El sintetizador: La transformación de los sonidos
Para retomar adecuadamente la ruta del pasado con los primeros sonidos electrónicos, tenemos que recordar los Intonarumori y sus antepasados (máquinas que aparecieron en pleno siglo XIV, Medioevo y Renacimiento). Pero sin duda, el más cercano a la sonoridad electrónica de nuestro tiempo es el Electroarmonio o piano musical, que se creó junto al teléfono en 1876 (por Elisha Gray y Alexander Graham Bell).
Este “instrumento” enviaba notas a través del cableado telefónico y para muchos investigadores e historiadores este podría ser el abuelo de los sintetizadores, que basados en la misma tecnología llegaron a consolidar y generar el primer Moog (1965), que es la base de esa estructura envolvente llamada electrónica.
Antes de llegar al legendario órgano Moog hubo varios intentos por sintetizar, atenuar y perfeccionar musicalmente los aparatos que se empezaban a probar. La mayoría de ellos gigantes, llenos de cables y difíciles de transportar.
Dentro de esta categoría hay que resaltar el Temerín (León Themerin) que apreció en 1920, una innovación sonora en términos de interpretación ya que este instrumento estaba diseñado para ser tocado sin que el intérprete tuviera contacto físico. Esto, aunque suene ilógico, se podía realizar gracias a un campo electromagnético que convertía el movimiento en señal electroacústica. Básicamente el movimiento de las manos, sin contacto directo en el Temerín, emitía sonidos que posteriormente fueron bien recibidos por la industria cinematográfica y Holllywood lo empezó a utilizar como efecto sonoro en las películas de terror en los años 30. Más adelante los grupos populares de los años 60 como los Beach Boys incluyeron una versión más moderna del Temerín, llamado en ese entonces 'Tanerin', que también fue utilizado por Led Zeppelin , Les Baxter y Edgar Varèse, siendo este último el que mejor lo aprovecharía.
Good Vibration - Beach Boys
Whole Lotta Love - Led Zeppelin
Desde 1928 hasta la década de los años 50 Varèse junto a Messian, Honnegger y Milhaud, fueron los compositores que más le sacaron provecho al Tanerín y a las Ondas Maternot, bautizadas así por el apellido de su creador, el francés Maurice Maternot. Estas ondas se basaban en la utilización de un teclado capaz de reproducir un sin número de sonidos “electrónicos” que probablemente fueron el punto de partida para la estructura sonora del sintetizador moderno.
También es justo e importante mencionar la invención de la cinta magnética, que cambió la forma de grabación y apreciación de la música dando inicio al papel protagónico de la postproducción musical e introduciendo al estudio como eje principal para la realización de trabajos discográficos.
En 1955, Harry Olson y Herbert Belarel crearon para la casa RCA (disquera) un sintetizador, que más adelante Robert Moog convirtió en instrumento masivo, ligado a las transformaciones y adaptaciones del mismo con la tecnología hasta llegar al punto de entrelazarse con la invención del software y los sistemas digitales de los cuales hablaremos más adelante
Robert Moog
Moog siglo XXI
Vean también:
De Stockhausen a Kraftwerk, de lo clásico a la modernidad