo, Wrath Of The Dragon God (2005) y The Book Of Vile Darkness (2012) que siendo sinceros pasaron sin pena ni gloria. Sin embargo, el proyecto de reiniciar las aventuras del juego en el cine se había empezado a organizar desde hace 10 años, logrando así que Hasbro transfiriera los derechos de producción a Paramount y se ejecutara con éxito esta nueva, pero además refrescante propuesta.
Como La Casa de Papel… pero en el mundo de Faerun
Por un momento imaginen tomar lo mejor de géneros y corrientes del cine o el streaming, como las Con Artist Movies (películas sobre estafadores) o cintas tipo Heist (películas sobre asaltantes de bancos), pero llevando toda su acción al universo de Reinos Olvidados y la tierra de Faerun. Allí, muy al estilo de una cintas de culto como Juegos, Trampas y Dos Armas Humeantes, la trama se desarrolla de una manera muy ágil y dinámica, utilizando recursos constantes y bastante divertidos que van desde flashbacks, hasta rupturas de la cuarta pared.
Aquí se cuenta la historia de un bardo y ex-arpista llamado Ergin Darvis, quien uniéndose con otros socios y aventureros, incluyendo su amigo Forge Fitzwilliam, emprende una serie de robos exitosos que le dieron un estatus único. Sin embargo, Darvis al consolidar su familia toma la decisión de hacer un último golpe para retirarse, el cual como en muchos de estos casos salió terriblemente mal. Esto le costó perder a su hija, a quién tendrá que rescatar tras un nefasta traición, donde los engaños y lo impredecible estarán a la orden de una aventura llena de travesías, en la que se sumarán como en una mesa de rol otros personajes al nivel de la bárbara, el hechicero, la druida y el paladín.
Adicionalmente, cada escena y cada momento en la película está plagado de referencias del juego de rol, todo relacionado con el argot de Reinos Olvidados, incluyendo razas, criaturas, monstruos y locaciones propias de este mundo como la puerta de Baldur. Es evidente el minucioso trabajo de Jonathan Goldstein y John Francis Daley en los libretos y la dirección de la película, quienes muy seguramente se asesoraron de escritores y diseñadores de la Wizards Of The Coast, para que esto se apreciara como una aventura en una mesa y que detrás de cada personaje, existiera un jugador lanzando dados de 20 caras, haciendo golpes críticos y cometiendo pifias desastrosas, ya que absolutamente todo se siente muy fiel al concepto, narrativa y desarrollo del juego original.
Así, vale la pena aplaudir el trabajo de Chris Pine como el estelar de esta cinta, quien gracias a su carisma logra compenetrarse en el papel de este ladrón de noble corazón, valiente como un león y astuto como un lince. Acompañado obviamente de la aguerrida interpretación de Michelle Rodríguez, el inocente y despistado humor de Justice Smith, sin dejar de lado la temeraria actuación de Sophia Lillis, quien sigue demostrando porque es una de las nuevas y jóvenes promesas en ascenso del mundo de Hollywood.
Por supuesto, es menester mencionar al fabuloso Hugh Grant, quien luego de una gran cantidad de procesos está volviendo a destacarse en la pantalla grande, junto a las apariciones especiales de otros actores como Bradley Cooper, aprovechando la oportunidad para pasarla bien y hacer papeles cortos, curiosos y peculiarmente chistosos.
El veredicto…
Calabozos y Dragones: Honor Entre Ladrones es una divertida y muy bien lograda proeza que hasta el momento se consolida como la mejor producción audiovisual de este juego. Así como sucede con creaciones cercanas en animación de la talla de The Legend Of Vox Machina, esta sabe conjugar muy bien el espíritu nerd de los juegos de rol, junto a momentos entretenidos de acción y un humor brillante que no aburre en absoluto.
Existe una curva argumental en la cinta que por momentos flaquea, siendo algo muy leve, ya que se mantiene en la esencia de satisfacer a los fanáticos que han creado personajes y vivido aventuras en las meses, pero también con el objetivo de invitar a los no fanáticos a pasarla muy bien y por qué no, animarse en tiempo cercano a vivir una campaña en las tierras de Faerun, Krynn, Khorvaire o Barovia, dependiendo el escenario de campaña donde lleguen a adentrarse.
Si bien el género de la fantasía hasta hace algunos años estaba de capa caída tras el inminente éxito de sagas cinematográficas como El Señor De Los Anillos o Harry Potter, ha estado volviendo a surgir de las cenizas un nuevo interés por adaptar este tipo de historias. No por nada, la posibilidad de contar estos relatos en mayores extensiones de tiempo ha facilitado el surgimiento de fenómenos como Game Of Thrones, pero también la fortuna de concebir productos exitosos de la talla de The Witcher, La Rueda Del Tiempo y Los Anillos del Poder.
El futuro de Calabozos y Dragones en audiovisual pinta bastante esperanzador, ya que fuera de lo ocurrido con esta película, el actor Joe Manganiello quien en varias ocasiones ha manifestado su pasión por el juego, está trabajado en un documental sobre el mismo y en una serie televisiva tipo live-action en el mundo de Dragonlance.
Pdta: Cada detalle cuenta cuando vean la cinta, incluyendo un precioso homenaje a los héroes de la serie animada de los años 80.