YOKY BARRIOS: EL SUEÑO DE SER UNA FIGURA PÚBLICA
“Un pájaro no canta porque tiene bonita voz, un pájaro canta porque tiene algo que decir”
LA HISTORIA DE LA R
Al mejor estilo de Leonardo Favio (uno de sus héroes de infancia) creaba letras para conquistar y generar conmoción entre sus fanáticas imaginarias. Yilder, quien más adelante se convertiría en Yoky, cantaba todos los días “hasta en el inodoro” y soñaba que con su voz lograría algún día ser alguien respetado por la fuerza de la palabra.
El “pop de baño” terminó convirtiéndose en rap de barrio. Años después sin necesidad de instrumentos y perfeccionando su habilidad para contar historias, se autoproclamó rapero aunque no pudiera pronunciar bien la primera letra de su género.
- Venga chino ¿Usted qué canta?
- Brrrrap
Yilder tenía problemas con la R. Un defecto físico en su boca llamado “frenillo” (la tira que está debajo de la lengua está mucho más pegada y algo salida) no le permitía pronunciar bien y lo que podía ser peor, no tener novias duraderas. Más de una lo dejaba por no poder sacar bien la lengua. Pero lo que empezó siendo un problema se convirtió en una fortaleza y además de inventarse una manera de pronunciar bien, desarrolló la habilidad de recitar a toda velocidad versos completos y convertir aquella particularidad en parte de su estilo.
EL SÍ Y QUÉ!
Juan Pablo y Julio César Hurtado (de raíz más indígena y con espíritu rastafari) venían pensando en armar un grupo de rap debido a la fuerte influencia de los procesos musicales de la década con agrupaciones como La Etnnia y Gotas de Rap (en el centro de Bogotá), y artistas como Bongo Man (un joven afrocolombiano que había llegado a Usme a “encuartelar” artísticamente a muchos jóvenes a través de su proyecto musical Blanco y Negro y su discurso rapero rastafari). Corrían los años 90 y Usme, uno de los barrios con más población desplazada por la violencia en Bogotá, empezaba a vivir procesos sociales y culturales para mejorar la situación de muchos niños y jóvenes que pasaban el día entero en la calle.
Por esa época se editó el primer cassete de la localidad llamado El sí y qué (gracias a la ayuda del Centro de Expresión Cultural “Fé y Alegría” bajo el liderazgo de la Hermana Pilar que empezó con 17 jóvenes y terminó con 2000 y cuatro casas satélites de arte) con la participación de grupos como Golpes de Ritmo, Arawak y Zumbi, quienes le seguían los pasos a la emblemática banda Gotas de Rap y su álbum Contra el Muro.
El parche del centro de Bogotá era mucho más combativo, le cantaba a la realidad de la calle, a la falta de oportunidades, a la inequidad social, a la violencia y al desamparo de la ciudadanía. El parche del sur (Usme) aunque tenía las mismas influencias que llegaban desde Buenaventura y Cartagena tenía un discurso parecido pero menos citadino. La localidad crecía rápidamente pero el hacerse más grande dentro de lo urbano no la hacía menos rural.
La población de Usme en su mayoría era producto del desplazamiento. Comunidades afro, campesinas e indígenas se encontraban en el mismo territorio, dejando atrás por diversas razones su tierra natal. Por ejemplo el barrio en el que vivía (y sigue viviendo) Yilder, Compostela (al lado del parque Entre Nubes, por la vía Yomasa, como quien va para Juan Rey), no tenía servicios públicos (todo era de contrabando) y no había asadero, ni colegio, ni droguería, ni iglesia, ni mucho menos estaba pavimentado. Para llegar, tocaba subir en unos carritos y luego caminando. En ese contexto cantaba y componía Yilder. Con el tiempo se dio cuenta que su rap no era entonces tan combativo y agresivo, que era rap “preventivo”.
Porque como años después afirma él en el ghetto no todo es pobreza, ni violencia. Cada contexto dentro del mismo territorio afecta lo que se cuenta. Por ejemplo, en el lugar más pobre que exista, hay uno que tiene una tienda y ese, desde ahí, ya vive otra realidad que afecta lo que piensa, lo que siente, lo que habla y por lo tanto, lo que canta. En ese entonces para cantar, lo más fácil era crear un grupo de rap. Y si uno cantaba rap tenía que tener una “chapa” (apodo o a.k.a)”.
Luis Yilder Rueda, aquel joven afrocolombiano nacido en Bogotá y que nunca conoció a su papá, pasó a llamarse Yoky Barrios, por aquel que doma caballos y el Joker de las cartas de poker.
Julio Cesar Hurtado también modificó su nombre. El parche empezó a llamarlo Thomas Lion. Y ellos dos, junto a Juan Pablo Barragán decidieron crear Ares del Asfalto.
“SÚPER MC”
El circuito del rap bogotano, sin importar el barrio y el estrato, cumplía una cita religiosa todos los viernes en la noche. La Radiodifusora Nacional de Colombia amplificaba la voz profunda del rapero y locutor Caoba Nikel dándole vida al “Reino Clandestino”. La voz de los barrios, de las esquinas y de la calle se hacía sentir y cada rapero que sonaba por unos minutos se convertía en un “Súper Mc”. Ares del Asfalto llegó con su canción Limpieza Social. Yoky se escuchó por primera vez en la radio pública y en la primera entrevista de su vida reaccionó afirmando:
- Noooo a nosotros nos falta mucho! Un MC es un man que hace todo el trabajo y tiene que ser muy recorrido, a nosotros todavía nos falta mucho
Al improvisar lograban convertirse en ritmo y melodía. Coro y pregón. Cadencia e improvisación. Acción y pasión. Gestión y composición. Y lo más importante, lograban ser más vivos que los vivos del barrio, empezando a ganarse con mucho trabajo el respeto y el status soñado.
¿QUÉ ES UN PADRE?