Cinco discos fundamentales que cumplen 15 años
Tal vez no sea descabellado afirmar que cada día, en alguna parte del mundo, se lanza un disco a diario. Y aunque se ha venido institucionalizando el día viernes de cada semana como propicio para los lanzamientos musicales, algunos proyectos prefieren saltarse esa ‘regla’ y hacerlo cuando les nazca (o cuando lo tengan listo).
Y podríamos hablar de miles de producciones discográficas que ven la luz en un solo año, pero realmente no son tantas las que logramos rastrear n ese lapso, y el número se reduce aún más cuando miramos en retrospectiva. Si nos preguntamos cuáles fueron las canciones que salieron hace 15 años, seguro son un puñado las que se nos vienen a la cabeza, y justamente esas que perduran en el recuerdo son las que sobrevivieron al impacto del tiempo.
Con los discos sucede igual. Son pocos los que recordamos y, por lo general, aquellos que quedan frescos en la memoria tienen algo que los hace relevantes, aún hoy. Aquí hacemos un repaso por algunos de esos trabajos. No es un ranking, es solo una mención a su importancia en la historia musical 15 años después.
“Productos desaparecidos”
La Pestilencia
Cuando una banda con un estilo tan marcado y una base de público que los sigue por lo que representa su música decide darle un giro a su sonido puede que la respuesta de sus seguidores más ortodoxos no sea la esperada. Ese fue el panorama al que se enfrentó el grupo liderado por Dilson Díaz en 2005 con el lanzamiento de su quinto disco: “Productos desaparecidos”. El álbum fue hasta el momento más experimental, lleno de riesgos sonoros representados en atmósferas y samplers que no eran comunes en la crudeza de clásicos como “Soldado mutilado” o incluso -para el momento- la canción aún reciente “Soñar despierto”.
Sin embargo, este álbum marcaría un pico en la carrera de "La Peste": giraron por todo el país y parte de América, sus videos se vieron en MTV (cuando la música reinaba en su señal) y hasta lograron ser nominados en sus premios. “Productos desaparecidos” marcó un punto de inflexión en el sonido del grupo, que seguiría presente en canciones posteriores, y de esos 15 tracks quedaron himnos como “Nada me obliga”, “Ahora me cuesta” y “Pacifista”.
“The Back Room”
Editors
En la época de oro (donde tuvo mayor impacto) del reminiscente sonido de grupos como Interpol o The Strokes, que nos recordaban a proyectos setenteros y ochenteros como Joy Division, Echo and the Bunnymen y The Smiths, nació en Birmingham, Reino Unido, un proyecto lleno de guitarras y atmósferas sintetizadas llamado Editors. Ellos lograron hacerse muy rápido con una reputación ‘Indie’ (etiqueta muy usada por esos años para este tipo de sonido). Su debut, “The Back Room”, dejaría claro el estilo de la banda y le permitiría hacer parte de ese selecto grupo de proyectos sonoros que le darían un color característico al sonido rockero de la primera década del siglo.
“The Black Cat Bone”
The Black Cat Bone
Aunque las bases de este proyecto venían desde finales de los 90, la banda se formó a inicios de siglo, en 2001. Con su combinación de rock y blues por partes iguales, fueron artífices de que este sonido se hiciera un hueco en los medios nacionales de forma constante (por aquella época). El debut del grupo liderado por Mauricio Leguízamo, del que también hizo parte el bluesman Carlos Reyes, fue clave para que, años después, proyectos como la Killer band (del mismo Reyes), Vulgarxito y el mismo Carlos Elliot Jr. Tuvieran eco en la radio, más allá del circuito blues nacional.
“Welcome to Jamrock”
Damian Marley
Cuando llevas encima el apellido de un grande de la música universal, es difícil brillar con luz propia. El apellido “Marley” pudo convertirse en un punto de comparación para la música de cualquiera de sus hijos (además de Damian, también sus hermanos Stephen, Julian, Ziggy y Ky-Many se dedican a la música), pero en la mayoría de los casos lograron estar a la altura del legado. En el caso de Damian, uno de los menores de esta dinastía atravesada por el sonido creado en Jamaica, el 2005 fue un año bisagra en su carrera. Su tercer disco “Welcome to Jamrock” es, quizás, definitivo para entender su propuesta sonora. Repleto de invitados como Nas y Black Thought de The Roots, permiten a este disco ser un referente del reggae, pero mirado desde el prisma del rap.
“Bombea”
Doctor Krápula
Un antes y un después para la banda liderada por Mario Muñoz. El tercer disco del grupo, además de tener dos de sus hits más grandes como “El pibe de mi barrio” y “La fuerza del amor”, es aquel donde Krápula llega a una madurez inicial luego de discos con covers convertidos en Ska y canciones rápidas. Son bailables, pero también rockeros; hay alegría, pero cuenta con pasajes melancólicos y algo de esperanza al final. Sus letras políticas, una constante hasta hoy, son transversales, pero el abanico de su discurso en estas 15 canciones es un poco más amplio, a veces más personal. Fue un fenómeno en las radios y en el público; un disco donde desarrollaron una personalidad propia con el paso de los años y los discos. El Krápula del Colectivo Jaguar y la canción compuesta a los 43 estudiantes desaparecidos en México no existiría sin lo que se construyó a partir de “Bombea”.
Bonus track:
“Takk…”
Sigur Rós
“Takk…” (que significa gracias en islandés) es un disco fundamental para el siglo XXI porque marca la experimentación sonora, que no encaja en ningún género. Es un álbum que busca la poesía, la pregunta, que responde a un universo particular como el de Islandia, lo distinto que es vivir allá comparándolo con otros países del mundo, y que es algo que queda muy bien reflejado en este disco de Sigur Rós. Es, quizás, la producción que le da una personalidad a la banda y que implica una explosión del grupo al trascender de su tierra. Videoclips como “Glósóli” o “Hoppípola” hablan de la humanidad, de las personas, del universo, temas que trascienden cualquier frontera y cualquier sonido. Ahí radica la grandeza de este álbum, es universal.