Ozzy Osbourne y sus mitos más recordados
Los mitos le dan sentido a la realidad. Toda la historia de la humanidad ha estado acompañada, e incluso contada, a través de mitos. Las mitologías nos ayudaban a entender lo mundano y lo divino, a darle alivio a nuestras ansiedades y a darle respuestas a las preguntas que más nos intrigan.
Y a pesar de que vivimos en un mundo secular en el que hay muy poco espacio para la magia, seguimos creando estos dioses de barro que nos sacan del letargo de la hiper racionalidad. Estos seres que admiramos por sus virtudes, a quienes adoramos como héroes y cuya intimidad se nos hace tan fascinante, que inventamos, o creemos, cualquier cosa que le de sentido a la existencia de semejantes personajes tan maravillosos, únicos e intocables.
Y sin duda uno de los seres más mitológicos que existen en este planeta es Ozzy Osbourne. Amado, odiado, difamado, cuestionado, la imagen de este músico es una de las importantes del Siglo XX, no solo porque junto con Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward creó Black Sabbath, sino porque sobre él se ha dicho, se ha malinterpretado, se ha exagerado y se ha mitificado de todo un poco.
John Michael Osbourne nació en Aston, Birmingham, Inglaterra, el 3 de diciembre de 1948 bajo una estrella profana que lo destinaría a la grandeza. La vida de este cantante siempre ha estado marcada por la precariedad. Sus padres pertenecían a la empobrecida y golpeada clase obrera inglesa de los años 50 y el joven Ozzy era hiperactivo y problemático. Siempre estaba al borde del abismo y se dice que su padre le dijo que iba a terminar o siendo alguien importante para la historia o preso. Ambas profecías las cumplió.
Desde el lanzamiento del disco Black Sabbath (1970) Ozzy se convirtió en una figura pública y gracias a sus personalidad excéntrica y errática, su descaro y su amor incondicional por el licor y las drogas, también se convirtió en un enemigo público.
Durante mucho tiempo fue el chivo expiatorio perfecto usado por la conservadora y estirada sociedad, para justificar todos los males que azotaron a las generaciones de los 70 y los 80. Como si la inestabilidad económica, el totalitarismo, las crisis políticas y la decadencia occidental no tuvieran nada que ver.
Pero el buen Ozzy se alimentaba de la crítica y su desquiciado comportamiento atizaron el odio y por supuesto el mito. Varias de sus acciones han quedado inmortalizadas en el imaginario popular, algunas sucedieron al pie de la letra y otras han sido magnificadas. A veces cuando se escuchan historias sobre las desventuras de Ozzy Osborne es difícil saber qué es verdad y qué es mentira, porque en varios de estos cuentos, el protagonista estaba tan borracho que ni él sabe bien qué pasó.
Y en honor al tremendo legado de Ozzy Osbourne vamos a repasar algunos de sus mitos más recordados.
Trabajó como carnicero
Después de dejar el colegio a los 15 años, ejerció varios oficios distintos para sobrevivir y llegó a la carnicería porque en ese momento su papá estaba trabajando en una fama. De hecho ese fue su trabajo previó a formar Black Sabbath y se dice que disfrutaba mucho faenar vacas y sacrificar cerdos. Cuenta la leyenda que cuando era día de paga le gustaba ir al bar a poner ojos de vaca en los vasos de los borrachos desprevenidos.
Tuvo de mascota un zapato
A finales de los 60 todos en Birmingham sabían que Ozzy era un tipo extraño y loco y seguramente ese pensamiento se debía a que andaba por todos lados con un zapato mascota, el cual se supone que paseaba con una cuerda.
Fue encarcelado por robo porque se puso guantes sin dedos y dejó sus huellas en la escena del crimen
En su adolescencia, a parte de tener trabajos horribles, Ozzy se dedicaba a robar cosas hasta que fue capturado y detenido por seis semanas. Se dice que la policía lo descubrió porque cuando cometió el robo se equivocó y llevó guantes que no cubrían sus falanges, por lo que dejó su rastro en la escena del crimen. No se sabe si esto es del todo cierto, pero de lo que sí se tiene certeza es que ese tiempo encerrado le sirvió para reflexionar sobre el camino por el que quería llevar su vida y eso eventualmente lo llevó a convertirse en la leyenda del rock que es hoy.
Tuvo la nariz morada por semanas
En los primeros días de Sabbath, cuando la banda se llamaba Earth, Ozzy hacía de todo para llamar la atención y una vez en un concierto decidió pintarse la nariz de morado. La cosa es que uso pintura indeleble y pasó semanas andando por ahí las ñatas coloreadas.
Espantó a un grupo de satanistas cantando la canción de Happy Birthday
Cuando Black Sabbath se popularizó, su contenido oscuro y sus encuentros con el ocultismo convirtieron a la banda en un referente del satanismo. Decenas de practicantes de este culto comenzaron a acercarse a la banda para pedirle todo tipo de cosas. Desde tocar en Stonehenge, hasta ayudarlos a invocar al Diablo. Una vez después de un concierto, los pasillos del hotel estaban llenos de personas con capuchas negras que sostenían velas y cantaban. Desesperado porque no podía dormir, Ozzy y los demás decidieron salir a soplar las velas y cantar el Happy Birthday para sacar a los molestos intrusos.
Drogó por error a un sacerdote
Cuando Ozzy estaba casado con su primera esposa Thelma Malfayr, recibieron la visita de un sacerdote de la iglesia de Inglaterra. Antes de eso, Ozzy había preparado un pastel que roció con hachís y lo dejó por ahí. Thelma sin saberlo le ofreció una rebanada al sacerdote que cayó inconsciente. Ozzy cuenta que creyó que lo había matado porque no se movía. Pero no fue más que un tremendo susto.
Se orinó en el fuerte del Álamo
Cuando comenzó su carrera como solista, durante una gira estaba en San Antonio, Texas, ciudad donde está el famoso fuerte del Álamo que es una parte importante de la identidad patriótica estadounidense. Una noche iba muy borracho por la calle y decidió parar a orinar. La cosa es que no se dio cuenta que lo hizo contra una de las paredes del famoso fuerte y obviamente unos indignados policías lo metieron preso por profanar el lugar. Pero esta historia tiene parte de verdad y parte de mentira, porque en verdad no Ozzy no orinó el Álamo sino un monumento dedicado a la memoria de este lugar. De haber sido el sitio histórico la hubiera pasado muy mal.
Inhaló una fila hormigas con Mötley Crüe
En 1984 fue la gira de Bark at the Moon, el tercer disco como solista de Ozzy, y fue uno de sus tours más alocados de su vida porque lo acompañó Mötley Crüe. La banda cuenta que siempre estaban haciendo retos y un día Ozzy llevó todo muy lejos. En el libro The Dirt (2001) se cuenta que un día estaban en una piscina y Ozzy solo tenía puesto un vestido de mujer. De repente vio una fila de hormigas, tomó un pitillo e inhaló varios insectos. También hay una versión que dice que solo fue una araña, pero sea como sea, ese día ganó los retos.
Aparte de arrancarle la cabeza a un murciélago, también decapitó una paloma
Ozzy no solo tiene un complejo historial de adicciones sino de enfermedad mental, toda su vida ha luchado contra la bipolaridad y la locura, lo cual se ha traducido en múltiples episodios de violencia contra los animales. El caso del murciélago es muy famoso. Alguien lanzó al animal sobre el escenario, Ozzy pensó que era un juguete de plástico y le arrancó la cabeza. Pero hubo otro caso en el que sí estaba más “consciente” de que estaba decapitando a un ser vivo.
Durante una firma de contrato con la disquera CBS, el músico llevó dos palomas que pensaba liberar como acto simbólico. Pero dicen que estaba borracho y aburrido y por alguna razón inexplicable arrancó la cabeza de uno de los pájaros con los dientes. Sangre, excremento y pánico se esparcieron por todo el cuarto y en sus memorias Ozzy cuenta que estaba tan intoxicado que no tiene idea en qué estaba pensando.