Cali es Cali, lo demás es Sultana
¿A qué suena, sabe y huele Cali? Una mezcla de salsa, Pacífico, jazz y rock and roll, un territorio que huele dulce como la caña, de brisa que viaja desde el mar, baja desde las tres cruces y se mezcla con el río; un sabor único e intenso a lulo y chontaduro, con todas las razas y colores mezclados como el sancocho, el cholao y el champus, que pica como el ají de una buena empanada. Es fresca como el pandebono y con la sazón de un buen aborrajado. Cali, la capital simbólica del Pacífico colombiano es una ciudad musical en toda su extensión, un territorio cargado de mucho sabor y un escenario perfecto para hacer festivales y conciertos. Porque si de música y baile se trata, Cali es la que manda. Y sí, aunque durante muchos años se mantuvo en silencio, con un letargo propio de las ciudades que vivieron en todo su esplendor la época del narcotráfico y luego cayeron en el abandono, en los últimos años la Sucursal del Cielo logró reinventarse y empezó a emerger como una princesa de ébano renaciendo entre la caña, empoderándose de su valor cultural afrocolombiano y de su carácter e identidad artística. De la Cali de Andrés Caicedo, Enrique Buenaventura, Luis Ospina, Carlos Mayolo y Sandro Romero, entre muchos más, hoy contamos una Cali a través del arte de muchos otros, una lista larga en donde sobresalen nombres como Oscar Ruiz Navia, Jorge Navas, Andi Baiz, Carlos Moreno, Hugo Candelario, Jacobo Velez, Chocquibtown, Zalama Crew, Superlitio, Los Hotpants, Electric Sasquatch, Desnudos en Coma, Sultana y muchos, muchos más, porque esta es una de las ciudades más musicales de Colombia.
Santiago de Cali ha venido demostrando que está más viva que nunca. Su oferta artística crece cada día y desfila por teatros y espacios al aire libre permeada culturalmente por el Cauca, el Valle y el Chocó. La Feria de Cali no es el único nombre que sobresale, hoy en día retumban en el país y en el mundo entero nombres como: Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez, Mercado Musical del Pacífico, Festival Mundial de Salsa, AJazzgo, Unirock, Calibre, Cruzada de Fuego, Rock en Rio Cali, Vive Electrolux y Metrópolis. Tal vez por eso es absolutamente entendible que productores de conciertos de Bogotá como T310/Absent Papa se hayan fijado en Cali como un escenario propicio para hacer un festival con las características propias de la idiosincrasia caleña pero con el sello de un festival internacional del nivel, estatus y calibre del Estéreo Picnic. Y se arriesgaron de la mano de los locales Sonoroma, quienes desde hace varios años han venido creando espacios, conciertos, fiestas y eventos convencidos de que la ciudad, a estas alturas, está totalmente preparada para ser un escenario imprescindible y fundamental en el circuito musical del país. Así fue como este crew colaborativo terminó apostándole y arriesgándose a la que esperamos sea la primera de muchas versiones del Festival Sultana, Cali Ruge entre la Caña.
Sucedió el sábado 26 de septiembre de 2015. Sol radiante, temperatura perfecta, una recta que parte de Cali directo Palmira que se desvía y llega a la Hacienda La Dolores, territorio cañero que durante 15 horas decidió abrir sus puertas para un derroche de “caleñidad”. Un clima envidiable para muchas ciudades y países del mundo que realizan festivales y un cartel musical ecléctico y diverso como el Valle mismo (el más parecido al festival de World Music que ha tenido el país hasta la fecha), en donde la música tropical puede convivir perfectamente con la distorsión de una guitarra eléctrica, a ritmo de chirimía, con la energía de la electrónica, la sutileza del pop, la sabrosura de la salsa, la narrativa del hip hop y la actitud del rock and roll. Los Hotpants, Xavier Martinex, Manuel Medrano, Sultana, Rancho Aparte, Ela Minus, Is Tropical, Julio Garcés, Giovanni Aparicio, Guberek, Tanner Ross, David Noreña, Camea, Los Indajaus, La Mala Rodriguez y Bomba Estéreo fueron los artistas escogidos para esta primera versión que tenía como objetivo apuntar a diferentes frentes que están marcando tendencia entre el público caleño.
Sin lluvia, con aire fresco y el sol a favor, el festival inició con el poder guitarrero de Los Hotpants (banda que nació, se dio a conocer y ha ido creciendo en Radiónica, quienes, además, hicieron parte de nuestro Concierto Radiónica 2014 en el Teatro Jorge Isaacs). Continuó con un concierto minimal, honesto, gigante, ritualista, caribeño y amoroso de los hijos de la casa de los #SonidosColombianos y recién nominados al Grammy Latino, Bomba Estéreo, siguiendo con el show inesperado y sorpresivo, en cuanto actitud, nivel y poder, de la rapera española La Mala Rodriguez (no habíamos contado con suerte de ver un buen show de esta artista en ocasiones anteriores) y finalizó con el techno a cargo de la Dj norteamericana residente en Berlín, Camea.
15 horas que transcurrieron en perfecta convivencia y armonía, con 1500 personas aproximadamente disfrutando, cantando y bailando cada uno de los sonidos que salían de una tarima que, a diferencia de muchos festivales del país, contó con un sonido y una potencia envidiable, demostrando que Cali está preparada para este tipo de propuestas y que ¡Sí Señores! Cali es Cali y lo demás es Sultana
Fotos: Diego Molano.