
7 iglesias para visitar en Semana Santa por su arquitectura
Cada año, durante el Jueves Santo, muchas personas en Colombia se embarcan en la tradicional visita a siete iglesias, un ritual profundamente arraigado en la cultura católica del país. Sin embargo, más allá del simbolismo religioso, estos templos encierran verdaderas joyas de arte, diseño y patrimonio que merecen ser admiradas por cualquier amante de la arquitectura, sin importar su fe.
Este recorrido no busca seguir un camino devocional, sino celebrar el valor estético y cultural de algunas de las iglesias más impresionantes del país. Desde templos coloniales ubicados en ciudades históricas hasta santuarios que desafían la gravedad en paisajes naturales extraordinarios, la selección que encontrarás a continuación es un homenaje a la belleza construida a lo largo de varios siglos.
Cada iglesia ha sido elegida por su estilo arquitectónico, la riqueza artística de sus detalles, su integración con el entorno o simplemente por su capacidad de sorprender. Esta es una invitación a redescubrir Colombia durante estos días festivos, desde una perspectiva estética y patrimonial, un viaje donde las construcciones también cuentan historias.
Santuario de Las Lajas - Ipiales, Nariño
Estilo arquitectónico: Neogótico
Arquitectos: Lucindo Espinosa (Colombia) y J. Gualberto Pérez (Ecuador) iniciaron la obra de la edificación actual del santuario en 1916, y la finalizaron varios maestros locales en 1946. Sin embargo, hay que recordar que la proyección del templo que se conoce hoy en día, tuvo 3 fases de construcción previas que se remontan al año 1754.
Ubicado sobre el abismo del río Guáitara, el Santuario de Las Lajas parece suspendido entre la tierra y el cielo, sostenido por un puente de 50 metros de alto, 17 metros de ancho y 20 de largo que lo conecta con la montaña. La altura total del templo, desde su base hasta la cima de la torre, alcanza los 100 metros, creando una silueta majestuosa en medio del paisaje andino. Su iluminación diurna proviene de la luz que se filtra a través de vitrales diseñados por el alemán Walter Wolf. El fondo de las tres naves no es otro que el propio muro de piedra natural del cañón, donde destaca una imagen de la Virgen del Rosario pintada por un autor desconocido sobre una piedra laja, lo que refuerza la mística del lugar.
Esta fusión entre arquitectura neogótica y geografía extrema ha llevado a considerar al santuario como una de las iglesias más hermosas del mundo y una de las 7 maravillas de Colombia.

Catedral de Sal – Zipaquirá, Cundinamarca
Estilo arquitectónico: Arquitectura contemporánea subterránea
Arquitecto: Roswell Garavito Pearl Dirección técnica de ingeniería: Jorge Enrique Castelblanco Reyes
Esculpida a 180 metros bajo tierra, en el corazón de una antigua mina de sal, la Catedral de Sal de Zipaquirá es mucho más que un templo: es una proeza de la ingeniería y el arte colombiano. Su recorrido subterráneo lleva al visitante por un conjunto de estaciones del viacrucis talladas directamente en sal y mármol, donde el juego de luces, sombras y vacíos construye una atmósfera envolvente. El recorrido culmina en una monumental cúpula central, presidida por una cruz de sal iluminada de 16 metros de altura, considerada una de las más grandes del mundo. Por su complejidad técnica, belleza simbólica y respeto por el entorno natural, es considerada como la primera maravilla de Colombia y una auténtica joya de la modernidad que ya es ícono del patrimonio cultural, religioso y ambiental del país.

Iglesia de San Pedro Claver – Cartagena de Indias
Estilo arquitectónico: Colonial con influencia barroca y neoclásica
Arquitecto: Desconocido, construida entre los siglos XVII y XVIII
Construida entre 1580 y 1654 siguiendo los lineamientos de la arquitectura colonial, la Iglesia de San Pedro Claver en Cartagena destaca no solo por su historia, sino por la riqueza de su diseño. Su cúpula actual, una de las más reconocibles del perfil urbano cartagenero, fue diseñada en el siglo XX por el arquitecto francés Gaston Lelarge, aportando un aire neoclásico al conjunto. Uno de los aspectos más curiosos de su construcción es el uso de coral como material estructural, un gesto típico del Caribe colombiano que conecta la arquitectura con el entorno natural. El templo hace parte de un conjunto arquitectónico que incluye el Claustro de San Pedro Claver y un museo arqueológico, formando un núcleo cultural imprescindible en el corazón de la ciudad amurallada.
Por su valor histórico, arquitectónico y cultural, el templo fue declarado Monumento Nacional en 1995.

Iglesia de San Francisco – Bogotá, Cundinamarca
Estilo arquitectónico: Gótico-mudéjar con elementos barrocos
Arquitecto: Desconocido, construida entre 1557 y 1621
La Iglesia de San Francisco, ubicada en la esquina noroccidental de la Avenida Jiménez con Carrera Séptima, diagonal a la estación Museo del Oro, es la iglesia más antigua que se conserva en Bogotá y un verdadero tesoro artístico en pleno corazón de la ciudad. Su interior alberga una de las colecciones de arte colonial más notables del país, con exquisitas tallas en madera y un retablo mayor considerado entre los más finos de Sudamérica: completamente recubierto en pan de oro, mezcla elementos barrocos y renacentistas, y es quizás el más representativo del virreinato de la Nueva Granada. A pesar de los terremotos y la intensa transformación urbana del centro bogotano, esta iglesia ha resistido el paso del tiempo como una cápsula artística que guarda el esplendor del pasado en cada detalle.

Iglesia de San Agustín – Popayán, Cauca
Estilo arquitectónico: Barroco colonial
Arquitecto: Desconocido, data del siglo XVIII
Levantada sobre las ruinas del templo original destruido por el terremoto de 1736, la Iglesia de San Agustín es una de las joyas arquitectónicas más emblemáticas de Popayán, ciudad reconocida por su elegante arquitectura blanca. Con sus muros gruesos, bóvedas amplias y retablos finamente tallados, el templo refleja la maestría escultórica del periodo colonial y el profundo vínculo entre arte y espiritualidad que marcó la época. Tras el devastador terremoto de 1983, la iglesia fue cuidadosamente restaurada, convirtiéndose en un símbolo de resiliencia arquitectónica para la ciudad. Junto con el antiguo convento agustino y el centro histórico que la rodea, fue declarada Monumento Nacional de Colombia el 30 de diciembre de 1959, subrayando su valor patrimonial y su papel como testigo de la historia urbana y artística de Popayán.

Iglesia de San Antonio – Cali, Valle del Cauca
Estilo arquitectónico: Colonial, con detalles neoclásicos
Arquitecto: Desconocido, construida en 1746
Ubicada en la cima de una colina que domina la ciudad, la Iglesia de San Antonio no solo es un lugar de recogimiento, sino también uno de los miradores más apreciados de Cali, con vistas panorámicas que atraen tanto a locales como a visitantes. Aunque su arquitectura exterior es sencilla, el interior guarda verdaderas joyas del arte religioso: piezas talladas en madera con gran detalle y valor artesanal. Su atmósfera encantadora y su estética colonial perfectamente conservada han hecho que esta iglesia sea elegida como escenario para producciones de cine y televisión. Reconociendo su importancia histórica, artística y cultural, fue declarada Monumento Nacional mediante el Decreto 1148 del 25 de abril de 1997.

Basílica Menor de la Inmaculada Concepción – Jardín, Antioquia
Estilo arquitectónico: Neogótico
Arquitecto: Giovanni Buscaglione (Construida entre 1918 y 1942)
La Basílica Menor de la Inmaculada Concepción, en Jardín, Antioquia, es un imponente ejemplo de arquitectura neogótica construido completamente en piedra tallada a mano, una rareza dentro del panorama de templos colombianos. Su torre principal, de 47 metros de altura, se eleva con majestuosidad sobre el perfil del pueblo, siendo visible desde prácticamente cualquier punto de la zona. Al ingresar, el contraste entre la sobriedad exterior y la riqueza interior es inmediato: vitrales coloridos bañan de luz el espacio, mientras un altar de madera tallada y mármol se convierte en el centro de una experiencia visual y espiritual única. Por su valor histórico y artístico, fue declarado Monumento Nacional en abril de 1985.
