La sonrisa de Andrea, siempre más fuerte que el cáncer
Este texto es construido en memoria de Andrea Chaves Rivas.
Con la única intención de honrar su legado.
Los cordones de los tenis deben siempre estar bien ajustados para esta ruta que apenas comienza, aunque bueno, los zapatos son solo el complemento de un espíritu dispuesto a ascender hasta la cumbre de una montaña; esta es especial, porque es una montaña de fuego.
Andrea conoce muy bien a donde va. Por años enteros ha dibujado en sus cuadros la forma de un volcán, porque su esencia como pastusa siempre se manifiesta de alguna manera, es volcánica, su ímpetu es incomparable. Por eso el arte fue su camino a elegir para expresar su ser.
Sí, este día Andrea subirá al volcán Galeras, es definitivo. Recorrerá el majestuoso Urcunina al que ella siempre ha admirado y al cual veía asomarse en cada visita cuando regresaba a Pasto tras cumplir con sus estudios.
Es curioso como las montañas, los páramos, las lagunas y los volcanes han llamado fuertemente su atención ¡siempre! Quizás, porque en ellos encuentra el verde de todos los colores que anunciaba Aurelio Arturo. Verdes incandescentes, sinceros, compasivos, implacables, resilientes y esperanzadores, así es como ella.
Antes de subir hace un ritual, sus manos se juntan como recogiendo el calor corporal y las acerca a su boca, más exactamente a su barbilla, suspira con energía y va sintiendo como el aire del lugar le sana los dolores que desde hace unos años viene experimentando. El cáncer ha golpeado sin reparos su cuerpo, pero no su espíritu. Incluso, es más fuerte que nunca.
En múltiples ocasiones, en medio de las quimioterapias, pensó en ese momento de plenitud en su lugar sagrado y pese a ser hoy una realidad, va tejiendo ese presente con los recuerdos de su periodo como paciente, de aquella época en la que combatiendo la enfermedad decidió seguir corriendo como un analgésico ante los agresivos medicamentos.
En ese tiempo surgió su bandera de vida, una campaña con la que reafirmó su brío natural: mi sonrisa es más fuerte que este cáncer. Una iniciativa para multiplicar su amor, su bondad y su entrega a la humanidad, para apoyar a sus amigos de la unidad oncológica y a sí misma.
Recuerda cómo la campaña fue solo el inició para darle vida a corredores contra el cáncer, un evento deportivo para honrar la memoria y acompañar el proceso de quienes viven con esta enfermedad.
Con los tenis bien puestos y el alma plena, sonríe. ¡Cómo de costumbre su sonrisa está llena de fulgor! Sin embargo, ella siente esa sonrisa de manera diferente, la percibe única, atípica, como de despedida.
Para esta oportunidad Andrea decidió correr sola, adentrarse en su humanidad mientras conquista la grandeza del Galeras. Empieza el trayecto corriendo sin prisa, sin límites, libre de toda debilidad, con el corazón henchido y el alma convencida de que, todo lo que dejó será replicado, porque quedó impresa de forma indeleble en la memoria incólume del corazón de quienes compartieron junto a ella.
Se hace lejana, entre la neblina su figura desaparece. Solo su voz es clara, con fuerza se escucha una oración: ¡Gracias amigo cáncer!
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Hace casi 3 años, para una emisión de Deportes Radiónica construimos esta nota junto a Andrea, quien nos contó sobre su iniciativa corredores contra el cáncer, hoy decidimos compartir nuevamente su historia, en su propia voz, para recordar que la vida es un ratico y vale la pena vivirla sin condiciones.