10 años sin Cerati: canciones dedicadas por sus colegas
Hay fechas que atraviesan el corazón del tiempo, marcando con fuerza el ritmo de la historia, así fue el 4 de septiembre de 2014, cuando Buenos Aires vio partir a uno de sus hijos más ilustres, Gustavo Adrián Cerati. Desde entonces, su legado no ha dejado de resonar, envolviendo en su eco a todos aquellos que alguna vez se encontraron atrapados en la poesía de "Música ligera", "Persiana americana" y tantas otras joyas que definieron una era.
Nacido el 11 de agosto de 1959, Cerati fue más que un músico, fue un arquitecto del sonido, un alquimista capaz de transformar el aire en arte. Desde Soda Stereo, su influencia se extendió como una onda expansiva que atravesó fronteras y generaciones. Y cuando la noticia de su partida nos alcanzó en 2014, el silencio se volvió ensordecedor. Pero ese silencio, irónicamente, se llenó rápidamente de su música, un reflejo de su genio que no conoce límites temporales.
Aquellos que caminaron junto a él, en la senda creativa, han intentado, a su manera, mantener viva la esencia de Cerati, tejiendo tributos que son, al mismo tiempo, un lamento por su ausencia y un agradecimiento por lo que dejó atrás.
Fito Páez, compañero de innumerables jornadas musicales, encontró en "La velocidad del tiempo" una forma de encapsular un momento inmortal. Ese recuerdo de un concierto en 1992, donde Cerati, Spinetta y él mismo compartieron escenario, quedó grabado en el álbum Yo te amo. Es una instantánea sonora de lo que alguna vez fue, grabada en Unísono, el lugar donde las paredes aún guardan la energía creadora de Gustavo.
En 2011, Maná dedicó a Cerati "No te rindas", una canción cargada de esperanza y deseo cuando la tragedia aún parecía reversible. Incluida en su álbum Drama y luz, la canción es un ruego convertido en música, un susurro de fe ante la incertidumbre de la vida.
Shakira, durante el Festival Rock in Rio Madrid en 2010, elevó su voz en honor a Cerati con "Sale el sol". La canción, que con el tiempo se ha convertido en un himno de esperanza, es un tributo personal y sentido. Sus palabras, dirigidas al músico argentino, con quien compartió momentos creativos inolvidables, son un recordatorio de que incluso después de la tormenta más oscura siempre habrá un amanecer.
Vicentico, en un gesto sutil, pero profundo, rindió homenaje a Cerati con "El rey del rock & roll". En su álbum Solo un momento dejó entrever un tributo que muchos adivinaron, pero que él confirmó. Una canción que, como Cerati, está llena de misterios y revelaciones entrelazadas, una oda a un hombre que hizo del rock un reino propio.
Desde el mundo del vallenato, Jorge Celedón recordó a Cerati de una manera única. En su disco Sin fronteras 2, incluyó "Sulky", un bonus track que lleva el sello de Gustavo en su proceso de composición, demostrando que la música trasciende géneros y nacionalidades.
Aterciopelados también dejó su huella con "Platónico", una canción inspirada en Cerati, aunque no lo mencione directamente. Andrea Echeverri, con su característico estilo, dibuja un amor platónico de origen sónico, un homenaje velado a un músico que sigue siendo una fuente inagotable de inspiración.
Cerati, ese amor platónico de tantos, sigue vivo en cada nota, en cada tributo. Su ausencia es un eco que no se apaga, un puente que nos lleva hacia la eternidad de su legado, recordándonos que, en la música, como en la memoria, su presencia es infinita.