The Square: una crítica aguda e incómoda a la superioridad moral
Se estrena en Colombia la cinta de Ruben Östlund que recibió el Premio Goya 2018 a Mejor Película Europea.
Compite en la categoría Mejor Película Extranjera en los Oscar 2018 con Una mujer fantástica (Chile), On Body and soul (Hungría), Loveless (Rusia) y The Insult (Líbano). Superó en los Premios Goya 2018 a C'est la vie! de Eric Toledano y Olivier Nakache (Francia), Lady Macbeth de William Oldroyd (Reino Unido) y a Toni Erdmann de Maren Ade (Alemania)... Y su trayectoria festivalera comenzó con la Palma de Oro de Cannes. Pero como los festivales no son necesariamente el termómetro para decidir qué ver y qué dejar pasar, y hay que verlo todo para juzgar y compartir, vi The Square (2017) sin preconcebir su historia ni su calidad. El resultado: inquietante, ambigüo como el término 'contemporáneo' categorizando el arte que se produce en nuestro tiempo.
Protagonizada por Claes Bang y con la participación de la cada vez más celebrada Elisabeth Moss, la película de Ruben Östlund cuenta la historia de Christian, curador de un museo de arte contemporáneo que tras recibir una donación decide comprar y exhibir una instalación titulada 'The Square', obra que fomenta valores humanos, esos mismos que vemos cuestionados mientras la película hace una crítica aguda e incómoda a la superioridad moral, al arte contemporane y la 'sociedad' que se construye a su alrededor.
En cuestionar los límites del ideal social, cultural y político alrededor del arte; en la sátira a los museos y a los productores, comercializadores y consumidores del llamado 'arte contemporaneo'; y en explorar de manera retorcida la naturaleza humana y el comportamiento cada vez menos altruista de quienes habitamos el planeta independientemente del estrato social que llevemos en la frente, en esto atina The Square.
Pero no todo es grandioso en esta película, aunque tenga todos los galardones del mundillo cinematográfico, aspecto que encaja perfectamente en la crítica que el mismo producto hace, The Square se torna aburrida y en ocasiones también jactanciosa y petulante; es poco efectiva, tiene una primera parte poderosa pero luego pierde fuerza y cohesión. Dura 2 horas 20 minutos y la historia tras cierto punto da giros sobre una premisa que emocionalmente no desarrolla con satisfacción.
Claramente tienen que verla, y no por los reconocimientos o críticas que hayan recibido de ella. Tiene que verla porque llega a ser provocativa y al mismo tiempo perturbadora, porque cuestiona y además de buenas interpretaciones tiene escenas perfectas.