'Escocia no es un banco': un film sobre punk y sueños rotos
A mediados de este año, en la edición número 37 del Festival Internacional de Cine de Guadalajara, se estrenó Escocia no es un banco: un falso documental sobre una banda que solo sonó en los circuitos más marginales y underground de México. Una sátira sobre el paso del tiempo, el fracaso y los sueños fracturados.
El filme cuenta la historia de Cristian Maevan, un punk de Guadalajara que está en los cuarenta años, sin superar la etapa de su vida en la que tocó en Los Nuevos Maevans, dos décadas atrás. A partir de la entrevistas de supuestos expertos y de fans que hablan de la importancia de dicha banda, van entretejiendo un relato en el que Cristian, quien se mantiene en su lucha antisistema, sin un peso en el bolsillo y asistiendo a huelgas y conciertos, decide reunir a sus ex compañeros para un último concierto.
Para convencerlos viaja a la ciudad de Tecate, con el fin de encontrarse que cada uno ha seguido caminos muy diferentes. La pieza logra hacer una caricatura de ese afán de quedarse viviendo en el pasado, construyendo una comedia ácida, crítica, que señala las contradicciones que la vida misma va trayendo.
Escocia no es un banco es dirigida por Carlos Matsuo y Christian Franco, quienes han explicado que el proyecto tomó caminos distintos a lo que habían pensado en un principio y que, según varios críticos, puede convertirse en un nuevo clásico del cine sobre rock en México. Mire aquí el trailer: