Cinco bandas legendarias en el rock de Medellín
Aunque puedan existir más, estas cinco agrupaciones marcaron la historia del rock nacional desde Antioquia.
¿Por qué algo se puede considerar “legendario”? Algunos diccionarios de la lengua española se refieren a esta palabra como algo que “sobresale entre los de su género hasta tal punto que ha entrado a formar parte de la historia o se ha convertido en un modelo”. Decir que una banda de rock pueda ser considerada como modelo tal vez iría en contra de un pilar fundamental de cualquier expresión artística (entre las que se enmarca la música) que es la libertad creativa y expresiva, que está regida por las subjetividad.
Pero algo sí es cierto, y es que estas agrupaciones han sido una influencia para nuevas generaciones de músicos que han crecido escuchándolas y que, de cierta forma, han encontrado en su sonido una inspiración sonora. Lo otro, sí es una realidad, estas bandas han pasado a la historia no solo del rock de Medellín, sino de la música hecha en Colombia.
Los Yetis
Fue (y es, ya que aún está activa) la primera banda de rock en Medellín, e hizo parte de esa primera camada de grupos rock en Colombia junto a Los Flippers, Los Speakers, Los Ampex, entre otros. Inicialmente sus canciones fueron adaptaciones del rock inglés, pero con los años evolucionaron su sonido recibiendo influencias de elementos sonoros como el rock británico, pero también de movimientos literarios como el Nadaísmo. Cuando finalizaba la mítica década del 60, el grupo se disolvió y con ellos murió parte del rock en Medellín por esos años. En 2010 reactivaron el proyecto con dos de sus integrantes fundadores, Juan Nicolás Estela y ‘Juancho’ López.
I.R.A.
Nacen en 1985 como S.I.D.A. (sucios y desordenados anarquistas) y a partir de ahí no han parado de tocar. Hicieron parte de aquella corriente punk nombrada como “Punk medallo” que integró un sonido particular de este género hecho en la ciudad. Luego de 30 años en los que han mutado de integrantes, más de una decena de producciones discográficas y cientos de conciertos, I.R.A., más que una banda de punk, es un referente de la autogestión en el país. Cuando estaban por cumplir dos décadas de historia llegaron al mítico CBGB en Nueva York para tocar, siendo esta solo la primera gira por el país americano, como han logrado hacerlo por buena parte de Latinoamérica y Europa.
Masacre
Con precedentes en el sonido Metal Medallo como Parabellum y Reencarnación, Masacre nace en 1988 con dos grandes actores: Alex Oquendo (vocalista y líder) y Mauricio Montoya ‘Bull metal’, responsable del diálogo que logró tener este género con lo que sucedía en el Death metal europeo. El sonido fuerte de Masacre es la perfecta combinación a las letras crudas en las que plasman la realidad de un país que, cuando nació, estaba pasando por sus momentos más complejos en cuanto a violencia.
En casi 30 años de música, han recorrido varias veces América y Europa, y hace un par de años lograron embarcarse en 70.000 Tons of Metal, el crucero donde por cinco días solo hay metal en vivo.
Estados Alterados
En una época como los 80, donde en Medellín solo predominaban los sonidos fuertes del rock como el punk y el metal; Elvis, Tato y Mana, que hacían parte de un grupo de jóvenes que escuchaban New Wave y les gustaba la vanguardia en expresiones artísticas como el cine y el arte, fueron los creadores de una banda que se arriesgó a experimentar con los sonidos secuenciados partiendo de una transgresión: prescindir de la guitarra.
Era, sin duda, otra mirada al rock desde un amplio sentido del mismo. La muerte de Mana antes de su primer show hizo que Ricky integrara la banda y así se formó el trío original, que lanzó discos como su homónimo Estados Alterados (1991), Cuarto acto (1993) y Rojo sobre rojo (1995).
Cuando le quedaba poco a la década de los 90, la banda desapareció con un disco inconcluso que nunca salió a la luz y con un sonido que, aunque experimental, distaba mucho de la oscuridad de su génesis. Años después regresaron mostrando Romances científicos (2006) y desde ese entonces siguen haciendo música, ahora sin Tato Lopera en la alineación.
Bajo Tierra
Gran parte de su actividad se dio durante la década de los 90, cuando el movimiento de lo llamado “alternativo” estaba llegando a nuestros oídos por medio de canales televisivos como MTV. Bajotierra (el de los 90) fue, más que una recolección de influencias internacionales, una interpretación del rock mediada por el contexto local y los deseos de hacer música de unos jóvenes que tenían en su cabeza elementos literarios, cinematográficos, antropológicos y hasta de la cultura popular colombiana.
El resultado no podía ser otro que canciones como Ojos enfermos, Jimmy García, Justiciero, Las puertas del amor y la mítica El pobre, que tras su simpleza interpretativa tiene detrás las influencias literarias y cinematográficas basada en una obra del venezolano Rómulo Gallegos.
Bajotierra se queda en pausa al finalizar los 90, y regresa algunos años después como un proyecto distinto. El Bajo Tierra de los 2000 es más oscuro y atmosférico, y solo conserva a los dos integrantes que han estado siempre desde el inicio, Jaime Pulgarín y Lucas Guingue. Lanzaron Los días adelante (2007), y tras un par de años, la banda se quedó en silencio.