Marvel Moreno, una heroína olvidada del Caribe
La escritora que se adelantó a su tiempo y retrató a la Barranquilla patriarcal de los años sesenta.
Marvel Moreno fue para mí un descubrimiento tardío. Hace 5 años estaba buscando información para algo de trabajo y por cosas de la vida llegó a mí un texto que hizo sobre ella su primer esposo, Plinio Apuleyo Mendoza, que trataba sobre una reina del Carnaval de Barranquilla que había renunciado a la comodidad de la clase alta de la arenosa para mudarse a Europa y dedicarse a escribir.
Al principio pensé que era un personaje inventado, su nombre no es tan reconocido en la ciudad y tristemente nunca escuché mencionarla ni en el colegio ni universidad. Me dio curiosidad y empecé a buscar información sobre ella y hoy agradezco haberlo hecho.
Marvel Moreno fue una mujer capaz de retratar su tiempo. Creció en una sociedad barranquillera marcada por el elitismo y el fuerte tradicionalismo de su época. Sus textos están enfocados en el pensamiento y el rol de la mujer en la sociedad típica de las clases altas en el Caribe colombiano, y en general en toda América Latina. Por tal razón, muchas de sus obras han sido catalogadas como feministas y como el tránsito progresivo entre una sociedad patriarcal al rol igualitario de la sociedad del siglo XXI.
Nació en 1939 dentro de una familia de élite en Barranquilla y fue reina del Carnaval en 1959. Se crio en un ambiente casi exclusivamente femenino y su primera educación la recibió de su abuela materna, quien le inculcó desde pequeña la curiosidad hacia el saber y la necesidad de conquistar su independencia personal. Marvel era una mujer desparpajada y de “mente abierta”, nunca sintió que encajaba en el prototipo de mujer de la época. Tenía actitudes muy liberales, a veces hasta escandalosas (podía pasar días rodeada de hombres hablando de libros), cosa que no era muy aceptada en la sociedad barranquillera de ese entonces.
A comienzos de los años sesenta conoció a Alejandro Obregón, el pintor más importante del país de la segunda mitad del siglo, con el cual estrechó una amistad profunda que se mantuvo hasta la muerte. Por él se relacionó con otros integrantes del Grupo de Barranquilla, entre ellos, Álvaro Cepeda Samudio, Gabriel García Márquez y Germán Vargas, quien fue decisivo para su vida literaria.
A los 30 años se despidió de Colombia y se instaló definitivamente en París. Allí pudo realizar su deseo de dedicarse enteramente a escribir, asumiendo grandes sacrificios en medio de serios quebrantos de salud. A Barranquilla nunca volvió, pero escribió sobre ella todos los días de su vida, haciendo un retrato preciso y frío de un mundo que ya no existía para ella.
En 1969 publicó su primer cuento y paulatinamente su obra se divulgó en revistas nacionales e internacionales, hoy con varias ediciones que incluyen traducciones y adaptaciones cinematográficas.
Su primera novela, En Diciembre llegaban las Brisas, es posiblemente su obra más conocida. La publicación, ganadora del afamado Premio Grinzame-Cavour y del Premio de la crítica para la mejor novela extranjera publicada en Italia durante 1989, es una combinación de voces femeninas enraizadas en la Barranquilla patriarcal de los años 60. Un mundo en el que tres mujeres son víctimas de una sociedad incapaz de comprenderlas y de la cual ellas quieren escapar. El libro representa en su forma y en su fondo el deseo por rebelarse frente a un mundo patriarcal y represivo. Todo el relato está plagado de alusiones con diferentes perspectivas filosóficas, sociológicas, psicológicas y políticas que llevan al lector a confrontar distintas corrientes del pensamiento, cuestionándolas o asumiendo, en ocasiones, una posición definida frente a ellas.
En la novela Marvel habla de la ciudad que conoció y de la clase de la cual proviene. Habla de esa burguesía ociosa cuyos componentes todo lo reducen a pertenecer o no a un club social que los enaltece como miembros de su sociedad.
Fue una mujer adelantada a su tiempo, no sólo en su manera de pensar, sino también en la forma en que escribía. Gracias a ella se hicieron visibles algunas temáticas ignoradas y surgieron nuevas formas de contar y toparse con la realidad.
Murió de Lupus el 5 de junio de 1995 en París. Su obra ha sido traducida a diferentes idiomas y es muy leída en América Latina y Europa. En Colombia esta escritora aún no ha recibido el reconocimiento que merece, la difusión de su obra aún es insuficiente y escasa.
Marvel Moreno es de esas escritoras que nos recuerda que las mujeres tenemos una voz que no se puede contener ni represar. La veo a veces como una heroína olvidada del Caribe que merece ser recordada y leída. Tuvo una voz que no fue oída en su época pero hay que escuchar en la actualidad para reinterpretar la historia de nuestra literatura y sociedad.