Panorama del delito sexual en los últimos 15 años en Colombia
Los delitos sexuales en Colombia siguen siendo una preocupación por el número de casos que se presentan año tras año. Así lo permite establecer el mapa de delitos sexuales del Laboratorio de Gobierno (GovLab), que con datos del SIEDCO de la Policía Nacional, arroja una panorámica completa del país (entre la que se encuentran datos municipales, departamentales y por ciudad) sobre este tipo de violencias en más de una década.
La situación en los registros que se tienen del 2024 no parece ir por mejor camino. A lo largo de este año, en comparación con el año 2023, entre los meses de enero y mayo, se presenta un aumento del 10 % en los delitos sexuales, lo que en números significa un incremento de 1.239 casos. Así, que mientras en 2023 se presentaron, en ese periodo, un total 10.463 casos, para el 2024 se han registrado 11.702.
Cabe destacar que en ambos años alrededor del 80 % de las víctimas fueron mujeres, siendo los delitos sexuales a adultos los que predominan y en segundo lugar, los delitos dirigidos a menores de edad.
Lo anterior permite entender una situación alarmante en términos de salud pública y sociedad, como señala Johana Romero, profesora de la Facultad de Psicología y Ciencias del Comportamiento de la Universidad de La Sabana, el abuso sexual es un asunto que se perpetúa.
“Aunque la ley ha cambiado, no hay una caducidad efectiva del delito, los procesos judiciales son largos y desalentadores, lo que lleva a la falta de sanciones contundentes. Además, las víctimas que no reciben tratamiento adecuado pueden desarrollar patrones de comportamiento abusivo. Los abusadores a menudo usan persuasión o engaño, y las víctimas, especialmente niños, más adelante pueden repetir estos comportamientos. Por eso, es crucial intervenir y reparar estos daños para evitar la perpetuación del abuso, ya que los niños y adolescentes son especialmente vulnerables”, señala la experta.
De la pandemia al maltrato a los hombres
En una revisión cronológica, es posible también establecer un aumento porcentual en el número de casos de delitos sexuales cometidos a hombres. Es decir, que mientras para el año 2014 se registraban 1714 casos, para el año 2023, se anotaron 4935 hombres que denunciaron haber sido hostigados sexualmente. Lo anterior, para algunos expertos, puede tener varias interpretaciones.
Puede sugerir un crecimiento demográfico, un cambio en las metodologías de recolección de datos o un aumento real del número de casos seguido de mayor cantidad de denuncias interpuestas. Con estas dos últimas razones concuerda la doctora Romero.
“Hoy por hoy, muchas interacciones, relaciones emocionales y sentimentales no ponen límites. El no tenerlo claro, está perpetuando otro tipo de prácticas que dan pie a que en algún momento haya un abuso. Adicionalmente, a nivel cultural se ha avanzado y con la gestión de grandes campañas, se ha informado a la gente sobre el hecho de que no solo las mujeres son víctimas, también son los hombres. Esto ha llevado a muchos a cambiar esas percepciones para que ahora se atrevan y tomen la iniciativa de denunciar porque el hecho de que un hombre se sienta vulnerado frente a la luz de cómo piensa un hombre, de lo que se espera de un hombre, puede cambiar esos patrones”, explica.
Situaciones como las de los hombres, también abren el panorama de la realidad de los delitos sexuales a lo largo de una década. En ese orden de ideas, vale la pena destacar que la pandemia también estableció un punto de quiebre en el círculo de violencia sexual, pues con el confinamiento, expuso más los casos.
Así, mientras en el 2014 se reportaba un total de 12.769 casos, para el 2019 la cifra aumentó a 38.128, entre los cuales los menores fueron la población más afectada con 16.030 casos, seguido de adultos con 11.075. Posteriormente, aunque las cifras se han reducido, para el 2023 el número sigue siendo significativo.
Según Omar Oróstegui, director del GovLab de la Universidad de La Sabana, la sensación que se puede tener, de que la situación actual es peor que la que ya se vivía en el 2014, puede deberse a que los datos son “el resultado de los nuevos mecanismos, que después de la pandemia se implementaron. La violencia y los problemas al interior del hogar se incrementaron de manera considerable, es posible que esto también obedezca a que se mejoraron los mecanismos de denuncia por parte de las autoridades”, señala.
“El hecho de que ya no estemos confinados, no significa que estas prácticas se vayan. En ese momento se incrementaron porque se dio la ocasión, pero continúan porque no pasa nada, no hay una consecuencia frente a la práctica inadecuada, frente a esta violencia”, reitera la doctora Romero.
Lo anterior, supone un llamado para que, en un trabajo interdisciplinar, entre trabajadores del campo de la salud, gobiernos, víctimas, familiares etc., sea posible establecer directrices y líneas claras para mitigar y hacer un cambio, pues muchas veces las decisiones y campañas no parten de la evidencia y se siguen perpetuando estas prácticas que van contra los derechos de quienes son más vulnerables.
Panorama del delito sexual en Colombia
Desde 2010 hasta mayo de 2024, el SIEDCO de la Policía Nacional reporta aproximadamente 333,000 casos de delito sexual en Colombia.
Distribución de edad de las víctimas
En 2010, el 42.91 % de los casos (2,945) involucraban a menores de 14 años, el 29.46 % a adultos y el 27.63 % a adolescentes.
Para 2023, esta distribución cambió a 31.63 % en menores de 14 años, 28.71% en adolescentes y 39.66% en adultos, posiblemente debido a políticas de protección de menores y un aumento en la proporción de casos reportados.
Distribución por sexo de las víctimas
En 2010, el 86.42 % de las víctimas eran mujeres y el 13.58 % eran hombres. Para 2023, los hombres representaron el 17.82 % de las víctimas, mientras que el 82.18 % fueron mujeres. Este cambio podría reflejar una mayor disposición de los hombres para denunciar este tipo de delitos.
Tendencias anuales de casos
El año con mayor número de casos fue 2019, mientras que 2010 tuvo el menor número reportado. Este aumento puede reflejar una mayor disposición a reportar los casos a lo largo del tiempo.
Capitales departamentales con mayor tasa de delitos sexuales por cada 100,000 habitantes
Las capitales amazónicas lideran la lista, con Leticia (Amazonas) en primer lugar con una tasa promedio de 271.6 casos, seguida de San José del Guaviare (237.6), Mocoa (Putumayo) con 189.6, Inírida (Guainía) con 174.6, y Florencia (Caquetá) con 172.4. Esta alta tasa en zonas amazónicas podría relacionarse con factores culturales y de seguridad propios de la región, más allá de las diferencias poblacionales.
Municipios con mayores tasas promedio de delito sexual (por cada 10,000 habitantes, 2010-2024):
- Gachantivá, Boyacá – 36.45 casos
- Berbeo, Boyacá – 32.63 casos
- Palmar, Santander – 29.89 casos
- Cuítiva, Boyacá – 28.17 casos
- Leticia, Amazonas – 27.15 casos
- San Eduardo, Boyacá – 26.67 casos
- Hato, Santander – 24.04 casos