Plu con Pla, el legado ancestral de Tumaco que resiste a la colonización
Es viernes y el segundo piso de la Casa Tumac vibra en la Perla. El espacio hecho con palos de madera es hogar de varios instrumentos tradicionales del Pacífico: hay marimbas colgadas en las paredes, cueros de bombos aireándose, cununos y semillas en botellas y también, sierras eléctricas, lijas y herramientas que le dan forma a esos instrumentos en proceso de construcción.
Así, con este ecosistema artesanal de fondo, honrando el legado de la música tradicional del sur del Pacífico que toma nuevas formas, en el espacio retumba la mezcla de las marimbas con las voces fuertes y sublimes de dos mujeres, una guitarra, un bajo, una batería y unas rimas poderosas que le dan contundencia a cada sonido. Aquí se rapea sobre lo que significa ser de Tumaco, el deseo de vivir en un país libre de violencia y donde ser afrocolombiano no signifique atravesar realidades adversas.
Se trata de Plu con Pla, un grupo que tiene como bandera reivindicar las raíces de la música de Tumaco y llevar mensajes contundentes a miles de jóvenes sobre la paz.
Así nos lo contó Harold Tenorio, quien fundó esta agrupación en 2017 luego de estudiar etnomusicología en Francia. Como hijo del maestro Francisco Tenorio —quien fundó la Casa Tumac hace más de treinta años, apostándole no solo al desarrollo cultural del municipio, sino también creando un espacio en el que muchos jóvenes encuentran un sustento económico fabricando instrumentos— su apuesta siempre fue clara: llevar con dignidad y orgullo el legado cultural de Tumaco al resto de Colombia y del mundo.
Con una voz pausada y enfatizando en su apuesta social, Harold nos contó que desde Plu con Pla empezaron a crear sus propias narrativas incorporando instrumentos como el bajo, la guitarra y la batería a instrumentos tradicionales y con sus letras poco a poco fueron abriendo una puerta que no había sido del todo abierta en la escena local: la social.
De esta manera, con mensajes en contra de la colonización y que reivindican sus raíces, las canciones de Plu con Pla son como himnos que todos los colombianos, en todas las regiones, deberíamos saber y sobre todo, sentir.
“Inmarcesible”, por ejemplo, se basa en el himno nacional y habla de la deuda que tiene el país con las personas afro. En palabras de Harold, la canción traduce la idea de que ser afro implica vivir una realidad distinta: una más dolorosa, más injusta. “Vos sabés” explica las situaciones lamentables que miles de personas viven en nuestro país y que trazan claramente la línea de la vida y la muerte. Todavía hay hijos desaparecidos, madres adoloridas y una herida que no para de sangrar.
También, entre muchas otras, “La Visita” le canta a esas olas que llegan, revuelcan y sacuden al pueblo y “La Plumada Llegó” habla, como su mismo nombre lo indica, sobre la plumada, uno de los pescados más tradicionales de la isla y que en esta canción es homenajeado, así como también lo es su sabor y la tradición de comer frente a la orilla del mar Pacífico con la familia.
Transmitiendo un conocimiento que no es del pasado, sino del presente, la música y la danza son, de acuerdo a Harold, esos puentes que le recuerdan a los jóvenes que pueden resistir a cualquier proceso de dominación de afuera. Esto porque como él mismo explica, tanto las marimbas, como algunas formas de hablar y cantar fueron construídos en espacios palenqueros que necesariamente nos deben recordar el poderosísimo legado africano de nuestras raíces y sobre todo la importancia de reconocerlo, homenajearlo y celebrarlo en toda su belleza.