Cali ¿Es cuestión de Pandebono?
Características gastronómicas departamentales existen muchas. Para Antioquia están las arepas, Bogotá tiene el roscón, y Cali, el pandebono.
Él es el promotor de alegrías, sonrisas, canciones en la Sultana e incluso, muchos lo idolatran convirtiéndolo en un símbolo regional. El Pandebono dentro de la gastronomía local caleña, es un imperdible diario o semanal así como es el aborrajado, el champús o la empanada. Por ello, hicimos una búsqueda para encontrar la historia de tal magnífico panecillo.
A mediados del siglo XIX en Papagayeros un municipio ahora conocido como Remedios en Dagua (Valle del Cauca) en una hacienda que lleva por nombre Bono, se atraían locales y foráneos por el exquisito olor que emanaba su horno de leña. En ésta, según cuentan las diferentes historias, una mujer de cabello blanco llamada Genoveva hacía panecillos de maíz que rápidamente fueron obteniendo popularidad entre los arrieros que hacían la parada obligada cuando salían de Cali a trabajar a Buenaventura.
Edouard Andrê, un naturista y explorador francés que visitó la nueva granada, publicó América Pintoresca, libro que cuenta precisamente en una de sus páginas, lo que puede ser conocido como uno de los escritos más relevantes para descubrir la historia de este adorado pan.
Este panecillo fue producido en un inicio con maíz curado y molido, almidón de yuca, queso fresco de leche entera, sal, una pizca de azúcar y huevo, que se degustaba a cualquier hora acompañado con café o chocolate.
Con el tiempo, el pandebono llegó a la Sultana, vendiéndose rápidamente en la plaza de la iglesia Santa Rosa en Cali (donde actualmente se encuentran ubicados los vendedores de discos de vinilos) hasta que se popularizó entre todas las panaderías.
Para quienes se preguntaban por el nombre de este manjar, se respondía Pan del bono (mencionando su lugar de origen) que rápidamente se difundió por las cocinas de toda la región y la nación. Sin embargo, poco a poco a través de los años su preparación fue modificándose al igual que su nombre para encontrar nuevas sensaciones.
Aunque en estos momentos su preparación ha variado en harina industrial de maíz, queso costeño, almidón de yuca y agua, sus seguidores al igual que su adoración aumentan. Es incluso casi imposible no probarlos estando o visitando Cali.
Otras versiones, otras historias del origen del pandebono
Aunque se expresa que la historia de la Hacienda el Bono en Dagua es la versión oficial, existen dos interpretaciones que muchos caleños afirman son válidas:
Para algunos, el pandebono debe su nombre a un panadero italiano que vivió en la Sucursal, éste vendía deliciosos panecillos diciendo “pan del bono” o mejor dicho pan del bueno (en italiano) y fue así que se popularizó su nombre.
Por otro lado, en los ingenios de caña de azúcar, los corteros recibían un bono para el almuerzo que consistía consumir agua y pan. De ahí lo comenzaron a llamar como pan del bono y poco a poco el nombre tomó fuerza por fuera de los establecimientos hasta llegar a las ciudades.
Sea cual sea su versión o su creencia; si se encuentra por la Sultana del Valle, pase por una panadería y disfrute de un par de estas golosinas. Quienes lo recomiendan les dirán que los harán felices. Para muchos, una visita a la Sucursal no es oficial hasta que los consuman. Sino, pregúntele al Grupo Niche, quienes les dirán que Cali, es cuestión de Pandebono.