Mi primer concierto como Rockerito
Siempre estoy hablando de música, es curioso. A veces quiero desligarme de ese tipo de temas para no cansar a la gente que no piensa igual, pero sigo hablando de lo mismo, de bandas nuevas, guitarristas descrestantes, canciones que se hacen vida, festivales, videos, en fin.
Nunca me había hecho la pregunta de mi primer concierto, la inquietud resultó de una situación fortuita en Días de Radio de Radiónica, hace un tiempo: ¿Diego, cuál fue tu primer concierto?. No pude responder de inmediato, pedí tiempo para hacerlo.
Empecé a pensar, a recordar, y por mi mente pasaron los conciertos de la abuela en la cocina. Desde que despertaba el radio estaba encendido y ella de fondo, siempre estaba cantando. En alguna oportunidad la acompañé a una viejoteca, en una acción comunal en algún lugar del norte de Medellín. Allí empoderada soltó mi mano, me dijo que esperara y tomó el micrófono y con una pista de Óscar Larroca y Alfredo de Angelis, empezó a cantar Sangre Maleva, ese quizá fue uno de mis primeros conciertos. También recuerdo haber asistido a alguno de Vilma Palma e Vampiros y Enanitos Verdes.
Sin embargo, al revisar los anaqueles de la memoria, de los recuerdos sonoros, veo a un niño de overol azul oscuro, con camisa azul celeste y rayas blancas, a inicios de los años noventa, caminando al lado de sus dos padres por el parque recreativo Tutucán, en el Oriente antioqueño, en el municipio de Rionegro.
Allí visitábamos no solo las atracciones, sino también el tradicional pueblito paisa. Al caer la tarde, antes de partir hacia casa, llegamos a la plaza principal de aquella réplica y vimos un aparataje de amplificadores, parlantes, algunos instrumentos musicales y muchas sillas plásticas alrededor de la iglesia. Nos sentamos a esperar el inicio del espectáculo.
A los minutos se prendieron las luces, empezó el sonido, aparecieron guitarras, bajo, un piano y un hombre con gabán, cabello largo y lentes parecidos a los de los motociclistas, pero de color rojo.
Muy pocos se sabían las canciones, o al menos, eso me contaron mis padres. Yo miraba atónito, sin entender qué era, pues seguro no era nada familiar. Hasta ese momento yo no sabía que era el rock, solo había escuchado en casa los canticuentos que me harté de escuchar y escuchar y que tanto disfruté mientras saltaba en una cama.
Y sí, ahí estuvimos viendo una banda de rock, yo tenía seis años y nunca pensé que esa parte de mi vida que ahora tenía frente a mis ojos, la fuera a vivir. Ahora, tenía a estos músicos, tocando frente a una iglesia que no ofrecía misas, pues solo estaba ahí como una maqueta de exhibición de colegio para mostrar la tradición de un pueblo antioqueño a los turistas de toda Colombia y el mundo.
Esa banda era Kraken, y ese fue mi primer concierto.
La memoria llegó mientras me hacían esa pregunta a través de la radio, y curiosamente las imágenes y los sonidos aparecieron sin esperarlos.
Ahora, como en un programa en vivo, a quemarropa, yo les pregunto a ustedes, ¿cuál fue su primer concierto? No importa de qué género, no importa si ahora les gusta o les da pena, solo construyamos esta historia juntos. ¿Lo recuerdan?
Y si quisieran que sus hijos tuvieran un gran primer concierto, yo los quiero invitar a Rockeritos y el encuentro maravilloso que tendremos el próximo sábado con I.R.A, una banda vital para contar la historia del punk y del rock en Colombia. Seguro sus hijos se llevarán un buen recuerdo y una gran enseñanza de este concierto amoroso que viviremos todos juntos.